I

290 61 85
                                    

En aquel cálido ambiente, mi cuerpo se movía con elegancia. Intentando seguir el compás de alguna canción. Sosteniendo el arco del violín, el cual desplazaba en el aire. Manteniendo una postura perfecta. Todo esto por ver tu sonrisa; mostrabas tanta felicidad sin poder escuchar aquella música, sin embargo, aunque de todas formas si tus oídos fueran capaces de captar el ruido, descubrirías que todo es una farsa.

Posiblemente solo un centímetro se encontraba en distancia, entre el arco y las cuerdas. No sé tocar violín, no sé que hacer con mi vida, soy solo un objeto de burla y humillación; excepto para ti.

—Suficiente práctica por hoy —dije, deteniendo mi actuación. Estiré mis músculos y guardé el instrumento en su forro negro.

Mientras seguía agachado, acomodando mis cosas, sentí algo rozar contra mi frente. Alce la vista, un pequeño trozo de papel el cual me entregabas causaba la molestia.

"¿Estás muy cansado?"

«Si, de mentirte siempre»

Negué con la cabeza, pero no dejaste de observarme. Te colocaste a mi altura, posaste tu mano sobre mi frente y lentamente la llevaste hasta mi mentón.

Tus ojos café me atraparon. Para mi eran únicos, porque están en ti. Marrón para los demás, un arco iris para mi, acompañados de largas pestañas. Tus finos labios, decorados con un color parecido al melocotón. Piel bronceada, perfecta y suave al tacto.

«¿Acaso nunca te dio acné? Idiota, me haces sentir feo»

Y esa cercanía, simplemente para dedicarme una sonrisa e irte a la cocina.

No sabes cuanto daño me hace eso, como mi cuerpo se calienta cuando lo tocas. Aun así, solo puedo guardar silencio y complacerme a lo lejos.

Aunque peor soy yo, me excito tanto, a pesar de que creo que eres cruel. Si, tu comportamiento solo lo hacía mejor. Gracias, por darme tanto sin saberlo.

Sentir en silencio (Gay/yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora