Capítulo 20

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Dado a que le había gritado viéndolo a los ojos, pudo ver en primera fila la reacción del castaño. Sus ojos abiertos y quietos en señal de sorpresa. Su boca entrebierta. Su único movimiento se debía a su respiración.

No esperaba hablar de ello, ¿o acaso no lo recordaba?

Su lobo se encogió con tristeza de solo pensar en lo último. La idea de no ser siquiera un recuerdo lo deprimió. Quería significar algo para el alfa.

—¿Así que quieres conversar sobre eso, eh?

El azabache no levantó la vista del suelo, había permanecido así desde segundos después de gritar. Tenía vergüenza de mirarlo. Normalmente no le intimidaba la idea de gritarle a un alfa, pero esta vez era diferente. Su lobo se mostraba completamente sumiso frente a Hoseok mientras que su lado humano pensaba que no era adecuado tratarlo de manera brusca.

El tono del castaño había sonado más serio, ya no tan comprensivo. Eso le dio pánico.

—Así es —dijo asintiendo con la cabeza sin observarlo.

—¿Sobre qué parte en específico?

Yoongi lo pensó. No sabía por dónde comenzar. Ese tema era tan complicado.

—¿Sobre como no avisé que faltaría a nuestra reunión porque había llegado mi celo? —preguntó a los segundos.

Su tono sonaba burlón, casi sarcástico. Algo muy raro en él.

—¿O sobre como te repetí que te fueras y no lo hiciste?

Ahora estaba enfadado, eso era seguro. Estaba enfadado con él y el omega solo podía mirar hacia el suelo.

—¿Sobre como cerré la puerta de mi habitación y aún así forzaste la cerradura?

Sin dudas, recordaba lo sucedido. Recordaba a la perfección como el azabache había colaborado para que todo sucediese.

Tragó saliva como si estuviese recibiendo un sermón de alguien superior.

—¿Sobre como te importó una mierda lo que te dijera y te sentaste en mis muslos?

Se estremeció recordando el calor que había emitido esa noche el alfa. A través de sus jeans había sentido como su piel casi hervía y había querido más de ello. Deseó pegarse completamente a ese cálido cuerpo.

Un jadeo escapó de sus labios al pensar en lo que había ocurrido luego. Los labios del castaño unidos a los suyos. Sus manos acariciándolo con delicadeza y anhelo. Su boca dejando besos en su piel.

Inmediatamente y sin pensarlo, llevó una mano a su entrepierna y sintió como empezaba a erguirse. Agradeció que la mesada no le diera vista de aquello al castaño.

—Responde, Yoongi —ordenó seriamente.

—Yo... yo no sabía... —intentó decir sin mirarlo aún.

—¿No sabías? ¿Qué no sabías? —cuestionó con incredulidad —¿lo que sucede cuando un alfa está en celo?

El azabache negó con la cabeza.

—¿No sabías que te tomaría contra tu voluntad si era necesario?

—¡No lo hiciste! —reclamó observándolo por fin —Tú no lo harías —agregó en tono más bajo.

Las facciones de Hoseok se mostraban duras y marcadas. Su ceño fruncido en evidencia que no estaba cómodo hablando del tema.

—Aún no sabes de lo que es capaz un alfa en celo.

—Tampoco quiero averiguarlo —Su lobo susurró " No con alguien que no seas tú ". —Aún así, —volvió a hablar —no me tomaste contra mi voluntad.

Sintió sus mejillas arder, debían estar muy rosadas.

La mirada del castaño dejó de parecer enfadada, solo un poco, para mostrarse más atenta. Expectante a lo que el omega tuviera que decir.

—¿No fue así?

—No, —tragó saliva —yo también lo quería.

Unos segundos de silencio. Sus miradas en el otro.

—Tiene sentido, —dijo el alfa girando y caminando hacia la sala —he leído que en ocasiones los omegas suelen ceder ante el olor de un alfa en celo —corrió las cortinas para que entrase más luz por la ventana.

" No, no fue por eso " dijo su lobo.

Yoongi tragó saliva inquieto por las palabras de su lobo. ¿Qué significaba eso?

—No sabía eso.

—Resulta interesante, —dijo acomodando los almohadones del sofá y sentándose allí —a veces los alfas sueltan con tanta intensidad sus feromonas que los omegas terminan casi entrando en celo igual que ellos al olerlas —comentó encendiendo la televisión.

Las voces de los distintos programas retumbaron en el departamento. De repente parecía que su charla había terminado. Casi todo inconcluso de nuevo. 

No era justo. Yoongi no había ido allí para recibir aquello. Él quería respuestas.

Fue hasta el sofá y se sentó. No tan cerca, ni tan lejos.

El castaño siguió con los ojos en la pantalla.

—Hoseok —lo llamó.

Este volteó a verlo sin decir una palabra. Su mirada neutral.

—Aún quedan cosas por aclarar —dijo convencido.

—¿Como cuáles? —preguntó el alfa.

Lo pensó. Debía ser convincente, demostrar que no todo era tan simple como lo estaba pareciendo en ese momento.

—Muchas.

—Dime cuáles —pidió calmado.

¿Qué debía decirle? ¿Por qué nada llegaba a su cabeza?

—Yo... —intentó decir.

—¿Tú...?

—Es que...

—¿Qué sucede?

Debía decir algo, no tenía sentido quedarse callado. Al no estar con Hoseok su mente se llenaba de dudas y al tenerlo enfrente parecía haberse despejado de estas. No era lógico. ¿Por qué ocurría?

—Nosotros... —intentó que su voz sonase calmada mientras miraba el suelo—... nos hemos acostado siendo amigos... Eso no es normal, ¿acaso te acuestas con tus demás amigos?

Al hacer la pregunta, su pecho dolió imaginando una afirmación como respuesta. No quería saber que tenía otros amigos con los que había hecho lo mismo, aunque Hoseok era alguien muy sociable. Puede que así fuese.

—Yoongi, mírame —su voz pareció contenida en enfado.

El omega lo obedeció. Su expresión se veía seria y hasta ofendida, como si su comentario hubiese sido una completa tontería.

—Te diré esto solo una vez, —advirtió—nos conocemos desde hace años, deberías saber a la perfección que no suelo mezclar la amistad con sexo.

Se sentía un idiota, claro que él lo sabía. Conocía a Jung Hoseok, era estúpido pensar eso. Se sintió pequeño, vulnerable, y sin sentido. Tenía que decir algo para no parecer más tonto de lo que se sentía.

Sus palabras fueron más rápidas que sus pensamientos y pronuncio lo primero que se le ocurrió.

—Y entonces, ¿qué me dices de Jisoo?

Cuestionando intenciones - Hopega OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora