Cada actividad llevada a cabo en la competencia tenía una serie de normas que naturalmente debían respetarse. En el caso del tiro con arco fueron bastante concisas y fáciles de cumplir. Cerca del campo de entrenamiento había un terreno de caza separado por una barrera mágica de alto nivel. Dentro de ese recinto de paisaje abrupto, miles de maniquíes de papel se escondían entre colosales rocas, pero, pesar de ser inofensivos, un centenar de ellos habían sido poseídos por fantasmas. Por ende eran los únicos objetivos que los competidores necesitaban derribar para acumular puntos. Si la flecha lanzada no conseguía su cometido, entonces el discípulo abandonaría la competencia de tiro con arco después de que una bengala negra apareciera en el cielo. Si acertaba, dicha bengala se mostraría con el color característico de su secta y el concursante podría permanecer en la cacería. Finalmente se sumarían los puntos obtenidos de cada uno y se darían a conocer los cuatro ganadores mediante un comunicado.
―¡Desbloqueen el sello!
Tras la supresión de la barrera, las filas de cada secta ingresaron en el campo. No obstante, al no ser un trabajo en equipo, todos se dispersaron buscando los maniquíes poseídos individualmente o en parejas.
Pese a haber dado un par de vueltas alrededor, ni una sola bengala fue arrojada, así que en la secta Yunmeng Jiang se lo tomaron con calma. Sin embargo, el tiempo transcurrió sin ninguna noticia en el bosque de piedra y comenzaron a perder la paciencia. Entonces el desconcertado Peng Shao se animó a romper el silencio del grupo.
―Llevamos un buen rato caminando... ¿Dónde están los objetivos?
Jiang Wanyin suspiró con la duda palpable en su cara. Esa era de hecho una muy buena pregunta.
―Será mejor que nos separemos también ―comentó. Los demás estuvieron de acuerdo con la idea.
―Cuanto más dispersos mejor, ¿no? Encontrémonos en la salida ―agregó Wei Wuxian―. ¡Suerte!
Estos dos hermanos decidieron adentrarse juntos, mas aun huyendo de las zonas ensombrecidas, la bruma que cubría la superficie suponía una limitación para cazar. Wei Wuxian tensó el arco y le dedicó una ojeada al cielo.
―No hay ni una sola bengala ahí arriba, hahaha. Estoy empezando a pensar que nos engañaron y no hay maniquíes poseíd...
―¡Los encontré!
―¿¡Ah!?
Antes de que pudiera soltar el extremo de la flecha, Wei Wuxian se apoderó rápidamente de ella. El rostro de Jiang Wanyin se contrajo en una expresión de fastidio, le dio una mirada hosca y rugió:
―¿Qué mierda haces?
―¡Salvar tu trasero! Jiang Cheng, esos no son maniquíes poseídos. Mira, mira.
En efecto, eran maniquíes de papel ordinarios que no tenían ningún aura fantasmal alrededor de ellos, pareciendo hasta reacios a acercárseles. Jiang Wanyin bajó el arco con lentitud y chasqueó la lengua, sus brazos aún temblaban de emoción. De pronto, una mano golpeó su hombro y lo zarandeó levemente. Puso los ojos en blanco y preguntó con irritación:
―¿Qué pasa ahora?
Wei Wuxian rio por lo bajo y señaló hacia arriba.
―Ahí.
Flotando en el cielo, por encima de las grandes piedras negruzcas, las seis criaturas ya habían reparado en su presencia. Esta vez sí se trataban de maniquíes poseídos puesto que su apariencia era feroz y espeluznante, con ojos rojos como gotas de sangre fresca y el símbolo de la diana en la frente. Cada uno de ellos emitía gritos ahogados al abrir sus fauces y enseñar su afilada dentadura, siendo esta la señal que necesitaba Jiang Wanyin para acomodar otra flecha y apuntar a los objetivos. En total, Wei Wuxian reunió tres puntos mientras que Jiang Wanyin se quedó con dos. El objetivo restante había huido.
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「Cuarzo cristalino」| WangXian | Mo Dao Zu Shi
FanfictionDonde el revoltoso Wei Wuxian vive por el dibujo, pintando paisajes de una manera que sólo él es capaz de hacer y retratando la belleza y firmeza de las mujeres en el papel. Sin embargo, un viaje a Yun Shen, la residencia de la secta Gusu Lan, y un...