Capítulo 24 - Derrota

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                       Edward   -  3 Dias Después

Alguna vez han tenido ganas de asesinar a dos chicas? Pues yo si... y es justo este es uno de esos momentos en los que ya eh imaginado mas de una forma de hacerlo sin dejar rastro alguno, sin testigos. Bastante simple si me preguntan a mi.

-" Podrias porfavor  dejar de moverte?"  escuche un poco de desesperacion en ella, lo cual es raro porque jamás me habla asi pero me importa un carajo como me hable en estos momentos; Porque? Bueno, porque Julieta trataba de quitarme la estupida venda de nuevo, como debe hacerlo cada dia antes de irse, segun ella, pero ni loco dejo que esta loca me toque de nuevo, siempre que me revisa o me cambia la venda termina apretando mucho y haciendo que duela. Pero esta vez no quiero, no quiero , no quiero. Y no lo hara y punto.  Esa mierda duele. Y Mucho. Muchos dirran que soy un niño mimado pero adivinen que idiotas? NO ME IMPORTA. 

-" Deja y vete Julieta, no me quitaras nada."  Me cruce de brazos viendo en otra dirección para no tener que ver ni a Julieta ni a Olivia. Si, Olivia estaba aqui, aunque no para ayudarme a mi, casi siempre estaba de lado de Julieta. Como lo estara hoy, de nuevo. Ha estado aqui todos los dias desde que las horas de visita empiezan hasta que terminan, y a veces con ayuda de Julieta se queda a dormir para hacerme compañia en este lugar de mierda.

Pero por ahora Sé muy bien que con una mirada de Olivia es mas que suficiente para sucumbir a los reproches estupidos de Julieta asique si no la veo no pasara. Buen plan no?

Aunque ella esta muy metida en su libro como para darse cuenta de que Julieta necesita su ayuda. Así que mas puntos para mi.

-" Si no dejas que te cambie la venda, le dire a la enfermera Rose que te de tu baño ella en lugar de hacerlo yo, Y sabes muy bien que  eso le encantara" mis ojos se abrieron como platos, ella no sería capaz, o si? No no no no. Nooo, nope, noo,  Esa enfermera tenia fama de dos cosas que no le agradarian a nadie en su sano juicio.  Y una de ellas era que le gustaba tocar a sus pacientes jovenes y con carne. Como yo.

-" Eso creí, ahora podrías porfavor dejar que te cambie la venda. Prometo que no dolera." Ella se acerca mas a mi y pude ver de nuevo esos ojos que hacen que enseguida quiera decir que si a cualquier cosa que...- No No No . Mierda. No.

-" Al carajo tu promesa, siempre que me tocas algo me termina doliendo." Escuche como chasqueo la lengua y dejo ir un largo suspiro. Espero que ya haya entendido que no dejare que me toque. Aunque hay cosas que me encantaria que sus manos tocaran. Y ahora que lo pienso... tengo una excelente idea... Brillante. 

-"Si me duele, aunque sea un poco, tu me daras los baños siempre.  No Gabriel, no la enfermera Rose.  Tu. Tu lo haras." Deje que mi mejor sonrisa ganadora saliera de nuevo y puse mis brazos detras de mi cabeza, lentamente no estirandome mucho porque los puntos dolian como el infierno mismo, mientras veía como ella debatia en su cabezita. Mordio su mejilla y dejo salir u  suspiro antes de verme de nuevo.

-" Esta bien, mientras tu no te quejes más y hagas caso." Me apunto como si fuera mi madre y yo sonrei victorioso. Esto puede ser mas divertido de lo que crei.

Quite mis manos de detras de mi cabeza e hice el movimiento menos doloroso para que pudiera levantar mi bata lo suficiente como para dejar ver todo mi torso.

Julieta nunca parecio sorprendida en lo mas mínimo a la vista de mis tatuajes o de las múltiples cicatrices que los cubren. A ella no parecia afectarle en lo mas minimo. Nunca pregunto nada sobre las cicatrices o por los tatuajes. Su mirada siempre fue dulce respecto a ello. Nunca una mirada de asco o de curiosidad... siempre de comprensión y dulzura.

Si Me Quieres a Mi, Te Encantarán Mis HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora