Protector - shadamy

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Gritos. Luces. Rojo por el lugar. El sonido de una alarma es molesta para mis orejas. Las destruyo.

Corro. Mancho mis garras en rojo carmín. Todos corren de mí. Sus armas son inútiles. Duelen. Me molestan. Les corto las piernas. Como su carne. Bebo su sangre mientras me observan.

Sus ojos brillan de miedo. Temor. Son alimañas. Ratas que huyen del cazador.

Sonrío. Me gusta que corran. Es interesante. Es...divertido.

Corren. Gritan. Su miedo me alimenta. Soy tachado como monstruo. Soy un monstruo. Fui creado como uno. Fui creado para matar.

Los escuché. Mucho tiempo. Soy el arma para tomar poder. Soy la herramienta para domar ovejas. Soy la pesadilla de todos.

Fui creado para destruir. Me gusta destruir. El caos. El rojo. Los gritos. El miedo.

Soy un asesino.

Y por eso morirán en mis manos.

Es mi placer. Mirar sus estúpidos rostros hace que desee tener sangre SU sangre sobre mi como un vestuario rojo fuego.

Sigo hasta no ver más ratas moverse. Todo tan rojo. Una obra hermosa. Paredes, piso y techo manchado con ese color. Cuerpos desmembrados. Sin órganos. Sin piel.

Lamo mis garras. Continúo caminando. Golpeo el pedazo de metal haciendo que caiga. Suena un fuerte golpe. Veo el exterior. Algo rosa mi piel. Invisible. Fresco. Respiro profundo. Huele raro.

Arriba se ve gris. Veo luces destellar. Frio. Siento frio.

Sigo avanzando. Veo todo. Veo esas cosas grandes de color café y verde. Son lo que huele raro. Arboles. Árboles grandes.

El suelo es verde y esponjoso. Detecto pequeñas criaturas correr por ella. Esponjosas. Orejas grandes. Atrapo una. Me la como.

Algo retumba arriba. Una luz más brillante cae al suelo iluminando todo.

Luego siento algo caer sobre mí. Es como sangre. Pero transparente. Agua. Fría agua.

Todo se vuelve más oscuro mientras más avanzo. Llego a un lugar grande. Colores brillantes. Luces. Edificaciones enormes. Escucho sonidos de cosas grandes moverse. También otros que me confunden. Llegué a una ciudad. Las personas corren. Se cubren. Huyen de las gotas que caen.

Uno me mira. Grita. Sale corriendo.

Corro tras él. Cazando una nueva presa. Lo alcanzo. Su sangre tibia me cubre. Dejo lo que queda. Miro el área. Es grande. Escucho muchas personas. Muchas presas. Mucha comida.

Camino lamiendo mis garras. Me detengo al detectar un olor familiar. Sangre. No derramada por mí. Es lejano. Sigo ese aroma.

Viene de un lugar oscuro entre dos grandes torres. Entro. Escucho voces. Alguien habla.

—vamos pequeña, grita— alguien ríe. Alguien se queja. –que grites pequeña perra, grita!— alza la voz

Sigo avanzando en la oscuridad. Delante de mi veo a nuevas presas. Están juntas. Miran a una eriza. Ella tiene cortadas. El aroma de su sangre me envuelve.

Ellos la lastiman. Ella solo se queja. No habla. No grita. No hace nada.

Es frágil. Delgada. Tiene muchas heridas.

—grita pequeña, grita mientras nosotros disfrutamos de tu sufrimiento—

Ella mueve su cabeza. Ella se encoje. Se cubre.

—creo que es muda—

—es una lástima, quería escuchar tus gritos y tus gemidos cuando te haga mía, pero si ese es el caso, ni modo—

Le quita lo que tiene su cuerpo. Tiene más heridas. Le abren sus piernas.

Ella se mueve. Ella trata de apartarlo. Ella es muy débil.

Miro a los tipos. Quiero su sangre. Son como ellos. Terminaran como ellos. Gruño. Saco mis garras. Me acerco.

—lárgate erizo tonto, esto no es asunto tuyo— me dicen. No me ven. Perfecto.

Me lanzo a uno. Me deshago de su cabeza. Siento lo tibio de su sangre bañarme. Me siento bien al sentirlo.

Escucho gritos. Los demás me miran con miedo. Corren. Huyen. Voy detrás. Sonrío. Es divertido cazarlos.

El cielo sigue lanzando gotas de agua. Luces también. Iluminan lo que hago.

Gritan. Gritan ayuda. Atrapo a uno. Le arranco la pierna. Le arranco el brazo. Le arranco un ojo. Le arranco el corazón.

Sigo a los demás. Atrapo a otro. Lo abro. Saco sus órganos. Me baño en su sangre también. No me lo como.

El agua se lleva su sangre.

Sigo al último. Cae al suelo. Retrocede mientras avanzo. Lento.

—por favor.... no quiero... no quiero morir— tiembla. Miedo. El miedo se ve en sus ojos. Sigo avanzando. Se levanta. Sigue corriendo. Voy tras él. Lento. Jugando con él.

Sigue huyendo. Acelero. Voy alcanzándolo. Pero todo termina rápido. Algo pasa rápidamente. Lo hace volar lejos de mí. Escucho un sonido fuerte. Retrocedo. A muerto. La diversión terminó.

Regreso. Huelo la sangre de la chica. Tiene un aroma distinto a los demás. Llego con ella. Se encuentra en el suelo. Tiembla. Escucho un sonido raro de ella.

Me acerco. Ella es rara. Ella no provoca eso en mí. No quiero matarla. No quiero herirla. No quiero verla así. No entiendo. Ella es como ellos. Pero no es como ellos.

Me acerco más. Ella me ve. Me ve con miedo. No huye. No grita. Solo me ve.

La huelo. La veo. Está muy herida. Esta pálida. Esta débil. Cierra sus ojos. Las cierra y no las vuelve a abrir. La toco. Está fría. Su sangre huele con fuerza. El agua fría la congela. Miro el lugar. Miro a todos lados. La tomo en mis brazos. Ella no pesa. Camino rápido. Llego a un lugar solitario. Entro. La dejo en un lugar seco. Reviso el lugar. Está lleno de tierra. Encuentro varias cosas que me servirán.

Tomo aguja. Tomo hilos. Tomo unas botellas de alcohol. Todo de una caja pegada a la pared.

Coser heridas da más tiempo a las víctimas para torturarlas. También es una forma de tortura. Les duele. Les hace gritar. Ella está desmayada. Ella no debe sentir nada. Limpio. Coso. Envuelvo sus heridas. A ella no deben infectárselas.

Ella no se mueve. Ella respira pero no se mueve. Está temblando. Ella está fría. Busco. Encuentro unas telas grandes. Las sacudo. Se las coloco. Todas. Ella se calma.

La observo. Toco su rostro. Es suave. Es pálida. Ella es rara. Ella me hace sentir raro. Toco su cara repetidas veces. Ella se mueve. Ella sigue con los ojos cerrados.

La huelo. No huele a sangre. Huele a otra cosa. Huele delicioso. Me agrada su olor.

Las luces siguen cayendo del cielo. Iluminan el lugar. Ella se ilumina. Me quedo mirándola.

Me sigo sintiendo raro al verla. No sé porque me siento raro al verla. Quiero saber porque me siento así. Voy a quedarme cerca. Voy a verla. Quiero verla. Saber porque ella provoca esto. Estaré cerca.

—estaré cerca de ti—