Romanoff [#2]

Cita lluviosa

—Okey, aquí va...—Murmuró Peter, mientras que se ponía los lentes que Tony le había regalado para su cumpleaños diecisiete.—Edith.

—Hola, Peter.—dijo la voz de la inteligencia artificial que Tony había hecho para él. Peter puso su teléfono al lado de su oreja, fingiría hablar por el teléfono para que así no recibiera miradas raras en público al hablarle a una inteligencia artificial en sus lentes.

—Edith, necesito un favor.

—El señor Stark me programó específicamente para hacerte favores, Peter.

—¡Sí, sí lo sé!—caminó hacia el café en el que sería su cita.—esto es parte de una misión confidencial de la que no saben ni el señor Stark ni la Agente Romanoff—se sentía raro llamar así a su madre.—, nuestro objetivo es una jovencita de quince años llamada Felicia Hardy, ella estudia en Midtown High y solía vivir en el orfanato Sir Francis en Queens. Y antes de que hagas algo, no quiero que la elimines, solo necesito que encuentres toda la información disponible que hay sobre ella. Más específicamente un registro familiar.

—Entendido, Peter.

—Gracias, Edi... ¡heeeey, Feli! ¡Qué bueno verte!—guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón mientras que veía a la chica que lo saludaba alegremente desde la entrada de la cafetería. Fue hacia Felicia y la abrazó, saludándola con un beso en ambas mejillas.—así es como se saludan los franceses, ¿no?

Felicia río, tenía maquillaje de tonos púrpuras y una falda de mezclilla apegada al cuerpo, un top morado con escote de corazón y una chaqueta de cuero.

—Sinceramente no me acuerdo mucho de parís, pero, de todos modos, qué caballeroso de tu parte.—Peter la tomó de la cintura mientras que entraban a la cafetería.

—Gracias por aceptar mi invitación a salir.

—Fue inesperado, pero hey, ¿a qué chica no me gustan las sorpresas? Especialmente cuando son de parte de un chico tan guapo...

Peter rió, sintiéndose halagado.

—Y eso que últimamente no soy yo el que invita las citas.

—Ah, sí, todos en Midtown sabemos que a pesar de que llevas solo una semana en clases, ya tienes a varias chicas declarando su amor por ti.—dijo mientras que se sentaban. 

—Chicas y chicos.

—Romanoff, qué galán.

Peter rió, se quitó los lentes Edith y los colgó del cuello de su camisa. Tomó uno de los menús que estaban en la mesa.

—Creo que voy a ordenar uno de los... Eh... quacksons? ¿Lo pronuncié bien?

—Eh... digamos que sí.

Mientras que los dos amigos de la infancia hablaban entre ellos, a unas mesas de distancia, Michelle Jones se puso la capucha de su sudadera para evitar ser vista por sus compañeros de clases, sacó su teléfono y lo más disimuladamente posible tomó una foto de Peter y Felicia, mientras que el chico tomaba una de las manos de la de cabello platinado.

Sintió un mal sabor en su boca. Parecían una pareja.

Envió la foto a un grupo de chat que tenía con Gwen y Kamala y recibió respuestas de las dos chicas casi de inmediato.

Kamala: