《POV Jungkook》
Jungkook no podía creer lo que estaba pasando.
La pesadilla se había vuelto realidad. ¿Había matado realmente a casi toda la manada de Jimin? La violencia que había desatado lo perseguía como un espectro. Su corazón latía con un dolor sordo, pero la culpa lo ahogaba más que cualquier herida física. Jimin me odiará. Esa simple verdad era un peso insoportable.¿Cómo había llegado tan lejos? ¿Cómo podía haberse convertido en el lobo de la muerte que todos temían?
Sintió la sangre fría en sus venas. No era la primera vez que veía la muerte a su alrededor, pero esta vez la había causado él mismo. El pensamiento lo martillaba con furia: ¿Realmente no había otra forma? Pero no tenía respuestas. La ira y el vacío llenaban su mente, y todo lo que podía hacer era avanzar en la oscuridad de sus propios actos.
Y en medio de la confusión y el caos, algo se lanzó hacia él. Un lobo del sur, una figura llena de rabia y desesperación. Sin previo aviso, le arañó un ojo con furia. El dolor fue agudo, y por un segundo, el tiempo se detuvo. Era la primera vez que un lobo le hacía daño. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora?
"¡Pagarás por lo que le hiciste a mi manada! ¡Solo traes destrucción! ¡Por eso eres el lobo de la muerte!" —rugió el atacante con voz rasposa, mientras sus garras se hundían en la carne de Jungkook.
Jungkook apretó los dientes, incapaz de responder. ¿Era eso lo que era ahora? El lobo de la muerte. ¿Un monstruo?
La verdad era que el dolor físico palidecía ante lo que sentía dentro. El arañazo en su ojo ardía, pero su alma se sentía más rota que nunca. "Tal vez soy el lobo de la muerte..." pensó en voz baja. "Solo traigo caos, destrucción... Todo lo que toco se desmorona. ¿Sería mejor si solo existiera el lobo de la vida?" Si tan solo todo fuera paz, si tan solo pudiera ser alguien diferente, alguien que no estuviera marcado por la sangre de sus hermanos caídos.
Pero no había marcha atrás. La guerra ya había comenzado.
"¡JEON!" —gritó Namjoon con furia, lanzándose sobre el lobo del sur con una rapidez feroz, dominando la situación en cuestión de segundos.
Jungkook permaneció allí, quieto, con la vista fija en la pelea, aunque apenas registraba lo que sucedía a su alrededor. Su ojo sangraba, el dolor era agudo, pero no era el físico el que lo atormentaba en ese momento.
Era algo mucho más profundo. Un vacío que lo consumía lentamente, mientras la culpa le ahogaba el pecho. ¿Por qué no había reaccionado? Las preguntas no dejaban de martillar su mente. El instinto le decía que debía atacar, defender, hacer algo... Pero algo dentro de él simplemente se apagó. ¿Qué le quedaba de sí mismo?
Cuando la pelea finalmente terminó y el silencio volvió a llenar el aire, Jungkook dio la orden de retirada con una calma que le resultaba ajena. ¿Por qué había sido tan fácil?
"¿Jungkook, qué pasó? ¿Por qué no hiciste nada?" —preguntó Namjoon, acercándose con una mezcla de preocupación y desconcierto, observando el daño en su ojo, que no dejaba de sangrar. "¡Dios mío, tu ojo!"
Jungkook lo miró, sus ojos vidriosos, como si nada de lo que ocurría tuviera sentido. ¿Qué podía decirle? No había palabras que pudieran explicar lo que sentía. No había excusa para su parálisis.
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《Herederos》Kookmin
AcakJeon Jungkook un lobo Alfa negro, hijo de la Luna y Park Jimin un lobo Omega blanco, hijo del Sol ambos representan la vida y la muerte. Jimin tiene prohibido ir al lado norte pero que pasara cuando este encuentre a un lobo herido al otro lado de la...