Déjame Enamorarte (BoruSara)

Capítulo 6 : Desacuerdos

Le bastó pocos minutos para darse cuenta que la familia de Boruto era lo opuesta a la suya en varios aspectos, no solo porque era más alegre y enérgica, sino porque parecía más unida. Algo que casi no pasaba con los Uchiha/Haruno, porque la distancia y el poco afecto demostrativo; hacia que su relación sea áspera. De todas formas eso no sucedía con su hermano Ryuu, que si bien era parecido a su padre y a su tío Itachi, era más afectuoso y demostrativo con ella, su madre y en especial, la chica que le gustaba. Mientras los contemplaba en silencio, se sentó en una de las sillas, Boruto tenía el aparato con él y saludaba a sus familiares uno por uno, recibía los regalos con una sonrisa en sus labios y se notaba que estaba contento. Al fin conocía al supuesto pretendiente de su hermana, el aspecto era todo lo contrario a lo que él pensaba, no era delicado ni romántico, parecía un chico rudo y corpulento, más que él al menos.

Al quedarse frente a él, le estrechó la mano seguro y este lo miró con una mirada inexpresiva, era un poco más alto, por no decir que le llevaba una cabeza. Su hermana era pequeña y tenía fuerza, lo sabía porque desde chica hacía deporte y artes marciales, sabía que no era buena idea meterse con ella en una pelea. Ni mucho menos llevarle la contraria. A pesar de todo, el pelinegro miró su mano y la estrechó, se sorprendió al darse cuenta que tenía un sentido del humor bastante extraño.

-Un placer conocerte, Kawaki.

-Igualmente, hermano de Himawari-fingió con sarcasmo.

-Dime Boruto-aseguró nervioso.

-De acuerdo-dijo en seco.

Después de observar esa escena, ambos parecían llevarse de maravilla, le sorprendía que se pusiera adaptar tan rápido a personas que recién conocía. No pudo evitar sonreír. La voz de Himawari la sacó de sus cavilaciones, en especial porque le recordó algo, el beso que se había dado con Boruto. Al tenerla cerca su rostro se puso rojo. ¡Se había besado con Boruto hace menos de dos minutos y ahí estaban ellos como si nada! Corrió sus cabellos y se acomodó en la silla. La peliazul la notó tensa y le sonrió:

-Tu padre te manda saludos-confesó.

-¿Qué...?-tartamudeó.

-Conozco a tu padre, es el Comandante-sonrió amistosa-. No pensé que trabajarías aquí. Me alegro mucho por ti-sujetó sus manos. Ese gesto la sorprendió-. ¡Por favor, cura a mi hermano!

Sarada sintió que el peso vino a sus hombros de golpe. Tragó con fuerza, asintió con la cabeza y le aseguró que todo estaría bien. Más que todo ahora que ya era parte del Centro de Investigación y ayudaría a encontrar la cura. Sabía que estaba participando en un proyecto importante y no quería defraudar a nadie. Como era de campo todo el tiempo observaba al rubio y sacaba hipótesis, por la noche seguía leyendo artículos, libros e investigaciones sobre su infección. Si bien ya sabían lo que tenía, no tenían idea de cómo quitárselo para que deje de ser corrosivo para su pulmón.

-Haré lo mejor que pueda-le dijo.

Himawari le enseñó una sonrisa confiada y apretó sus manos con fuerza, miró hacia su hermano y luego a ella nuevamente:

-No puedo creer que mi hermano esté loco de amor por ti-rio divertida-. Me gustaría conocerte más. El fin de semana estoy libre, si quieres podemos salir de compras o a tomar algunos tragos, ¿te parece?

-Ah...-se puso nerviosa.

-No te preocupes, conozco a tu padre, sé que eres buena chica. El vive hablando de sus hijos a pesar de que es rudo y exigente-la palmeó-. Si mi hermano siente interés en ti, debe ser por algo y creo saber por qué-le guiñó el ojo.