El amanecer de un nuevo día pronto trajo consigo el final del sueño nocturno mientras una de las dos camas ahí presentes pareció moverse al son de un despertar y justo en ese momento unos ojos tan grises como la luna llena fueron abiertos.
-Oh portadora, habéis despertado... ¿Os halláis bien?- Susurró una voz quién en ese momento se dejó ver con una rubia cabellera y unos ojos tan azules como el cielo despejado.
-¿Cómo está Will?- Vio en ese instante reparó en el lecho a su lado, ella ya no estaba en casa de Sión sino en la fragua y sobre la cama contigua reposaba el ruiter albino cubierto de mantas de piel.
-Él estará bien, el viejo Slim se encargó de atenderle mientras el Anciano y los demás íbamos en vuestra búsqueda.- Respondió el joven y en ese momento, un hombre de avanzada edad se dejaba ver arrastrando los pies en las cercanías del lecho usando una capa de pieles que cubría su cabeza dejando visible su rostro y una larga barba rojiza.
-Él es el señor Slim, debo presentaros ahora porque no os habéis conocido antes, él es un Gibiyaan que ha venido para tratar las heridas de Will, no hace mucho que llegó aquí.- Agregó el rubio con una sonrisa.
-Es un placer que me hayáis invitado a vuestro poblado y es aún más placentero saber que tengo el honor de ver a la portadora.- Interrumpió el hombre mayor con una voz que se asemejaba más a un canto que a un habla.
-He tratado las heridas de vuestro caballero, su vida no corre peligro y mi amado Keythong se está encargando de atender al grifo. - Prosiguió el hombre que mostraba el pelo rojizo al igual que la barba con manchas de la edad pintadas en su rostro a modo de pecas, era bastante más pequeño que Sión pero aquello tal vez era por su postura encorvada.
Y después de aquello, la joven portadora rápidamente se puso de pié con la voz de un Sión preocupado por su salud de fondo y fué ahí cuando recordó la herida de su brazo izquierdo. Evidentemente ahí estaba, la tela carmesí había sido reemplazada por telas blancas que segregaban un líquido rojizo a modo de pomada que Vio no se atrevió a preguntar, sin embargo la herida se sentía mucho mejor aunque aún no era capaz de utilizar su brazo dañado.
-Sanaréis bastante más pronto de lo que pensábamos, solo unos días y volveréis sin duda a ser la misma.- Respondió el viejo quién en ese momento amarró una tela extra al hombro de la joven para sostener el brazo vendado.
-Muchas gracias.- Respondió ella.
Y luego de ver a un durmiente Will, la joven portadora finalmente salió de la fragua y en ese momento la emoción llegó nuevamente a ella al ver al grifo de Will siendo atendido por una nueva criatura, una de la que nunca había oído hablar y era a quién el viejo Slim se refirió como Keythong.
El Keythong es una especie de grifo pardo no volador con cabeza de águila y cuerpo de León muy similar a un grifo de tierra común sin embargo la gran diferencia entre ambos es que el Keythong portaba grandes púas que le sobresalían de la espalda en lugar de alas, tales púas que cubrían su cuerpo desde el cuello hasta el muslo tenían la extensión de un brazo y se curvaban hacia atrás, el resto de su cuerpo era de un color pardo y su estatura era similar a un grifo de montaña aunque más estirado y delgado.
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La Pluma Plateada
PrzygodoweVio es una joven de largo pelo café, amante de la fantasía y la lectura, tímida y poco social que vive acostumbrada a la monótona vida que le ofrece el mundo, asiste a una Universidad reconocida de su país y lleva una vida completamente normal. Sin...