Romanoff [#2]

La niña del orfanato

—¿De verdad tienes que irte?

—Me adoptaron, Felicia.—Peter miró a la de cabello platinado.—eres mi amiga, deberías estar feliz por mí.

—¡Lo estoy! Pero... pero...—la niña miró el suelo, lágrimas formándose en sus ojos.—¡no es justo que tú tengas una nueva familia y yo no!

Peter miró a su amiga, sin poder creer lo que estaba diciendo.

—¡Yo no pedí que mis tíos murieran, Felicia! ¡No pedí terminar en un maldito orfanato y tampoco es mi culpa que tus familiares te hayan abandonado aquí!

La francesa apretó los puños y cerró los ojos fuertemente, sintiendo que aquellos recuerdos volvían a su mente.

—Mira, estoy agradecido de que tú hayas sido una de las pocas personas en éste orfanato que me aceptaron por quien soy, pero... no pensabas que íbamos a crecer juntos en el orfanato, ¿verdad?

Felicia rápidamente se limpió las lágrimas y le dio la espalda a Peter.

—Feli...

—¿Petey?—La pelirroja entró a la habitación y se agachó a la altura de su ahora hijo, acariciando su corto cabello.—hijo, ya debemos irnos. ¿Terminaste de despedirte?

Peter miró a Felicia, quien estaba callada, dándole la espalda a quien había considerado su mejor amigo. Peter miró a su madre y suspiró. 

—Sí, Nat... uh... ¿tienes lo que te pedí?

—Oh, sí...—Natasha abrió su bolso y sacó un pequeño peluche de gato negro. Se lo dio a Peter y él intentó acercarse a Felicia, pero la chica se negaba a mirarlo, se mantenía callada, con lágrimas bajando por sus ojos cerrados y dándole la espalda a Peter, quien suspiró y dejó el peluche encima de la cama de Felicia.

—Adiós, Feli...

Natasha le sonrió a su hijo, intentando consolarlo.

—Vamos, mi pequeño...

Peter tomó la mano de Natasha y vio a Felicia una última vez antes de dejar aquella habitación del orfanato.

Felicia observó por la ventana cómo Peter entraba al auto con su nueva madre y una vez ambos se alejaron, la niña corrió hacia su cama, rompió en llanto y abrazó contra su pecho el peluche de gato, el cual se convertiría en su más preciada posesión, y en la única evidencia de su amistad con Peter Parker.

•Siete años después•

—Espera, a ver si entendí...—Shuri le dio una mordida a su barra de granola, sentada en la cama de Peter mientras que él le trenzaba el pelo.—Antes de que la Agente Romanoff te adoptara, ella estaba casada con el Capitán Rogers...

—¿Te imaginas? El Trasero de America pudo haber sido mi padre adoptivo.—Shuri rió.

—Peter, no hables así de Steve.—dijo Natasha, observado al par de adolescentes desde la puerta.—solo Scott y Tony tienen permitido llamarlo así.

—... y tiempo después El Capitán se casó con el Señor Stark, pero se divorciaron durante el conflicto de la guerra civil...

—No fue un divorcio oficial, digamos que estaban en un descanso, como Ross y Rachel.

Peter y Shuri rieron.

—... Pero luego se reconciliaron, me dejan quedarme con mi traje, vencimos a Thanos, fuimos a comer Shawarmas, ¡y bididi-badidi-boo, los Avengers somos una gran familia feliz!