Protector - shadamy

2

El manto de la oscuridad comienza a desaparecer. Ella se encuentra con los ojos cerrados. La luz cae sobre su rostro. Se ve muy rara. Me gusta. Se ve bien. No puedo dejar de verla.

Sus ojos comienzan a fruncirse. Se remueve. Me escondo rápidamente bajo de donde está. Veo sus pies caer al suelo. Se aleja y sale.

Salgo de mi escondite. La sigo. Ella hace unas cosas raras. Se quita todo lo que tiene puesto. Incluido lo que yo le puse. Entra a un lugar raro tapado con solo una tela. Agua comienza a caer sobre ella. Pasa sus manos por su cuerpo con algo en una de ellas. No puedo ver más por culpa de la tela. Puedo oler algo dulce venir de la dirección donde está. Me agrada.

Pasa un tiempo allí. Sale tapando su cuerpo con otra tela. Sus púas están goteando. 

Se detiene en algo reflejante. Se está viendo. Mira sus heridas cerradas.

Camina a mi dirección. Clavo mis garras en el techo ocultándome.

Ella regresa donde estaba recostada. Allí se coloca más tela. Acaricia su cabeza con algo raro. Se coloca algo también en los pies.

Cambia de ubicación. Hace más cosas raras. Pronto el lugar se llena de un olor diferente al anterior. Se sienta y se alimenta de algo color amarillo que ella hizo. Huele bien ¿sabrá a sangre?

Cuando termina regresa al lugar donde se retiró la ropa. Pasa algo en sus dientes creando algo blanco. Lo retira con agua.

Deja la cosa a un lado. Comienza a buscar algo. Mira en todos lados. ¿me está buscando a mí? No. No me busca a mí. Busca al otro erizo. ¿era alguien importante? No importa si lo era. Le hizo daño. ¿ella quería acabarlo? ¿le quité su presa?

Al no encontrarlo sus labios forman una pequeña curva. Toma unas cosas. Sale.

Bajo del techo. La veo irse. ¿A dónde irá?

La luz de afuera es muy brillante. Más brillante que los que yo veía. Pero no me impide salir.

Subo a los edificios. La sigo desde esa altura. Ella corre. Pero no tiene miedo esta vez.

Llega a un edificio bastante grande. Muchas personas entran a ese edificio. Ella también. Tantas presas en un solo lugar. Es perfecto para alimentarme.

Muchos de ellos la miran. Ella baja las orejas. ¿ellos también le hacen daño? No veo que la lastimen.

Un fuerte sonido me distrae. En la parte más alta del edificio suena algo con fuerza. Todas las personas que estaban afuera entran rápidamente. Tapo mis orejas. El sonido me lastima.

Cuando se detiene la he perdido.

Gruño leve.

Busco entrar sin que me detecten. No puedo. Pero logro acercarme para localizarla.

Con ella hay otras personas. Ella parece temerles. Tiene la misma posición de defensa que la vez anterior.

Busco enfocar mis orejas para escucharlos.

—miren, es la puta de Amelia rose—

—no dirás nada? O es verdad, tu padre te lastimo las cuerdas vocales, cuando te metió todo su pene en tu sucia boca— escucho un sonido molesto de parte de una ardilla. Es la líder del grupo.

Amelia se encoge. Sus ojos son más brillantes. Agua quiere salir, pero ella lo impide.

—vas a llorar?, miren, la beba va a llorar—

—bebe llorona, bebe llorona— repiten varias veces.

Ellas no me agradan. Ellas serán mi comida.

Se van después de hacerle daño a Amelia. Amelia también se va.

Trato de seguirla. No la veo.

Busco en cada lugar hasta dar con ella. Se encuentra sentada junto a un gran grupo y otra persona está hablando.

—buenos días, comenzaremos la lección desde la página 61—

Amelia saca algo cuadrado. Es un libro rojo. Abre este y parece leerlo. También tiene algo en la mano, largo y de color amarillo. Con este escribe.

El tiempo pasa y se mantiene igual. Yo solo la observo.

Vuelve a sonar esa cosa rara. Tapo mis orejas. Todos se levantan y salen. Ella también.

La sigo hasta un lugar lleno de esas cosas altas y verdes. Se sienta debajo de uno de ellos. Yo me coloco arriba para verla más de cerca. Puedo sentir su aroma más fuerte.

—Amelia, Amelia, Amelia, tu escondite ya no es seguro— las chicas aparecen de nuevo

Amelia baja sus orejas. Se encoje. Busca defenderse. Pero no sabe defenderse.

Ellas la lastiman. Son muchas contra ella. No puede detener el daño.

Ellas me molestan. Mis garras crecen. Deseo matarlas.

—vete maldita puta, nadie te quiere en esta escuela— le gritan.

Amelia solo llora.

Gruño. Me lanzo a una de ellas. Las demás gritan cuando arranco su cuello para comerlo. Comienzan a correr y voy detrás. Derribo a otra arrancando su cabeza. Su sangre me baña y bebo de ella.

Continuo mi cacería. Mato a dos más y dejo herida a una tercera mirando su horror claramente.

Más personas aparecen y gritan. Corren. Huyen de mí. Aunque se ven deliciosos tengo presas que cazar.

Derribo a las demás matándolas. Pero la que me importa es una.

Corro sobre la multitud. Logro alcanzarla. La derribo.

—por favor no!— grita al verme sobre ella. Ella llora. Ella está indefensa. Ella no puede protegerse.

Le muestro mis colmillos. Ella grita más.

Usa sus manos para tratar de detenerme. No sirve de nada. Agarro su muñeca con mis colmillos y la aparto de su cuerpo. Grita más fuerte. Lo repito con su otra mano. Su sangre sale a grandes cantidades.

Muerdo su cuello de ultimo. Escucho el crack de sus huesos.

Comienzo a comer. Su carne es suave. Su sabor es agradable. Como su pecho que es el área más suave junto al abdomen y las piernas.

No logro terminarla. Escucho armas. Muchas armas. Luces de colores aparecen. Gruño y dejo mi comida.

Corro rápidamente. Veo a muchas personas con tela azul. Las luces vienen de unos vehículos con azul y blanco. Cuando me ven me disparan. Duelen. Salgo corriendo. Salto los vehículos. Subo a los edificios. Me muevo rápido. Desaparezco de su vista.

Me detengo. Oculto. Viendo si me han seguido. No los veo por ningún lado. Me sigo moviendo regresando al lugar de Amelia. Ella llega poco después. Me mantengo oculto detrás de la silla cómoda que huele muy feo.

Ella busca de nuevo. Parece que sigue buscando al erizo rosa. No lo encuentra.

Camina hacia la silla cómoda. Se sienta en ella. Todo se queda en silencio por un largo rato. No me muevo para que no me detecte.

Siento que se mueve después de un largo tiempo. El sonido de la caja llena la habitación. Me asomo levemente a verla.

En ella aparece una ardilla rubia.

—la noticia del experimento sigue dando de qué hablar, esta mañana se encontraron varios cuerpos con señales de cortes y mordidas además de la falta de algunos órganos o colocados en otros lugares. Todos fueron identificados— aparecen imágenes de esos tipos –Roberth the chacal, erick the falcon, farmin the falcon, King the rath, Ertin the hedgehog y Jun rose the hedgehog—

Muevo mis orejas. Veo el objeto que ha caído al suelo y ha provocado el sonido. Me muevo un poco para mirar hacia arriba. Amelia está llorando. Sus manos tapan su boca. Sus ojos miran la pantalla.