Back to me // Wolvesilver - PAUSADA-

Octavo: "Secreto"

Debió haber huido, era completamente cierto, a pesar de que no era un cobarde, se arrepintió de no haber huido, cuando los ojos de Logan se posaron de nuevo en él, agachó la cabeza e hizo como si escribiese algo en su cuaderno, y verdaderamente estaba escribiendo algo: "Mierda, ¿para qué vine?"

- Así que... - volvió a hablar Logan, acomodándose contra el borde del escritorio. - ¿alguna otra pregunta? - cuestiona, una chica en el fondo del salón levanta la mano y el mayor hace una seña con la mano para que prosiga.

- ¿Usted...? - murmura, antes de reír, y volver a comenzar. - ¿Usted es soltero?

Todos en la clase ríen mientras Peter hace muecas, imitando a la chica con voz aguda pero baja, Kurt ríe quedamente tras él.

- Charles dijo que no debía responder ese tipo de cosas, - explica, con expresión indiferente. - pero si, soy soltero.

Las chicas cuchichean en el fondo, mientras el timbre resuena en toda la mansión, todos se ponen de pie, sujetando sus cosas y saliendo a paso lento, el mutante apoyado contra el escritorio da un paso adelante, en dirección a Peter, que guarda los bolígrafos en su estuche, pero el grupo de amigas en el fondo se aglomeran a su alrededor. Preguntando cosas con voz chillona y riendo tontamente.

- Debo ir a hablar con Leila. - farfulla Peter, Kurt asiente quedamente mientras comienza a desvariar.

(***)

La castaña golpea su tacón contra el piso de duela, mientras Peter continúa sentado frente a ella, tratando de descifrar que decir primero.

- Lo siento, ¿sí? - suelta entonces, Leila frunce el ceño, y su pie se detiene, casi al instante.

- ¿Por qué lo sientes? - inquiere, sus ojos cafés oscuros mirándolo con suspicacia, y el peliplata se muerde el interior de la mejilla.

Peter echa la cabeza hacia adelante, pensando detenidamente en que decir, ¿qué debía decir? ¿Pedir perdón por querer pasar tiempo con sus hermanas? Eso era tonto... pero en cambio estaba la chica frente a él, y suponía que lo quería. Leila da una paso hacia él y le pone las manos sobre la cabeza, casi acariciándole el cuero cabelludo. Sí, ella lo quería...

- Yo... - susurra, y titubea. - lamento haberte dejado la semana anterior, no... - se detiene un instante antes de continuar. - no debería haberlo hecho.

Una sonrisa se extiende en los labios de la chica, corta y presumida, antes de ponerle las manos sobre los hombros.

- ¿Y...? - cuestiona, mientras el peliplata levanta la mirada del piso para posarla sobre la chica frente a él.

- Y no volveré a hacerlo. - masculla, se pone de pie y pone las manos sobre la cintura de su novia, quién continua sonriendo.

- ¿Podemos salir? - cuestiona, con voz dulce, y el peliplata entrelaza sus dedos con los de ella, la mano de la chica más pequeña contra la suya. - Espera... ¿qué te sucedió en el labio?

El joven frunce el ceño y la punta de su lengua recorre su labio inferior, donde siente un pequeño ardor, y lo repasa una y otra vez, sin recordar cuando sucedió; así que se encoge de hombros despreocupadamente.

- No lo sé, - murmura. - quizás me golpee contra el borde de la cama. - la castaña deja ir el asunto y lo besa fugazmente.