Capítulo 9

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Luego del relato de Orión, nos adentramos a la sede para esperar a que todas las constelaciones se vean con un poquito de más claridad. Cuando ya estamos adentro, decido buscar el juego que destruye amistades, UNO.

– Hey ¿quién quiere jugar UNO? – digo en voz alta para ver si alguien se apuntaba. Ya estábamos sentados en el piso para jugar Mark, Vito, Dante, Diego, Karina, Andreina, Chris, Rick y yo.

– ¿Con o sin trucos? – pregunta Mark mientras yo barajo las cartas.

– Antes de responder a esa pregunta ¿cómo se juega? – dice Chris viendo como repartía 7 cartas a cada jugador. Vito le explicaba las reglas básicas mientras que Mark, los trucos.

En este juego todo el mundo se lanza indirectas, de venganza la mayoría. Mientras unos se gritaban "Te odio maldito" o "Las vas a pagar güevón", también existen las de "Este si es marico" o "trimardito mamagüevo" entre otras. Terminó ganado Chris, a lo que nosotros pensamos que era suerte de principiante.

Cuando vimos el reloj eran las 9 de la noche, hora perfecta para salir. – Chicos es hora de salir, Mark y Chris ayúdenme con EVA. – decía Rick, mientras los demás agarraban sus suéteres y salían afuera.

Luego de esperar un poquito a que Mark y Chris aparecieran con EVA y Rick atrás con una caja, que me imagino que son los lentes del telescopio más el láser a larga distancia, que le permitía mostrar las constelaciones sin el telescopio.

– Ya que el cielo está un poquito más despejado, Orión ¿lo reconocen verdad?, al lado del esta Tauro, un triángulo que es la cabeza, esa zona negra que ver ahí es el cuerpo, luego esta un cumulito de estrellas, las Pléyades, son 7 planetas seguidos – seguía contando Rick mientras Josue y Vito arreglaban el telescopio.

Luego de que nos enseñara la historia de algunas constelaciones más, se enfocó en la luna, esta vez, usamos a EVA, al pararme al frente del telescopio, tuve que pararme de puntillas ya que las vista estaba un poquito alta. Esa imagen fue genial, se podían ver absolutamente todo de la luna, era la máximo. Vi a mis amigos luego de que pase yo, y ellos tenían la misma cara de asombro que yo.

La cara de Chris era un poema, sonreí apenas lo vi. Esta es una imagen que no se va a borrar nuca, hablo de la luna claro. Él me explica que, el de chiquito, tenía un telescopio más pequeño que EVA, era más como WALL-E pero era plateado. Él se la pasaba horas viendo el cielo.

– Aquí hay otras constelaciones, diferentes a las de Canadá, me gustó mucho la historia de Orión en especial cuando se cuenta con amigos cerca – dice Chris sentándose a mi lado viendo al cielo.

– Te entiendo, la primera vez mía en una noche de observación fue así también, pero esa vez vimos la galaxia de Andrómeda, y esa si es una imagen que nunca se olvida. – Dije acostándome en el piso para ver mejor el cielo – sabes siempre me ha gustado mirar al cielo nocturno, me relaja saber que esto es mucho más grande de lo que pensábamos y me hace olvidarme, al menos por un momento, los problemas que me rodean y atormentan – le dije a Chris quien me acompaño a mirar las estrellas acostándose también.

– Te entiendo – dice Chris con un suspiro – en la antigüedad, la única forma de entretenimiento era ver las estrellas y crear las historias. Veras en unos de mis viajes a Japón – de paso viajo por el mundo, algo que yo quiero hacer desde chiquita, y este me imagino que ya lo ha hecho mil veces.

– ¿Japón? Wow, eso debe ser genial, siempre he querido visitar esos países ¿Cómo es? – dije volteando mi cabeza para ver como describía uno de los países que tanto anhelo ir.

– Es genial, tanto que ver y recorrer. Algún día deberías verlo – dice Chis volteándome a ver.

En ese momento me perdí en el color de sus ojos, amo el color verde. No sé qué me paso en ese momento, pero juro por dios que deje de escuchar a mi alrededor, solamente me concentraba en sus ojos que expresaban tanto con solo verlos, es fascinante y me encanta. Cuando reaccione fue porque Vito quería escucharlas historia que tenía Chris antes de que yo le preguntara sobre Japón. Tampoco me di cuenta que ya todos estaban sentados u acostados al lado nuestro. Genial más tarde me va a llagar Karina preguntando por detalles.

– Bueno, era una historia que escuche en el festival de Tanabata, es muy bonita _– dice Chris carraspeando y apartando la mirada hacia el cielo otra vez.

<<Cuenta la leyenda en Japón que una princesa de excepcional belleza, llamada Orihime (la estrella Vega, en constelación Lyra), se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi (la estrella Altair, en la constelación de Aquila). Orihime (la princesa tejedora) era una magnifica tejedora, era hija del Tentei (el rey celestial). Ella tejía magníficas telas a la orilla del río Amanogawa (la Vía Láctea), y debido a su trabajo (tejía de sol a sol), no podía conocer a nadie de quien enamorarse. El rey entonces concertó un encuentro entre su hija e Hikoboshi (el Pastor de las Estrellas), al conocerse, ambos se enamoraron de inmediato y al poco tiempo, contrajeron matrimonio. Sin embargo, tras la boda, Orihime descuidó sus labores textiles e Hikoboshi hizo lo mismo con su rebaño de estrellas, que se desperdigaron por todo el firmamento. Furioso, el rey Tentei los separó en el cielo, dejando uno a cada lado del río Amanogawa. Desolada por la separación de su esposo, Orihime le imploró al padre que le permitiera verle de nuevo. El rey, conmovido por las lágrimas de su hija, les permitió verse el séptimo día del séptimo mes lunar a través de un puente tendido que atravesaba el río Amanogawa. Ese día es el festival que les mencione. >>

– Me encanta este tipo de historias – dice Karina apoyando la cabeza en el abdomen de Diego.

– Somos dos – decimos Chris y yo al mismo tiempo, provocando que los dos volteemos a vernos al mismo tiempo.

Luego de ese breve intercambio de miradas, interrumpido por Kari. Seguimos hablando de estupideces. Se nos pasó el tiempo y eran como las 12 de la noche y empezaba a nublarse, decidimos entrar para así cantar en el karaoke. Descubrimos que había un montón de canciones, de todo tipo. Cuando vi una que me llamo la atención decidí inmediatamente cantarla.

– ¿Quien se anota a cantar "Every Time We Touch" de Cascada conmigo? – grite a mi alrededor, Kari se ofreció inmediatamente y las dos nos pusimos a cantar a todo pulmón sin importarnos nada más. Luego Mark canto con Diego "I'm a Barbie Girl" eso fue lo máximo. Vito y Andreina cantaron "Titanium" sinceramente no sé cómo no se rompieron los vidrios. Pero me reí como nunca.

– Hey V cantas conmigo una – me pregunto Chirs

– Claro, pero te advierto no soy la mejor cantante – dije parándome a agarrar uno de los micrófonos – ¿Cuál quieres cantar?

– "Señorita" de Shawn Mendes y Camila Cabello – dijo agarrando el otro micrófono mientras que yo seleccionaba la canción.

La verdad Chris canta, extraordinariamente bien, yo por otro lado arruinaba su canto con mi voz de adolecente en plena pubertad ronco. Mientras cantábamos el hacía "poses sexys" mientras que yo lo intentaba seguir con bailes sexys, que no son para nada mi fuerte. Escuchábamos la risa de los demás y eso hacía que nosotros mientras cantábamos nos riéramos. Ese momento fue inolvidable.

Pasaron como 30 minutos y Karina saco el chocolate caliente, era hora de poner el plan en marcha.

Un Destino InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora