Don't mess up my tempo

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Solo ellas sabían todo lo que esa noche pasó. Ambas eran realmente buenas guardando secretos, más aún porque no era conveniente que la empresa lo supiera, ni mucho menos los fans. No toleraban las relaciones heteronormadas de sus ídolos, mucho menos aceptarían un romance homosexual. Aunque… ¿Romance? Tanto Akali como Evelynn no tenían un nombre específico para describir la relación que tenían pero, claramente, no era un romance y de eso estaban seguras.

Akali se concentró en su debut, sus compañeras de grupo la apoyaron y las tres hicieron sus nuevos desafíos como artista más llevaderos.

Ahri se quedaba con ella a practicar el canto. Cuando estaba cerca de la líder del grupo, Akali sentía que debía esforzarse el doble que estando con las demás, era muy consciente de que no podía fallarle a su líder, pues Ahri la había escogido y se mantuvo firme en su decisión de incluir a esa marginada artista callejera en el grupo aunque las chicas, el manager, la empresa o hasta los mismos fans se opusieran. La kitsune confió en ella y le dio la oportunidad de ser una chica KDA, mejorar su calidad de vida y saltar a la fama sintiéndose orgullosa de su arte callejero. La impulsó a mirar siempre hacia lo alto y mantener la ambición y la seguridad ante el mundo.

“Es tan bonita, ¿me dará la pasada así como Evelynn me la dio?” pensaba un poco como broma privada mientras Ahri hablaba sin parar sobre canto y lo mucho que le gustaba. Akali la contemplaba atentamente apoyando su mentón en la palma de su mano estando sentadas la una junto a la otra frente al enorme teclado.

—Las canciones no se cantan, cariño, las canciones se sienten, porque sentirla es lo que te ayudará a transmitirla a quien te escuche, es lo que hace que la gente ame tu voz y tu música; aunque no tengas una voz que precisamente suene "bonita", como Shakira, por ejemplo... Akali, ¿me estás escuchando?

—Lo hago —afirmó dejando caer su mano y enderezándose en la silla.

—¿Qué es lo que dije?

—Algo de que Shakira es una excelente persona.

Ahri soltó una alegre carcajada. Su risa sonaba tan linda y delicada como ella.

—Eres una chica realmente distraída.

—¿Qué es lo que les divierte tanto? —interrumpió Evelynn entrando a la sala en compañía de Kaisa. Llevaba en sus manos algunas bolsas con algo de comida rápida.

Ambas chicas dejaron de reír y Ahri movió la cabeza sin darle importancia.

—Solo le decía a Akali que no es lo mismo sonar “lindo” que sonar “bien”, la voz de Shakira no es considerada entre las más hermosas, sin embargo es única, ella canta excelente y, lo más importante, siente lo que canta.

—La voz de Shakira es hermosa —defendió Kaisa.

—Tan hermosa como tu nariz, Owen Wilson.

— Al menos no necesito disimular mi voz fea con mi enorme trasero.

Ouch.

—¡Es suficiente! —exclamó Ahri, enojándose.  

Afortunadamente una llamada entrante en el teléfono de Evelynn distrajo su atención, pero no por mucho pues rechazó la llamada sin más, aunque su expresión cambió a una notablemente más incómoda y molesta en solo cuestión de segundos y no era debido a la broma pesada de Kaisa.

—Voy al gym ahora, tengo un enorme trasero que mantener respingado como la nariz de…

—Evelynn~ —detuvo Ahri, demostrando que su histeria pendía de un hilo. Esas dos iban a matarla de los nervios algún día.

My Demon  [AkalixEvelynn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora