9 de Octubre del 2014
-Yo bajo las cosas, tú ayúdame a abrir la puerta. - Steven me entregó el llavero con la mano en la llave de la puerta principal. Abrí la puerta para él y lo vi dejar las bolsas con mandado en el mesón de la cocina. Entre tanto yo puse la alarma del coche.
Cada vez se acercaba más los exámenes de medio termino y se nos ocurrió hacer una ultima parrillada para no empezar las pruebas estresados. Lo que me sorprendía de la situación era reconocer la creciente cercanía entre nosotros dos, solos cortando las verduras y la carne de las hamburguesas.
La conversación no era mucha, pero yo me entretenía mirándolo hacer lo suyo concentrado, además momentáneamente surgían comentarios divertidos que me hacían sonreír. Era mediodía cuando Leonard bajó las escaleras aún en pijama, con el único objetivo de molestarnos el momento.
Era la primera vez que Steven ponía su casa para reunirnos y desde un inicio dejó claro que tendríamos que añadir un plato a la mesa. Yo no quise ser la chica mala que ponía un pero, así que me límite a decir que sería bueno conocernos.
- Me pondré el traje de baño mientras sacan eso, ahí nos vemos. - gritó subiendo los escalones hasta donde suponía era su cuarto. Resoplé molesta y me dispuse a ayudar con la comida y las bebidas.
Cuando me di cuenta era ya tarde, no faltaba mucho para que llegara el resto, los dos estábamos a fuera tomando una bebida y Leo en la piscina fuera de contacto. Entonces sonó el timbre de la puerta frontal.
Para mi sorpresa, no fuimos nosotros los que abrimos la puerta y cinco minutos después entró Andrea luciendo asombrosa vestida de rosa, Leonard babeando detrás de ella y bombardeando comentarios. Me imaginé toda la escena de encuentro en mi cabeza, el mercedes estacionándose frente a la casa y la rubia bajando de él para tocar el timbre y que lo primero que se viera fueran su cabello risado bajo el sombrero de paja y el bikini fucsia de hilo.
Corrí a ella, sonreía pero no estaba segura de que se sintiera cómoda en esa situación. Después me encontré a Jack al final del camino, hecho rabia por la indiferencia.
-Hola. - los saludé a los dos como pude desde donde estaba con Andrea. -¿te ayudo con tu bolsa?
- Ayúdame con Jack. - contestó irónicamente caminando hacia Steven, Leo aún a su lado.
- ¿Por qué la cara larga? - pregunté una vez en la puerta que conectaba con la cocina.
No me respondió, pasó de largo directo al baño y me quedé ahí sin saber que hacer, el ruido en la puerta me hizo reaccionar. Volteé a sonreír para Steven con desconcierto antes de darles la bienvenida a Ryan y Brenda.
Los últimos días las cosas se sentían cómodas, ellos dos mejoraron su relación a la par en que nos conocíamos más Stevs y yo. Los del problema parecían Andrea y Jack, con una energía pesada al rededor de sí, casi intentando disfrazarlo.
-Va, que igual no somos novios. - escuché en un despiste salir de los labios de Jack. Más tarde se arrepentiría.
Y eso fue obvio, entre el alcohol y las hamburguesas terminamos riéndonos por horas. Andrea cada segundo más espontánea y seductora con medio mundo.
De esa noche olvidé todo excepto el instante en que Steven salió, tenía un cigarro en la mano izquierda y el teléfono en la derecha, su cuerpo recargado en el Mercedes. Hizo una seña con su mano para que me quedara en la puerta.
-Adiós. -murmuró en seco y colgó.
Suspiró profundo y después hizo un gesto con su brazo lindísimo, pidiendo un abrazo.Llegué a su lugar con una pequeña sonrisa escapando de mis labios y lo sentí apretarme al costado de su cuerpo. -Es muy tarde ya. - susurró cerca de mi oído. - Hay que ir a dormir.
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10 de Octubre del 2014Existía un acuerdo colectivo, ese viernes faltaríamos al colegio, aún así, la alarma sonó a las 7 en punto.
Mi cabeza dolía, intenté dormir de nuevo y fuera imposible, la luz del sol encandilaba lo suficiente para cerrar las cortinas.
Estaba en ropa interior, la puerta cerrada y el king size con otras dos figuras femeninas. Suspiré, no tenía ni puta idea de cómo llegué a eso después de la noche anterior.
Justo a medio colocar de ropa la puerta se abrió, mi torso desnudo. -Solo pasaba a decirte adiós,- la sonrisa burlona me dejó perpleja. - Voy a la universidad.
-Largo. -se río ante mi orden y cerró la puerta.
-¿Quién era?-el medio bostezo de Andrea llamó mi atención, la vi frotarse los ojos y a Brenda salir sin decir una palabra.
-Leo. -sonrió.
-Jack debe de estar hecho un chiste. De haber tenido que compartir recamara con él ¿Crees que habrá preferido ir al sofá?
Como si lo hubiéramos llamado, abrió la puerta antes de que pudiera contestar, su rostro molesto. -Nos vamos.
La cosa estaba así, entre ellos dos había un constante juego de poderes y Andrea estaba tan feliz con su expresión que se carcajeó, pero corrió detrás de él para partir.
Yo todavía no entendía que sucedía por completo. Si el beso fue real o un sueño, cuántas bebidas tomé o si le avisé a mamá.
Resoplé, mi teléfono indicaba que todo estaba en orden, menos mi cabello, pensé. Y luego como encontrando por fin una respuesta, noté que la mesita del lado tenía una liga rosa encima. Alguna de las chicas me hizo el favor de olvidarla para arreglar mi desastre.
Pasé un rato en casa de Steven, con Brenda ayudando a recogerlo todo, hicimos la limpieza casi completa varias horas. Ella se había ofrecido a llevarme a casa y Ryan había partido con los chicos más temprano, de cierta manera, una despedida era agridulce.
-Nos vemos el lunes. - Steven plantó un beso suave en mi mejilla, la ventana del acompañante abajo. Era hora de partir -Cuidado.
-Tú también cuídate. - mi voz fue dulce al colocar un beso de vuelta, Brenda no tardó en despedirse y arrancar.
Una vez en camino no pude detener el pensamiento, habían sido dos días de los más dulces en mi vida.
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Uno
Teen FictionSostengo toda emoción que pueda traicionarme, debo elegirme a mí primero aunque sea para seguir con vida, aun así lo oculto para que sea imposible leer lo que pienso. Pasa todo en un microsegundo, en que entrecierro mi ojo y finalmente lo hago. Y di...