21 Mis adorados hombres; Erwin y Armin

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Durante los siguientes tres meses y medio, fueron a su casa a poner el piso y los azulejos de los baños y la cocina. Terminaron un poco más rápido de lo que esperaban.

- Parece que esto va yendo bien – le dijiste a tu marido mientras cabalgaban por el pueblo. Era sábado.

- Esta vez cercaremos el terreno. Será lo mejor que podemos hacer

- Si concuerdo con eso... Oye y ¿Para qué son los palos?

- Dijiste que podríamos poner los tendederos, vi oportuna la ocasión así que los traje. Pasaremos ahorita a ver unos lavaderos. Si alguno te gusta no lo llevamos. Traje dinero.

- Que bien. Siento que ya podría vivir allí. Estoy emocionada – le comentaste a tu marido con una sonrisa

- Me siento feliz de que te guste. Es allí vamos

Desde que entraste te enamoraste de ése lavadero color hueso y Erwin y el vendedor sólo pudieron apreciar tu cara de felicidad y los brillos que desplegabas. Tu marido no lo pensó dos veces y se acabaron llevando el lavadero junto con las demás piezas para montarlo en la casa.

- Tal vez me ponga celoso de ése lavadero – te dijo en broma tu marido, ya que desde que lo puso no dejabas de hacerle ojitos.

- Ya perdón, ¿ahora si cercamos el terreno? – dijiste tomando las maderas color blanco.

- Vamos entonces – Cargaron unas maderas y comenzaron con la tarea. Erwin martillaba mientras tú acomodabas las maderas

Les llevó tres semanas cercar el terreno.

- Pues faltan los muebles y pintar – dijiste tirándote en el pasto

- Ya cada vez falta menos .... ¿Qué sucede con Armin? – te preguntó de repente

- No le pasa nada

- Que mi soldado tenga problemas emocionales me preocupa puesto que dentro de poco haremos otra expedición

- ¿Otra?

- Así es, simplemente verificaremos que no haya más titanes.

- Ya veo

- Así podremos salir libremente y formar una base militar con botes en el puerto

- Mmm

- ¿Entonces?

- De qué – te hiciste la desentendida

- ¿No vas a decirme?

- ¿Y por qué tendría yo qué saberlo?

- Porque Armin y tú comparten una estrecha relación, eres con quien acude cuando quiere platicar, tomar consejos, cuando está triste y a pasar el rato ¿No es suficiente?

- ¿Por qué no le preguntas tú?

- .......Armin y yo no somos tan cercanos. Pareces su mamá

- Entonces si yo soy su mamá, tú eres el papá.

- ......No digas eso....... Armin no me vería jamás de ése modo, él y yo somos comandante y soldado.

- Y ¿no te gustaría...?

- No se puede querida

- ¿Por qué no? – le preguntaste

- Porque no. No sería bien visto, se hablaría de que tengo preferencias y no quiero meterme en problemas.

- Ay por favor – dijiste parándote para irte. Cuando sentiste cómo te jalaban y te sentabas de nuevo - ¿Qué?

Maldito matrimonio, me hiciste muy feliz. (ERWIN X READER) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora