Duodécimo: "Reunión"

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Visión jamás había estado tan enojado, sentirse así de impotente no era normal para él, y la expresión relajada del hombre tras el escritorio no lo ayudaba a calmarse.

- ¿Eso que quiere decir? - cuestiona Wanda, con voz temblorosa, a punto de estallar.

- ¿Qué cree que quiere decir, señorita? - inquiere el policía. - Usted no muestra ningún tipo de maltrato físico, y lo que usted relata no tiene... fundamentos. - explica, revisando la pequeña libreta donde ha escrito todo el relato de la castaña. - Además, acusar a un oficial de policía de un acto tan horrible como ese es bastante serio.

- ¿Es que acaso nadie me escucha? - se queja, con expresión fiera, el brillo en sus ojos atrapando la atención del policía. - Ese hombre trató de abusar de mí, y abusó de mi hermano, ¿y nadie hará nada?

- Esos supuestos "abusos" - dice el hombre, poniendo la mano bajo su barbilla. - no tienen pruebas, y su hermano no ha presentado su caso tampoco, así que lo lamento, pero no hay nada que podamos hacer.

(***)

- ¡¿Se puede saber donde estás?! - Wanda se aparta el teléfono del oído cuando escucha a su madre gritar. - ¡¿Y por qué Polaris no está tampoco?!

- Yo... vine a visitar a Vis. - explica, con voz lenta, mientras mira de soslayo como Visión, Bruce y Tony discuten. - Pero vine temprano en la mañana, y no quería despertarte, así que... - deja la frase flotando en el aire, antes de escuchar como su madre suspira.

- Está bien. - susurra, con voz cansada. - Por cierto, ¿has visto a Jonathan?

- ¿Q-qué...? - inquiere la castaña, tratando de hacer que la voz no le tiemble, escuchando el silencio del otro lado.

- No lo encuentro desde que desperté. - se queja. - En fin... ¿puedes llamarme cuando vuelvan a casa?

- Sí, mamá. - asiente quedamente, y se muerde el interior de la mejilla. - Y...

- ¿Sí? - inquiere la mujer del otro lado de la línea, un extraño sentimiento invade a Wanda, la punta de los dedos le hormigueaban, aún sosteniendo el teléfono con sus manos temblorosas. Estaba teniendo una pelea consigo misma, sentía que tenía que decírselo, pero por otro lado, romperle el corazón a su madre era algo que no le llamaba la atención. - ¿Wanda?

- No. - farfulla la joven, aferrando el teléfono contra su mano. - No es nada, mamá.

- Está bien, las veo más tarde. - se despide, la castaña continúa con el celular presionado contra el oído, sin notar la presencia de su novio tras ella.

El hombre le pone una mano sobre el hombro, con delicadeza, pero la castaña se gira rápidamente, los ojos brillando en rojo, y las manos envueltas en energía, que levantan a Visión del piso, presionándole el cuello con firmeza. Parpadea levemente, antes de mirar a su novio a través de la bruma que le cubren los ojos, y lo deja caer, sobre el piso.

- Vis. - exclama, poniéndose de rodillas junto al hombre, su apariencia pura vuelve, mostrando la gema en su frente, mientras tose quedamente.

- Estoy bien. - susurra, volviendo a tomar su apariencia humana, sus ojos igual de compasivos y dulces que siempre.

- Lo lamento mucho. - murmura Wanda, poniendo su mano sobre la de Visión, y luciendo avergonzada.

Aun les costaba el contacto físico, tomarse de las manos, o abrazarse, Visión no entendía muy bien la necesidad humana de acariciar a otra persona, y Wanda era demasiado retraída como para sentirse cómoda tocando a personas a las que no conocía del todo bien, pero amaba a su novio, y él la amaba a ella; así que lo intentaban, y funcionaba, la mayor parte del tiempo...

Back to me // Wolvesilver - PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora