Cuestionando intenciones - Hopega Omegaverse

Capítulo 24 (Final)

La sorpresa volvió a bañar el rostro de Hoseok. Aunque ahora se hallaba acompañada de confusión y escepticismo. Parecía entender lo que el omega había dicho, más no parecía creerlo.

Yoongi se relamió los labios impaciente. Su mirada en sus piernas después de decir aquello. Los segundos pasaban rápidos y misteriosos.

No quería volver a hablar, se le dificultaría hacerlo luego de aquella declaración. Sin embargo, el silencio lo estaba atormentando. Ninguno decía nada y eso lo hacía pensar que quizás había actuado de manera incorrecta.

¿Tal vez debió dejar que Hoseok siguiera con su monólogo?

Sus manos que permanecían en sus muslos apretaron sus pantalones cuando de repente escuchó su voz. Una gota de agua en medio del desierto.

—Entonces, ¿dices que no te forcé? —preguntó sonando dudoso.

Yoongi negó con la cabeza. Ahora estaba seguro de ello. Su lobo no había sido el único en querer entregarse aquel día.

" Ese día fue único " dijo su lobo. Asintió mentalmente, era cierto.

—No, claro que no me forzaste.

Sus palabras tan suaves y reales.

—Pero estaba en mi celo, desprendía mi olor involuntariamente tratando de llamar a algún omega —replicó.

" Y estoy agradecido de haber sido yo quien llegó antes de alguien más " pensó el azabache. Su lobo interno estuvo de acuerdo.

—Lo sé, —afirmó serenamente —sé lo que implica el celo de un alfa.

—Pero, entonces...

—Tu celo pudo haber incentivado de cierta forma a mi omega, es verdad —lo interrumpió —más allá de eso, estoy seguro de que habría podido resistir un poco más.

De repente se sintió un idiota. Estaba por decir en voz alta lo que había ignorado por tanto tiempo.

—No creo al cien por ciento que eso fuese posible —contradijo el castaño —Soy un alfa, tú un omega y...

—Yo sé cómo fue, —lo interrumpió con tono firme —tú no puedes decirme cómo me sentí en ese momento.

El ambiente se volvió más tenso. El silencio volvió a reinar por unos minutos.

—Lo que intento decir —retomó Yoongi relajándose un poco —es que no fue enteramente tu culpa, yo también cedí y no debes tratar el asunto como si fueses un vil oportunista.

Entonces levantó la mirada y observó a su mejor amigo. Ya no se veía tan triste como antes, la confusión seguía presente en su rostro, pero el omega confiaba en poder transformarla. Por fin estaban aclarando las cosas, todo estaría bien.

—¿N-no lo soy? —preguntó Hoseok con labios temblorosos.

El azabache quiso tomarlo de las mejillas y darle un suave beso para calmarlo. De igual manera, se contuvo, no era el momento.

—No, —negó con la cabeza sonriendo —por supuesto que no lo eres.

—Pero... mi olor debió...

El omega colocó una mano en su mejilla haciéndolo callar. El contacto hizo a su lobo retorcerse de gusto.

Eso no era algo normal en los mejores amigos, lo sabía y estaba perfectamente bien con ello.

Respiró profundo y se preparó para lo que diría.

—Admito haber estado ansioso y confundido cuando entré aquí ese día. Percibí tu olor a chocolate con nueces y me sentí morir. Me estabas llamando y mi lobo luchaba contra mi lado racional para ir contigo. Mi mente me decía que no podía hacerlo, éramos mejores amigos, tener relaciones era totalmente inadecuado. No podía simplemente tirar por la borda todos nuestros años de amistad, por ello luché por un rato contra mi omega.