Capítulo 10

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16 de Septiembre del 2014

—Gracias por escucharme. —murmuré terminando mi discurso, llevaba ya demasiado tiempo hablando sin parar que la garganta se sentía seca y yo un poco expuesta.

—De haber sabido que tenías un tremendo monologo de más de treinta minutos, hasta te recogía para ir a casa. —declaró Jack en lo que suponía ser tono de burla, sin embargo, se notaba que esta más sorprendido que nunca.

—Hablé de más.

—Hablaste, dejemoslo así. Por una vez en tu vida hablaste y no te quedaste callada solo pensando lo que creías.

—¿Y? .—pregunté, la conversación estaba llena de pausas, cada vez más pesada y aunque requería cierta seriedad, me volvía loca el hecho de que se centrara cada tic tac del reloj en mi persona.

—Por primera vez no tengo nada que decir.

Resoplé, saltarse la primera clase para hablar con alguien que al final no te diera ni un solo consejo no parecía un buen plan.

—Estaré sola, eso es todo. — dije después de un silencio que parecía eterno, se me estaba haciendo incomodo el asunto.

—Andrea debe estar molesta porque la estas evitando

—¿Quién dijo que hablo de ella?

—Te acabas de delatar, yo pensé que habíamos cambiado de tema. — carcajeó —Lo de Andrea era por su repentino cambio de actitud.

—No tengo amigos, eres mi único amigo y te pones sabiondo en el momento menos indicado

—Si te molesta entonces lo usaré en mi favor ahora. No te líes con Steven.

—Solo fue un gotcha.— Pausé —Y un libro.

Cuando terminamos de compartir por largos minutos nuestras opiniones, llegué a una conclusión, lo que había ocurrido en los últimos meses era todo un desastre, fue entonces que salimos de la camioneta, el punto de reunión que había sido testigo de tantos de mis secretos.

Necesito una limpia.

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Por el amor de Dios, espero que no se le haya ocurrido contar nada.

—Hey, Emily ¿Por qué huyes? .— interrumpió Andrea en cuanto me dispuse a huir discretamente después de cerrar el locker. De nuevo podía notar su energía y seguridad, me estaba jodiendo.

—¡Hola! ¿Cómo están? .— dije increíblemente efusiva, evité decir una mentira pero mi frase sonó tan falsa que fui a caer al mismo pozo que evadía.

—Muy bien, Emms. Solo venimos a darte un consejo. 

No pude evitar cruzar mis brazos, el día cada vez iba en peor.

—¿Vienen? .— contesté con disimulada molestia, nunca creí que confiar en Jack podría ser un problema. Estaba nerviosa, comencé a sudar.

—Sí, mira. La verdad es que llegué a creer que me estabas evitando y luego ya me explicó Jack que tenías un problema con el chico de música. —explicó como si nunca hubiera pasado nada, y me sentía tan confundida que no sabía si agradecer o maldecir tener a Jack de mejor amigo. — Sé que no te cae bien, se nota desde la otra habitación y ahora entendí que todo tiene que ver con alguna riña adolescente entre un pedacito de papel y unas gotas de pintura. 

Sonreí, el contraste entre Jack y Andrea era inmenso, Jack lo ponía tan complicado todo y Andrea era muy directa en dar opiniones >>>Y bueno, como entendí que si lo digo yo finalmente te parecería absurdo, aquí estoy para recalcar que debes dejar eso ir.

—Bueno. —dije más tranquila que nunca, las cosas había ocurrido bien.

—Que al fin y al cabo, será tu pareja en el evento de fin de curso. Lo mejor es pasarlo bien.

—Perdón. —escapó por mis labios, no lo había dicho pero en serio lamentaba no comunicarme con ella en esos momentos.

—Descuida, ya las cosas quedaron claras. —la voz de Jack apenas apareció, aunque se mantenía al margen, entendí que era más fácil que interviniera en esta ocasión, Andrea estaba visiblemente extrañada con mi comentario hasta que él habló.

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La guerra de egos era notoria en la habitación. Llevábamos apenas cinco minutos solos pero el aire estaba denso, ninguno de los dos nos veíamos a los ojos.Estaba al mil, mi cuerpo en tensión pero ocultaba lo que sucedía en esa aula llena de nada más que los instrumentos musicales y el maestro hablando levemente en el fondo.

Repetí en mi cabeza la letra de cada estrofa, me la sabía de memoria pero sentía que se me olvidaba hasta mi nombre cuando tenía que compartir cuarto con Steven, parado en una esquina emanando el olor de la superioridad. A eso sumemosle que Everything has Change no permitía ni un poco el paso a mis sentimientos en esta situación, lo cual resultó un problema en tanto comenzamos a ensayar.

—Díganme si no están dispuestos para quitarlos de la lista. — dijo el maestro con determinada seriedad apenas terminamos la primera pasada de la melodía .—se nota que no quieren hacer ni siquiera el más mínimo esfuerzo en crear un espectáculo. ¿Quién se lo creerá si ustedes ni se ven cuando cantan? No escucho emoción alguna en su voz.- nos reclamó sin ocultar en absoluto su molestia.

>>>necesito que me digan, para no perder tiempo y así puedo pasar al siguiente grupo.

—¡No! — grité a todo pulmón apenas lo dijo, no quería perder una calificación y mucho menos una batalla frente un cretino que se sentía mejor que yo. Así que tomé el valor para decir lo que pensaba, si Steven se iba, se iría solo.

En un instante las miradas estaban sobre él, esperábamos su respuesta y aunque parecía que iba a ceder, cuando notó que yo no lo haría él tampoco dudó en asegurar que la propuesta seguía en pie. Por mucho que logré admitirlo, esto me tranquilizó un poco. 

—Entonces necesito que ambos cooperen y se vean cien por ciento convencidos de lo que cantan no solo para el público el día de la función, sino también para mi.—finalizó antes de salir del salón de clases, dejándonos solos con una tarea inmensa.

Así que duramos dos horas él y yo solos intentando fingir que sentíamos algo el uno por el otro, como si pudiésemos convencernos de ello en cada pasada un poco mal. Era terriblemente absurdo.

—Oye, mira. Yo no habló mucho porque no soy buena con las palabras pero me veo obligada a hacértelo saber, lo siento si te molesta algo de mí y creo que deberíamos perdonarnos todo es mutuamente si no queremos cometer un error frente a todos. Además, gracias por no reclinar, me preocupa no perder este puntaje.

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