Déjame Enamorarte (BoruSara)

Capítulo 10 : El sueño de Boruto

Sarada se había recibido con honores el año en que conoció a Boruto. Después de su graduación la contrataron para trabajar en un laboratorio donde trabajaba su madre y de allí comenzó su investigación para la creación del jarabe. Durante todo ese tiempo crearon diversos prototipos e hicieron pruebas constantemente. La enfermedad era progresiva, así que tuvieron que crear algo que impidiera ese avance, por eso era mejor ir directo a la causa. Erradicar lo que estaba incrustado en su pulmón. Ahora que Boruto había empezado el tratamiento su salud era estable e iba en progreso. Lo ideal sería que se recuperara en cuestión de meses. Esa era la expectativa de la Uchiha.

Sin embargo, había olvidado algo importante, ¿qué haría Boruto cuando pudiera recuperarse? ¿Cuáles serían sus nuevas metas? ¿Qué pretendía hacer de su vida? Tenía veintisiete años y podía empezar a cursar la universidad, pero ¿era el objetivo de Boruto? No lo parecía, pues ahora estaba enfocado en buscar la forma de adoptar a Riri y en mejorar su relación con ella. De camino hasta los refugios donde estaba su hermano, se preguntó qué era lo mejor para los dos y en especial para ella. ¿Era correcto que la adoptaran? Se ruborizó al pensar en la idea de un casamiento. ¿Querría ese futuro para ella?

Se detuvo frente a la habitación donde estaban conviviendo hasta que la guerra acabe, golpeó la puerta y esperó a que abrieran. Al hacerlo atendió una chica de cabellos albinos y de ojos negros, Nagisa Ueda. La chica bajó la mirada y la invitó a pasar. No sabía que estaba con su novia, de saberlo no hubiera venido a visitarlo, entró a la pequeña vivienda y notó que su hermano estaba preparando te. Ryuu se puso de pie y saludó a su hermana desde la distancia. Sarada le sonrió y se sentó a su lado. Le ofreció algo de te, negó con la cabeza.

—¿A qué venías?—preguntó Ryuu.

—En realidad venía a pedir consejo—dijo avergonzada.

Nagisa se sentó al lado de su novio y lo sujetó de la mano. Ya tenía quince años, iba al primer año de bachillerato y había empezado a salir con ella desde hace unos meses. Era una linda relación, solo que al parecer, no se llevaban bien como cuñadas. Había algo en ella que no le convencía. Parpadeó nerviosa. No sabía cómo empezar a preguntárselo. Tenía miedo de que se burlara de ella o creyera que iban muy rápido. Tal vez era cierto. Suspiró.

—¿Recuerdas la otra paciente que atendí en el hospital de Konoha?—él asintió confundido—. Su nombre es Riri Yumachi y tiene una relación muy unida con Boruto. Ella es huérfana y lo aprecia como un padre postizo—intentó hacer una pausa—. Ayer nos enteramos que le darán el trasplante, pero la llevarán al orfanato para que tenga una familia...

—¡Oh, eso es algo bueno! ¿No?

—Sí, lo es...—se tomó la sien—, pero Boruto quiere adoptarla. De verdad quiere que sea su hija.

Esa confesión lo dejó impactado. ¿Boruto quería adoptarla? Tenía lógica. De alguna manera se había encariñado con ella y estaba en edad para querer formar familia. Ryuu empezaba a entender hacia dónde apuntaba todo. Miró de reojo a su hermana y trató de analizarlo. Si ellos estaban en pareja, Sarada tendría que estar involucrada en esa decisión. Soltó un leve suspiro.

—Tu no tienes por qué interferir. No ahora. Todavía son novios y no es nada permanente. Ni siquiera están casados. Preocupate cuando sí lo estén—tomó un poco de te—. No quiero que me malinterpretes, no estoy en contra. Creo que estaré de acuerdo y te apoyaré, porque si eso sucede, será mi sobrina.

Tenía razón. Todavía ni siquiera estaban casados. Bajó la mirada reflexiva. De verdad quería adoptar a esa niña. Si se imaginaba criándola junto a él, quizá sonaba fantasioso e irreal, pero era un anhelo y lo amaba. Era normal pensar en esas cosas. Su mente estaba enfocada en curar su enfermedad, pero desde su reencuentro había empezado a creer en un futuro entre ellos como una relación estable. ¿Sucedería? ¿Boruto podría tolerarla o se cansaría de ella cuando la conociera de verdad? Tenía miedo.