Especial Año nuevo: Unión de dos mundos

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20 de diciembre, departamento de Evelynn, 22:43 hrs

-Kali, por favor -gimió Eve boca arriba y totalmente desnuda sobre el piso de su departamento, Akali estaba desnuda como el día en que nació y apegada al precioso cuerpo tibio de su amada. Yacía de costado, demasiado cerca de su excitada chica y, como era de esperarse, estaba dándole placer.

La súcubo se corrió nuevamente a la vez que arqueaba su escultural cuerpo en el suelo. Su labio sangró y Akali la miró creyendo que algo malo había pasado, pero su fresa salvaje solo se había mordido el labio inferior demasiado fuerte como prueba irrefutable del extremo placer sumado a su orgullo demoníaco tratando de reprimir un inevitable y fuerte gemido, sin éxito.

Los largos y finos dedos de la ninja se adentraron en ese tibio cuerpo para acariciar el área ligeramente rugosa que abarcaba el punto G y de este modo, consiguió hacer que el orgasmo de su compañera se extendiera sin medida. Akali se inclinó hacia adelante y metió uno de los erectos pezones de su chica en la boca sin dejar de mover sus dedos en el interior de ese voluptuoso cuerpo. Su lengua se movió rápida sobre el pecho que tenía más cerca y percibió ligeramente la mano de Evelynn jalando su cabello para posteriormente empujarle la nuca hacia su centro, así no dejaría de hacer eso tan delicioso. La morena dio pequeños golpecitos con la lengua de un lado a otro y sus dientes rozaron el arrugado botón muy, muy suavemente.

-Más fuerte, Kali -pidió Eve sin aliento, echando su cabeza hacia atrás y levantando sus piernas porque la prolongación de su exquisito orgasmo le exigió encoger hasta los dedos de sus pies.

Kali encontró su propio placer en los gemidos de su bella demonia. Movió los dedos dentro y fuera de ella, metiéndolos hasta los nudillos mientras succionaba su pezón tirándolo también con sus dientes. Su respuesta fue un rudo jalón de cabello, pero Kali la adoraba todavía más cuando se ponía agresiva, y ella lo sabía. Eve sabía que su chica la quería tal cual ella era, sabía que ambas podían encontrar el más dulce de los placeres solo admirando la belleza de sus cuerpos desnudos o acariciándose en la oscuridad con lentitud y ternura.

La joven ninja sonrió con suficiencia.

-Kali -comenzó a susurrar Evelynn, llevando dos dedos a su preciosa boca roja con el labial intacto para acariciar su labio inferior herido.

-Mande -susurró la ninja, levantado la cabeza.

-Yo...

La súcubo se cubrió la frente y los ojos con el antebrazo, Akali pudo ver como su chica se sonrojaba todavía más. Lo notó porque hasta sus orejas cambiaron de color.

- ¿Tú qué? ¿Quieres que coma de tu preciosa...

-¡NO LO DIGAS! -Apretó las piernas con su intimidad humecida hasta los muslos. Sentía esa extraña mezcla entre risa, vergüenza y ni hablar de la corriente placentera que subía como fuego por todo su cuerpo, y solo con imaginar a su chica lamiéndola.

Era una demonia, sí. Que no sabía amar, decían. Que era rebelde, manipuladora, ególatra, grosera decían, pero ninguno de ellos la conoció de manera tan íntima como esa chiquilla con aires de adulto.

Akali se levantó con calma, hizo a un lado la pierna de su chica, separando ambas extremidades. Le encantaba torturarla y hacer que se llenara de anticipación.

Evelynn apretó las nalgas de su chica con las manos para evitar que se moviera mientras ella se ondulaba debajo de la ninja. Akali sintió las uñas largas pintadas de borgoña mate y preciosas marcando la piel morena de esa humana que le pertenecía. Restregó el clítoris contra los labios mayores de su compañera. Akali la animó. Quería que hiciera lo que su cuerpo mandara de manera natural, porque no había nada más sexy que una mujer empoderada buscando su propio placer porque eso era lo que la volvía loca.-Eso es, mi nena. Utiliza mi cuerpo para tu placer.

My Demon  [AkalixEvelynn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora