Capítulo 9 : Riri Yumachi

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Riri ya sabía leer y había aprendido matemáticas básica. Gracias a los libros que le traía Hinata que eran los que él uso para aprender a su edad. No tenía ningún tutor porque no tenía el dinero para pagárselo, pero le había prometido que cuando salieran del hospital, le gustaría hacerse cargo de su educación. Al menos esa siempre fue su idea. Hasta ahora la única persona que lo sabía era Sarada. Nadie más. Porque se lo había contado el día que se fue del hospital. Boruto no le había dicho a su familia sus intenciones con Riri y el futuro de ella. Quizá sonaba como algo alocado, pero de verdad se había encariñado con la niña y ella ya lo atesoraba como su padre. Después de la revisión diaria, Boruto estaba intentando peinarla, o eso creía que hacía. Riri se reía por sus fallidos intentos y la poca paciencia que tenía al intentar recoger sus cabellos en una hermosa trenza. Sus cabellos albicelestes eran brillantes y suaves.

Soltó un quejido y maldijo para sus adentros, su boca tenía la coleta entre los dientes, y trataba de anudar sus cabellos de tal forma que al menos pareciera una. Riri estaba leyéndole un cuento que le había regalado Yanagi en su anterior cumpleaños. Un cuento clásico con animales como protagonista. Sintió el tirón de cabello y otro quejido.

—Uhm—masculló y giró su cabello con delicadeza. La coleta se cayó de su boca—. Ah, maldición. ¿Cómo hizo mi madre para peinar a mi hermana?—sujetó la coleta.

—No es necesario que quede perfecta, papá. Quedará bonita igual—sonrió y agregó—. Además es divertido.

—No te burles de mí, hago lo mejor que puedo...—masculló y el cabello se enredó—. Lo siento, Riri. Soy pésimo con estas cosas...

—Lo que vale es la intención—dijo al terminar de leer el cuento, cerrándolo, giró la cabeza—. Entonces...—lo vio concentrado—. ¿Están saliendo? ¿Son pareja?

Boruto sintió rubor en sus mejillas. Tragó saliva. ¿Estaban saliendo? ¿No era un sueño? Asintió avergonzado y la pequeña soltó una leve risita burlona. Ella parecía más contenta que él. El rubio ni siquiera podía creer que tuviera novia. Hasta le parecía una ilusión. Más porque Sarada era una chica muy bonita y estaba seguro que tenía muchos pretendientes, entre ellos, lo escogió. Eso le hacía sentir orgulloso. Riri estaba sentada sobre su regazo cruzada de piernas y viendo con cuidado algunos dibujos, quería hacer más grullas. Al terminar de armar el intento de trenza lo ató en la coleta y se desplomó en el respaldar, exhausto.

—Soy un desastre...

—Claro que no...—extendió el brazo y buscó su teléfono, se lo entregó—. Saquémonos una foto y muéstrasela a Sarada.

—¿Qué...?—tartamudeó sonrojado—. Se reirá...de mi.

Ella rio divertida y se sacó una fotografía. El Uzumaki se sintió avergozado y mucho más cuando al girar el rostro hacia la puerta, la vio parada con una expresión anonada. Ahora sí que moría de la vergüenza. Su rostro estaba rojo como un tomate y se tapó el rostro con la sábana. Riri se giró para verla, bajó de la cama y la saludó con la mano. Sarada se incorporó y acarició sus cabellos, al notar su trenza desaliñada enseguida se dio cuenta que fue obra de Boruto, en vez de burlarse soltó una leve carcajada. Boruto no dejaba de sentir pena.

—Te queda bonito, Riri.

—¿Lo ves?—le reprochó a Boruto—. Mamá dijo que...—se detuvo en seco.

Los tres se quedaron en shock. En especial Sarada y Boruto, que ni bien escucharon las palabras de Riri tan claras como el agua, sintieron zumbar sus oídos. El rubio se incorporó sobre al cama asustado de que ella lo malinterpretara y la pelinegra quedó en trance unos minutos, sin saber cómo procesar esas palabras. ¿La había llamado mamá? Riri sintió nervios y se tapó la boca, con una expresión de disculpas, no era su intención llamarla así, solo se le había escapado en un deseo de tener una madre. Miró asustada a Boruto, el chico se tomó la siente, iba a explicárselo pero Sarada se adelantó:

Déjame Enamorarte (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora