Hell ©

26. Siempre mía.

Suaves descripciones de relaciones sexuales. Si no te gusta puedes pasar al siguiente capítulo.

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— Perfecta. — Su Alpha se estaba ahogando en su aroma, olfateando directamente del cuello.

Con su Omega sentada ahorcadas en su regazo. Ella seguiría quitándose la poca ropa, pero él por otro lado no quería pasar más que de unos muy deliciosos besos provenientes de sus labios que eran un delicioso manjar.

— Basta Tawny. — Ella simplemente se había quitado las prendas dejándose en ropa interior.

— Estaré bien Cole. — Pidió frotándose sobre su pierna, porque sus sentidos estaban en el límite. Y quería que su Alpha la calmara, le ayudará.

— ¡No! — Susurró enviando un delicioso escalofrío a través de su columna vertebral — Vas a lastimarte. — Decía intentando que su Omega parará, porque también estaba intentándolo.

Él sabía que su Omega era quién tenía el control ahí. Porque él no podía negarle nada de lo que con su pequeña codiciosa, y apetitosa boca pidiera.

— Voy a sentirme plena contigo. — Pidió otra vez con esos ojos preciosos pestañeando y viéndolo con admiración.

Como sólo ella sabía mirarlo.

— No. Sólo te ayudaré con mis dedos. — Ella mordió sus labios.

— ¿Estás consciente de que eso no será suficiente? — Eso parecía un reto para su Alpha, ¿Ella no creía que su Alpha sería suficiente en cualquier sentido?

— Me refiero a que... —

— No es necesario que te expliques, creo tener lo necesario para que yo sea suficiente en todos los sentidos. —

— No. Cole... — La mirada rígida y frívola de su Alpha le decía que no discutiera.

— Quédate ahí donde estás. — Su Alpha se quitó la camisa con habilidad y con sus enormes manos atrapó su voluminoso trasero justo como le gustaba apreciar su silueta, era tan deliciosa. Parecía no tener la intención de quitarle el resto de prendas a su Omega por castigo.

— Pero... —

— Quiero saber si es cierto que soy poco hábil. — Los ojos de su Alpha irradiaban malicia pura, la hizo dar vuelta, y sentarse con un poco de fuerza en su regazo.

— Yo... — Sintió la sigilosa mano de su Alpha deslizarse dentro de su ropa interior. Se sostuvo de sus brazos que estaban rodeándola como tanto le gustaba. — No lo decía... — Mientras él hacía que mantuviera sus piernas abiertas en su regazo, la quería cómoda, para darle lo que sabía que necesitaba.

— Silencio Tawny. ¿No quieres que tu Alpha en serio se moleste, Cierto? — Un escurridizo dedo de su Alpha se deslizó en su interior tibio y caliente, estaba lista para recibirlo, pero la haría perder un poco la cabeza por su imprudente boca.

— Tan preciosa. — Besó su mejilla y luego su cuello con suavidad logrando con eso que su Omega se relajara. Porque estaba tensa, su dedo se divertía en su interior, y él sonreía sabiendo que aunque ella lo evitaba estaba delirando ante las sublimes sensaciones.

Era sumamente adorable jadeando por piedad que se detuviera, y que le diera lo que ella quería.

— Ahora dime. Mi Omega. ¿De verdad crees que soy poco hábil? —