Capítulo 12

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18 de Septiembre del 2014

—Ayúdame con la carne, ¿por qué crees que te invité?.—escuché del otro lado del patio el coqueteo sigiloso entre Ryan y Andrea que parecen estar sumergidos en su propia burbuja.

"No sé si cambiaste de número, pero estoy segura de que tu correo nunca. Hoy haremos una parrillada entre amigos, espero que vengas:)"

Revisé el móvil una vez más, al final del texto dejé la ubicación y mi contacto. El correo vacío y mi mensaje ya enviado desde que arme el plan. Hanna fue la primera invitada, pero por más que checaba la hora, una respuesta no llegó.

Aun así no pierdo la esperanza.

—Estamos a tiempo de decir que cancelamos todo.— dijo Andrea caminando hacía mí cuando me atrapó con la mirada perdida.

—Los que quieren que cancele son ustedes. — afirmé .—Yo estoy bien.

Convencerlos de armar un plan en casa de Jack había sido toda una travesía, ni siquiera estaba segura de que hubiesen aceptado en realidad. Lo único que sabía es que el clima caluroso no ponía de su parte y que inclusive en traje de baño era insoportable, los mosquitos picaban y el sol ardía. Yo estuve para como idiota bajo el sol mirando la puerta esperando a que alguien llegara, me negaba a quedar plantada.

—No porque mires mucho la puerta, Steven va a llegar. —se burló Jack desde la palapa, Andrea a su lado se echaba aire de manera sexy con un abanico. 

Los minutos pasaban de manera tan extraña, de pronto parecía que era lento pero también que oscurecía. Y me preocupaba que todo saliera bien al mismo tiempo que entendía que habíamos mentido los tres para conseguir que esto funcionara.

Sabía que Ryan no se sorprendería al verme aquí, que Brenda podría sospechar y decir que no, o que Hanna podría ni siquiera revisar su email. A pesar de que fuimos cuidadosos.

 "Malas noticias. En resumen, problemas. Creo que te quedaré mal"

Leí en mi celular el mensaje de Steven, a quién le dije que ensayaríamos el día de hoy en casa de Jack. —No vendrá.

—¿Quién?.—preguntó Jack antes de cambiar su cara para una de asombro. La puerta chirrió justo en el segundo en que miraba al lado contrario y maldije. —Ahora sé que Ryan y Brenda no faltarán.

Me dieron escalofríos, ese fue el momento en que me di cuenta de que no fue una buena idea. Quería huir pero no podía. —Hablaba de Steven. 

Y carajo, fue lo único que se me ocurrió decir. Ahora quedaba como una enamorada plantada frente a los demás. —Mi amigo Steven. —y entonces me callé, dandome cuenta del absurdo en el que me había puesto.

—No sabía que conocías a Steven. —dijo Ryan y entonces volteé hacía él.

 —Estamos en clase de música juntos.— me acerqué a saludarlo con una seguridad del tamaño de mi cuerpo, era momento de jugar a que tenía el control. Dos besos en la mejilla, primero de él y entonces para su novia. —Que bueno que vinieron, hace demasiado que no nos reuniamos.

—Te ves diferente. —musitó Ryan mirando de arriba a abajo y por el rabillo noté la mirada furiosa de Brenda en mi cuerpo.

—¿Nadie les dijo que era Pool Party? —anuncié esperando acabar con la conversación o al menos desviarla a otro lado y lo logré rápido cuando escuche a los chicos dejar las cosas ya en la mesa.

—Mira, ella es Andrea. Andrea, ellos son Ryan y Brenda. —un murmuro de parte de Jack se escucho. 

—Sí, somos novios desde hace un mes.— resoplé mentalmente, Brenda era tan competitiva. —¿Ustedes cuanto llevan?

Me reí por lo bajo tomando a mi limonada mientra caminaba a la mesa, estaban los dos muy incómodos. Ahora estaba cerca y podía ver sus rostros rojos. 

—Apenas nos estamos conociendo, porque ambos somos amigos de Emily. —se excusó Jack.

—Claro, es que Jack nunca va a poder con una chica así de doble que él. —se burló Andrea —Eso es cosa de chicas bonitas, así que ve y ponte tu traje de baño para poder deslumbrar a gusto.

La manera en que Andrea decía las cosas era tan irónica y era increíble que nunca te cayera de más, en cuanto Brenda río supe que se llevarían bien. Y de nuevo, la pieza sobrante aquí era yo, Jack y Andrea estaban absortos en su plática. Supe que sería una noche larga entonces, por más que los segundos pasaran, Hanna no llegaba y me tocaba ver el atardecer completamente sola.

—Oye, chica. —se sentó Brenda junto a mí a la piscina a eso de las siete de la tarde mojada por la piscina. —Te diré muy calmada lo que pienso; sé que no es tu intención ser una molestia, pero lo eres, así que la próxima vez piensa dos veces antes de presentarte en un lugar en el que no te llamen.

—Yo organicé esto para pedir perdón, no para que creas que puedes atacarme así. —dije sin mirarla.

Sabía que Ryan cada tanto ponía su atención en mí, la intención no era mala pero volvía a Brenda celosa siempre. Así que aunque a él le diera igual, ella siempre tendría una mala opinión de mi. 

—Bien, solo quería avisarte que ya nos vamos, preciosa. —besó mi mejilla con la mirada de su novio sobre nosotros. —Que te la pases estupendo esta noche.

Me despedí de Ryan con un gesto y una sonrisa, acto seguido los vi entrar por la puerta del baño y salir de la casa. La noche ya estaba azul, Jack y Andrea se reían en el sillón dentro de casa, yo no sabía si irme o quedarme ahí por puro orgullo.

Cuando el timbre sonó caminé a la entrada del patio, Jack y Andrea no se veían más. Una sonrisa me atacó, la botella de vodka en la mano derecha y los brazos extendidos. —Los problemas se resuelven con alcohol, Emily.

Reí —Se supone que la frase va completamente al revés. —lo dejé entrar y cerré el cerrojo con llave, al menos hasta mañana nadie se iría de aquí.

—Y tú eres una pésima mentirosa, Jack me mandó un mensaje que decía que  no olvidara una botella ayer. 

—Bueno, también quería ensayar la canción pero ya es tarde. Quizá sea mejor que te prepares una hamburguesa.

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19 de Septiembre del 2014

El reloj en la mesa de noche sonó, apuntando a las siete de la mañana, mi cabeza dolía a montones con el aromantizante de la habitación y el sol pegando en mis parpados. Lo apagué pensando en saltarme clases otra vez, entonces lo noté.

El brazo de Steven aplastando mi cuerpo, casi enteramente sobre mí. No sabía cómo había llegado a repetir esta escena de un mes antes con Ryan, pero entendía que al menos ahora sí tenía ropa. 

—Hey. — toqué su vientre mientras intentaba darse la vuelta y dormir un poco más. — se hace tarde.

Movió mi mano de un manotazo y de forma inesperada lo sentí abrí sus ojos rápidamente y sorprendido.

—Discúlpame, me muevo mucho dormido. — estaba avergonzado.

—Esta bien, no pasa nada. A veces Jack cierra los cuartos con llave y tenemos que compartir recamara. Ayer se desapareció ¿recuerdas? —intenté quitarle peso porque lo hacía incomodo para mi también. 

—No quiero que pienses mal de mí. —dijo ya en la esquina del cuarto, como si le asustara la idea de los dos juntos. 

—Lo único que pienso es que mañana tenemos que ensayar lo que no ensayamos ayer.— desvié la mirada en cuanto la puerta sonó.

—Deberían venir a almorzar, en media hora partimos a la escuela. —sonrió Andrea usando una camiseta larga. 

No sé que vaya a pasar ahora. 

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