Capítulo 13

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Por la mirada de Hoseok pudo corroborar cuan inusual estaba siendo su actitud. El castaño parecía tan sorprendido como confundido. Sus ojos destellaron y desvió la mirada.

Seguramente a su alfa también le afectó la sumisión del lobo de Yoongi. Algo así era natural para la mayoría, pero no para ellos. No para ellos que tenían una amistad tan estrecha.

Eran alfa y omega, era lo natural, como también lo inusual.

Así, en esa posición de rendición, el azabache continuó observando a su mejor amigo. Podía notar su nerviosismo, como su parte animal y la racional estaban disputándose el control. Hoseok era tan fuerte. Él solo había resistido unos minutos contra su lobo, en cambio, el castaño se esforzaba y lograba retener a su alfa por más tiempo.

Recordar aquella cualidad en su estado, no era lo mejor. Lo sabía, pero era imposible no hacerlo. Hoseok tenía tantas virtudes, en parte por eso era su mejor amigo. Yoongi no se conformaría con cualquiera siendo su amigo, debía tener a alguien excepcional y sin dudas, el castaño lo era.

Bailarín, rapero y compositor. Sabio, comprensivo y atento. Amable, solidario y entusiasta.

¿Por qué su mejor amigo tenía que ser el mejor alfa que había conocido alguna vez?

¿Por qué no podía ser un alfa idiota y orgulloso como los demás?

Quiso avanzar así, aún de rodillas, pero un gruñido lo detuvo. Alzó la mirada y observó al castaño apretando los dientes con la vista enfocada a un lado.

Evitaba verlo, quizás en un intento de no caer ante sus instintos.

—No lo hagas, Yoongi —dijo con voz forzada —no hagas algo de lo que te arrepentirás más tarde.

Hoseok era tan buena persona que definitivamente se merecía una medalla al honor. Su lobo interno le dijo que sería un honor entregarse a él. El azabache no supo interpretar si se debía a sus instintos o no, pero estaba seguro de que coincidía en aquello.

Quería responderle, algo, lo que fuese. No le gustaba la situación de no contestar cuando el castaño le hablaba. Ellos eran muy cercanos, podían estar seguros con el otro, podían decirse lo que fuera. Incluso que su lado animal había ganado la batalla y ahora estaba rogando porque lo tomase.

¿Debía ser vergonzoso? ¿Extraño?

—Solo vete del departamento —volvió a hablar Hoseok —no hay necesidad de que conversemos sobre esto. Podemos simplemente fingir que nunca sucedió.

Fingir que nunca sucedió.

El lobo de Yoongi se encogió ante esa frase. No quería que eso pasase. No quería que actuaran como si no recordasen lo que estaba sucediendo en ese momento. Sobretodo si lograba que lo tomase.

El azabache mismo no pudo evitar sentirse triste por ello. De alguna manera se sentía como un rechazo diferente al que había estado recibiendo.

Hoseok y Yoongi tenían una historia juntos, el hecho de ignorar alguna parte se sentía incompleto, vacío e insensato. Ellos eran un todo que debía prevalecer a pesar de las circunstancias.

Quería decir algo, reclamarle al castaño por tal proposición. Sin embargo, no lo hizo. Su lobo pensaba que ahora eso estaba en segundo plano. Necesitaba ser tomado por aquel alfa y lo conseguiría.

Volvió a dar otro paso de rodillas, como si hacerlo no fuese humillante. Supo que el alfa lo miraba de reojo, pero no esperó respuesta. Dio otro paso y lo escuchó gruñir.

No le daba miedo. Sabía que se trataba de una advertencia. Le estaba dando la oportunidad de irse antes de que todo sucediese.

Hoseok nunca le haría daño, intentaba cuidar su amistad aunque la situación fuese tan difícil. Se merecía tantas cosas y entre ellas, el lobo del azabache aseguraba estar incluido.

Cuestionando intenciones - Hopega OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora