Romanoff [#2]

Epílogo: Después de la tormenta

—... Y recuerdo una vez en la que tenías como catorce, tú te enfermaste mucho y yo te cuidé a todo momento, te daba tus medicinas, cocinaba sopa...

Empezó a escuchar una voz que le pareció muy familiar.

—... y tú todavía no te estabas poniendo mejor cuando Fury me llamó para una misión, y yo me negué a ir, sabes que jamás contraté a una niñera por miedo a ser descubierta...

Sus parpadeos se sentían muy, muy pesados, como si hubiera estado durmiendo durante semanas...

—Y Fury siguió insistiendo en que tenía que ir, un día mientras que tú dormías, aún con fiebre, le dije a través del teléfono: "es mi niño, Nick. No puedo dejarlo solo, está indefenso, y él me necesita. Me juré a mí misma que lo cuidaría cada día de mi vida después de que lo adopté". Él me dijo que era una cursi, y yo le dije que entendería cuando él tuviera hijos.—la mujer hablando rió ligeramente y luego se escuchó un sorbo, como si estuviera bebiendo algo .

Sintió un suave contacto en su mano, unos dedos rodeando su palma, y por puro instinto apretó la mano de esa persona.

Lo siguiente que escuchó fue un fuerte jadeo y algo rompiéndose.

Peter Romanoff se despertó en una camilla de una enfermería en el castillo de Wakanda.

Parpadeó rápidamente intentando que sus ojos se acostumbraran a la luz y pudo visualizar una silueta al lado de él, la silueta se volvió más cara, mostrando a una bella mujer pelirroja que tenía los ojos llenos de lágrimas.

—¿Mamá...?

Natasha soltó un fuerte sollozo, y le sonrió a Peter de manera débil.

—Hijo...

Natasha se sentó en el borde de la camilla y lo abrazó, llorando en el hombro de su hijo.

—¿Mamá...?—Murmuró Peter, confundido. Sus recuerdos de las últimas horas todavía estaban un poco borrosos.—¿qué... pasó...?

Natasha se alejó un poco, aún con los ojos con lágrimas, y tomó las manos de Peter, las cuales estaban vendadas, y besó los nudillos del chico.

—Ha pasado un mes, mi niño...

—¿Un... mes...?—Preguntó él, de repente sintiendo un fuerte dolor de cabeza.

—Sí...—la mujer suspiró.—Shuri, Tony y Bruce hicieron todo lo que pudieron, pero la caída fue desde una altura muy grande, y no pudieron impedir que quedaras en estado de coma...

Peter sintió un escalofrío.

—¿He estado inconsciente durante un mes?

Natasha asintió lentamente, y al ver a su alrededor Peter notó que al lado de la camilla en la que estaba él, había un sofá con una almohada y una cobija.

—Cuando nos llegó la noticia de que unos Agentes de Shield los encontraron en tal estado, Steve inmediatamente dio la orden para que fueran trasladados a las instalaciones, pero Shuri pidió que te trajéramos a Wakanda para que pudiera tratarte con su tecnología. Creo que lloré y grité como nunca cuando me dijeron el estado en el que estabas, sentí... que una parte de mí moría.—apretó los labios.—y me desmayé después de que dijeron que todavía respirabas.

Natasha llenó el rostro de Peter de besos mientras que ambos lloraban.

—¿Y... qué pasó con Felicia?

La mujer pareció molestarse al escuchar aquel nombre.

—Muerta, perdió mucha sangre por la caída y tenía una gran herida en el cuello.