HISTORIA RECOMENDADA POR MTV.
❝ Nueva York tiene mil universos que no siempre se conectan, pero esta es mi ciudad y siempre lo será ❞
▪︎2019 [derechos reservados]
▪︎Primer Libro de la Trilogía #NYC.
—Gracias Rebecca —sonrió mamá orgullosa—. Charlie está muy feliz por esta oportunidad.
Rebecca Finn me sonrió satisfecha.
—Para nosotros es un placer que tú modeles con nuestra lencería y vestidos —dijo— Definitivamente, la semana de la moda de este año será grandiosa.
—No dudo de ello, y de nuevo, gracias —suspiro y por dentro pienso que estaba por cumplir uno de mis mayores sueños, es decir, en esta ciudad todo es posible; Un día te levantas siendo repartidor de pizzas y al otro puedes estar cantando con Andrea Bocelli, pero esta oportunidad no quería desperdiciarla, era modelar junto a Candice Swanepoel, Barbara Palvin, Elsa Hosk, un sueño hecho realidad.
La mujer morocha salió de la sala y mamá la acompañó hasta el elevador muy feliz. Miré mi móvil y noté que llegaría tarde al instituto así que decidí ir por mi bolso. Susan me sonrió inmediatamente entré a mi habitación.
—¿Como está el día de hoy señorita Charlotte? —dijo amablemente.
—Pues muy feliz —aplaudí sonriente y ella alzó una ceja.
—Déjeme adivinar, ¿El cantante de One Direction, su graduación o el señor Nate McLaren? —preguntó corriendo las cortinas de mi cuarto logrando que la luz matutina de Nueva York me haga entrecerrar los ojos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Nada de eso Susan. ¡¡Modelaré en la Fashion Week de este año!! —chillé feliz.
—Que hermosa noticia, su madre debe estar muy orgullosa de usted —suspiró limpiándose su delantal y yo asentí.
Mamá había desfilado para Prada, Fendi, Gucci, Versace y Valentino y con tan sólo 18 años había sido coronada reina de la Gran Manzana 3 veces, yo, cómo su hija, no podía ser menos, no aquí en Nueva York.
Susan me entregó el tupper lleno de ensalada y una botella con agua fría, la guardé en mi bolso y bajé para que Marcus me llevase al Instituto.
El camino fue más largo de lo normal gracias al tráfico. La ciudad en tiempos de turismo y graduaciones era un caos, 15 minutos después me despedí de Marcus y bajé de la limusina con la imponente fachada del edificio frente a mi, el timbre iba a sonar en unos minutos así que corrí hasta mi casillero y dejé algunos libros allí.
—Entonces pensé, ¿acaso no eran realmente bellas mis botas, Stacy? —rió la voz chillona de Candice mientras me giraba sobre mis pies, inmediatamente me sonrió falsamente—. Charlie, buenos días.
Le devolví la sonrisa de la misma forma y pensé que solo eran buenos para ella. Negué con la cabeza y salí de mis pensamientos, caminé por el corredor bajándome la falda y de repente el director Bruce se cruzó en mi camino sonriendo enormemente.