Protector - shadamy

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El agua ha dejado de caer. La oscuridad se desvanece. Una luz brillante comienza a aparecer. Una luz distinta. Una luz clara que proviene de una gran esfera blanca en las alturas. Ella sigue con los ojos cerrados. Respirando lento.

La veo de cerca. La vigilo de cerca. Ella hace algo en mí. No sé qué es lo que hace.

La luz se hace más intensa. Le pega a ella en el rostro. Se ve distinta. Se ve bien.

Escucho sus quejidos. Su rostro cambia.

Salgo rápido de allí a ocultarme en las sombras.

Ella se mueve. De un lado a otro. Su rostro cambia. Le salen líneas muy ocultas. La observo detenidamente.

Me acerco. Con cuidado. Observando todo detalle de ella. Su respiración se acelera. Sus movimientos son erráticos. Son violentos. Se defiende. Pelea.

Me acerco más. Me quedo nuevamente a su lado. Ella sigue moviéndose. De sus ojos sale un líquido transparente. Lagrimas. Recibo esa pequeña gota con mi garra. Comienzan a salir más. Sus quejidos son más fuertes. Tiene miedo. Siente dolor. Pero no es por mí. Yo no le estoy haciendo daño. Ella le teme a algo más. A alguien más.

La sigo observando. Ella sigue con miedo. ¿a qué le tiene miedo?

Un movimiento brusco de su parte me alerta. Me escondo rápidamente en la sombra. La miro listo para matarla.

Ella respira rápido. Respira con fuerza. Escucho ese jadeo nervioso con claridad. Mira el lugar. Mira donde está. Mira hacia arriba. Mira su cuerpo. Mira sus heridas ya sanas.

Su rostro cambia. Demuestra sorpresa. Vuelve mirar todo. Busca algo. Busca a alguien. ¿Me busca a mí?

Sigue buscando. Mira hacia el cristal del techo. Su rostro vuelve a cambiar. Regresa la expresión de miedo. Pero no me mira. ¿Le tiene miedo a la luz de la esfera? ¿Le tiene miedo al cristal? ¿Le tiene miedo a la oscuridad? ¿que es lo que la asusta tanto?

Sus ojos reflejan terror. Se levanta temblando. Se mueve rápido. Corre a la salida. Busco a lo que le tiene miedo. No veo nada.

Escucho sus pasos alejarse. Decido seguirla. Busco lo que ella teme. Sigo sin ver nada.

Ella corre. Se tropieza cayendo con fuerza. Se levanta y sigue corriendo. Voy tras ella. Mirándola desde la altura. Su respiración se vuelve forzada. Su cuerpo tiembla cada vez más. Tiene miedo. Mucho miedo.

De repente se detiene. Recupera su respiración. Avanza a una pequeña edificación. Muy deteriorara. Huele horrible. Acaricio mi nariz. No me gusta ese olor.

Camina lento. Su cuerpo sigue temblando. Empuja lentamente la entrada. Entra a pasos lentos. Ya ni los puedo escuchar.

Bajo de donde estoy. Me acerco al lugar. Ella sigue entrando. Muy lento. Muy silencioso.

Se oculta de alguien.

De la nada aparece un grito. Es grueso. Es alto. Molesta mis orejas.

—hasta que llegas maldita desgraciada!—

Me acerco más. Veo por un cristal hacia adentro. Veo a otro erizo. Se parece a ella pero más grande. Muy feo. Verlo me da asco.

Ella tiembla al verlo. Se encoge en protección. Ella tiene miedo. Le tiene miedo a él.

—maldita zorra— gruñe. La toma de las púas. Ella se aferra a su mano. Le duele. —de seguro estuviste acostándote con algún niñato verdad puta, por eso vienes vestida de esa forma— niega repetidamente con los ojos llenos de esa agua salina de nuevo. —no me mientas Amelia, no soy idiota!— la tira al suelo. Ella se queja. Se encoje en el suelo. Trata de protegerse.