18 La boda

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Llegó el sábado tan rápido. 

Jueves y viernes ayudaste con el calentamiento de los reclutas, tras ello estuviste enseñándoles a ocupar la espada en un combate cuerpo a cuerpo durante hora y media, ya que te ibas a supervisar que las cosas estuvieran bien para la boda. El jueves compraste tu vestido y lo dejaste en casa de Viviana, ya que ahí sería de donde saldrías el sábado en la mañana.

Estabas ya lista para casarte, terminaron de arreglarte y subiste al carruaje. Sólo ibas viendo el paisaje y de repente vinieron a ti unos recuerdos del día anterior


Flasback


Ayer inesperadamente escuchaste de Erwin ya tenían la casa donde vivirían y que irían a verla. Él prometió que ambos la elegirían. Cuando iban en camino le reclamaste por eso, pero aun así él dijo que te explicaría todo llegando allá. Te enfadaste, pero como sabías que Erwin era igual de necio que tú, ya no le discutiste nada. Cada vez se alejaban más de la ciudad. La casa estaba dentro de la muralla Rose, al suroeste, entre el distrito de Yalkell y el de Hermia. Realmente estaba alejada de la ciudad, ya estaban a más de cuatro km del último pueblo que pasaron.

- Es esa – te dijo señalando una casa a la distancia. Erwin se veía feliz. No dijiste nada. Llegaron y amarraron a los caballos (el de él y tu yegua) a un pedazo de cerca. - ¿Te gusta?

- Es ... grande... pero no más que la casa donde crecí – le dijiste - ¿Vamos a entrar?

- Claro ven – Erwin y tú cruzaron el pasto que estaba algo crecido

- Oye y hasta dónde llega el terreno, es decir ¿Cuánto es de ... nosotros?

- Hasta ahora más o menos 500m a la redonda de la casa. - te dijo 

- ¿Cómo la encontraste? – le preguntaste sorprendida – Habrá sido un dineral y tú no me dejas ayudar.

- El señor Zacklay es el responsable,la casa es su regalo de bodas para nosotros. Yo compré los metros. - metió la llave - Habrá que cercarlo. – terminó abriendo la casa – Está algo alejado de la civilización, lo lamento.

- No te preocupes, sirve que tenemos nuestra privacidad – terminaste – Me gusta que no haya gente chismosa alrededor, aunque tendré que cabalgar cuatro kilómetros para ir por las compras.

- La casa realmente no es muy nueva, pero tampoco tiene años. Aun son de madera los pisos – los pisó - y la casa está algo abandonada – tocó las paredes. Eran de concreto – Habrá que hacerle unos ajustes. - ¿No vas a pasar? ¿No te gusta?

- No es eso, sólo la miraba... - pasaste. La casa era abierta. - Lo que podría ser la sala o recibidor sería aquí – le dijiste a Erwin. Él te miraba – Allá estará el comedor y a su lado la cocina. – fuiste más al fondo – Es grande, si estará bien aquí la cocina. Podríamos poner una puerta corrediza para que dé al patio trasero, debería comprar un lavadero y acá estarán los tendederos, compraré unos lazos y unos palos. Acá adentro debería haber una chimenea. ¡¡Los cuartos!! – corriste por las escaleras que viste, iban al piso superior. 

No lo viste, pero sentías la presencia de tu prometido cerca de ti. Tal y como abajo, la casa era grande. Abriste todas las puertas - ¿Cuál será nuestra recámara...? – preguntaste para ti

- Este cuarto es el más grande – te dijo abriendo otra puerta

- Si es muy grande...Además también tiene baño – dijiste, ahora para salir a la terraza que había en la parte superior – Es bonito, podríamos poner unas sillas por aquí. ¡¡Cierto!! No vi el cuarto de allá abajo - Corriste y lo abriste, era como un garaje. Saliste de la casa

Maldito matrimonio, me hiciste muy feliz. (ERWIN X READER) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora