21. Aterradoramente hermosa.

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— Eso de movimientos bruscos ¿Incluirá el sexo? — Le preguntaba Tawny susurrando a Alana en la sala mientras ponían un par de floreros adecuadamente.

— Espero por tu estrés que no. — Reía Alana, su amiga había descubierto que la Omega se estresaba y enojaba muy facilmente.

Tawny se sentía un poco más cómoda usando la ropa adecuada, ya no tenía que ocultar su embarazo, y ahora que todos se habían enterado de eso, ni quiera soportaban estar con ella en una misma habitación. Y sé supone que debería estar en su habitación terminando de armar su nido, pero no soporto ver el desastre y el polvo en los floreros descuidados del salón del recibidor.

— Yo también. — Tawny hizo una mueca.

— Si lo incluye. — Decía Jared desde lo alto del techo del castillo mientras cambiaba un par de esas lámparas exageradamente lujosas y gigantescas.

— ¿Qué? —

— Sé que no sea intención del Alpha, pero quizá pierda el control en el coito, y pueda lastimarte. — Tawny hizo una mueca de desagrado, no le agradaba la idea.

— De hecho te prohibieron todo tipo de estrés fatiga y cansancio, así que no te sobre esfuerces por favor. Por el bien de ese cachorro. —

Jared era de los pocos que realmente estaba asombrado y quería saber si ese cachorro era una maldición más para la manada, simple curiosidad, o si realmente sería una bendición. Aunque la maldición ya estaba puesta si eran dos, y solo uno nacería vivo.

— Relájate Jared, creo que ese doctor no sabía muy bien lo que hacía. — Negó Tawny, al ser omega su instinto materno estaba más desarrollado, y su Omega le decía que no tenía porque estresarse o preocuparse. Sus cachorros estaban creciendo sanos y fuertes.

— Por su bien yo espero que sí. —

Cole venía bajando las escaleras, y negó con desaprobación al ver lo que su omega hacía cargando un enorme y pesado jarrón intentando limpiarlo. Volteo a ver a Jared, y él ni siquiera se había fijado. Gruño con molestia al no ver nadie más que ellos tres en el salón.

— ¿Y el resto de betas? — Preguntó yendo al lado de su Omega sosteniendo el jarrón con una mano para que ella pudiera limpiarlo más a gusto.

— Le tienen miedo a Tawny. — Rió Alana. Y su omega siguió limpiando el jarrón con insistencia.

— ¿Ves? Soy aterradora. — Decía la omega con las mejillas rosas, su vientre abultado y muchos mechones sueltos. Y Cole suspiró sonriéndole a su Omega mientras acariciaba su mejilla.

— Aterradoramente Hermosa, si. — Alana abrió los ojos con asombro, ahora entendía porque Jared estaba relajado alrededor de Cole con Tawny cerca, ella tenía a su Alpha comiendo de su mano.

— Pero no creo que mi Omega quien carga a mi cachorro debería estar haciendo esto. — Le sonrió y la tomó de la mano.

Seguía cargando el jarrón que Tawny quería limpiar en su otra mano libre, y fue al salón libre donde estaban un par de betas sin hacer ni mucho, ni nada. Casi le hierve la sangre.

— ¿Qué hace la Luna de la manada limpiando un jarrón cuando debería estar en reposo mientras ninguno de ustedes hace nada? —

Los pares de betas se pararon rápidamente, ellos no eran esclavos, pero tampoco hacían muy bien su trabajo. La verdad es que ser un servidor del Alpha pagaba mejor que cualquier otra cosa en la manada, pero también representaba el peligro de hacerlo molestar, como lo estaban casi haciendo en ese momento.

— ¿Qué suced...? —

— ¿Quieres que lo repita mientras te corto el cuello? — Negó rápidamente.

Hell ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora