1. Una simple Beta.

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— ¿Informes? ¿Algo fuera de lo común? — Los segundos al mando de Mitchell asintieron.

— Ahora varios Betas cruzaron la frontera como siempre. Pero... Una chica dijo que estaría en el territorio de manera indefinida, dice que no sabrá si quedarse. — El ceño del Alpha se frunció.

— ¿Qué era? —

— Una beta. Aunque llevaba un neutralizador de olor. —

— Mantengan un ojo sobre ella. — Ambos asintieron y su Luna una beta con 7 meses de embarazo entró al despacho.

— Es solo una chica huyendo quizás. —

— Pues yo no sé quien sea, pero si va a poner en peligro a mi cachorro, tendrá que irse. — Luna rodó los ojos.

— Deberías ser más permisivo. —

— Soy lo más permisivo que puedo ser. — Se quejó de lo que ella rió. — Por cierto ¿Sabes donde está Alana? — Preguntó por su hermana. Luna sonrió.

— En centro comercial. —

— Siempre perdiendo el tiempo. —

— No te quejes, quiere aventurarse un poco antes de encontrar a su mate. —

— Lo que quiere y necesita es tener más responsabilidad no hacer lo que se le dé la gana. -

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— ¿Entonces cómo te llamas? — Alana le preguntaba a la extraña chica de lindos ojos color avellana con pestañas largas y rizadas. Tenía un par de pecas y era de muy baja estatura para el estándar de 1.70 cm en su manada. Quizá la chiquilla media 1.60 cm.

— Tawny. — Rió un poco nerviosa. Alana se atrevió a invadir el espacio personal de Tawny.

— Será por todos los abrigos que llevas puestos, pero... — Alana sentía un muy pequeño y ligero aroma a frambuesas o frutos, pero no era capaz de identificar lo que la pequeña chica era. — ¿Qué eres? — Tawny frunció sin demostrar su nerviosismo.

— Una beta. — Alana asintió no muy convencida.

— Es la primera vez que olfateo una que huela tan bien como tú. —

— Muchas gracias. — Asintió Tawny avergonzada.

— ¿Entonces querías buscar donde alquilar un departamento? — Tawny asintió, ella se había perdido en el centro comercial y buscando a alguien que le indicará dónde hacer los trámites necesarios, se había cruzado con una Alpha muy amable.

— Lo más barato posible. No tengo mucho conmigo ahora. Y creo que necesitaré encontrar un empleo. — Tragó fuerte un poco asustada por los cambios repentinos, pero eran necesarios para ella.

— Creo que Luna está de tu lado. Porque mi hermano es el Alpha de esta manada. Y podría conseguirte un trabajo pronto. — La bonita beta asintió realmente asombrada.

De verdad que Luna había bendecido su viaje. Como para ayudarle a encontrar las cosas rápido y haber llegado a salvo al lugar sin ningún incidente por ahí.

— ¿En serio? — Preguntó realmente emocionada.

— Claro. ¿Hay algo en lo que presumas ser buena? — Tawny asintió con rapidez, se volteo sacando su mochila y sus papeles. Alana hojeo rápidamente y notó que la chica tenía experiencia trabajando. — ¿Cuántos años tienes? —

— 25 inviernos. — Asintió Tawny y sus mejillas se ruborizaron al sentir la intensa mirada de Alana.

— Pareces una pequeña de 16... — Tragó fuerte asombrada por la extraña aura de la Beta tan tierna.

Tawny estaba al tanto de cómo se veía, Alana la detallo más. Era baja, pero tenía un cuerpo de reloj de arena, muy hermosa. Y con caderas tan anchas y prominentes que si no fuera porque no olía a Omega diría que lo era. Porque parecía poder seducir a quien se lo propusiera con su cara de niña inocente y cuerpo de demonio.

— ¿Entonces si podrías ayudarme? —

— Por supuesto. — Asintió otra vez Alana con rapidez. — Sólo le enviaré un mensaje a mi hermano si te instalas ¿Y qué tal que la otra semana empiezas conmigo a trabajar en el invernadero? ¿O prefieres algún trabajo menos pesado o de oficina? — Tawny negó de inmediato avergonzada.

— Lo que sea estará bien. — Porque estaba dispuesta a trabajar. Luego Alana observó la mochila que se veía un poco pesada.

— ¿Quieres que te lleve a dar un recorrido luego? ¿Qué tal si buscamos un mini departamento o algo así antes? — La pequeña Tawny asintió de inmediato.

Alana comenzó a hablar con calma mientras le iba contando cosas acerca de la manada, como se distribuían el trabajo, lo que tenía que hacer si luego quería unirse a la manada.

Para Alana era extraño bajar la guardia tan rápido con una extraña que acababa de conocer, pero extrañamente su instinto de Alpha le decía que tenía que ver que la pequeña Beta se sintiera cómoda. Que tenía que ver que la Beta estuviera bien.

Ambas entraron a un complejo pequeño de apartamentos, y la verdad es que no estaba tan vacío como lo suponía. Habían muchas personas viviendo ahí. Bastante cerca del bosque.

— ¿Te gusta? — Tawny asintió con una sonrisa de inmediato. Era bastante pequeño, pero era perfecto. Tenía el espacio suficiente para una cama, tal vez una mesa pequeña, y un baño con una ducha. Todo muy minimalista. — Aquí se hospedan los viajeros cuando se van a quedar más tiempo y no van a necesitar de un hotel. — Tawny asintió con una sonrisa.

— Está perfecto, de verdad. —

— Bueno dejaré que te instales. — ¿Qué tal si la otra semana vengo para que tú primer día de trabajo? Aunque quizás ¿Antes? — Tawny asintió.

— Yo... Está muy bien de verdad, muchísimas gracias. No se como agradecertelo. — Alana sonrió.

— Tómalo como un regalo de bienvenida a esta manada de parte de Luna. — Quizá Luna había puesto en el camino a las personas correctas y por eso todo estaba saliendo bastante bien para ella.

Hell ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora