𝗠𝗜𝗦𝗦 𝗡𝗘𝗪 𝗬𝗢𝗥𝗞, 𝗁𝖺𝗋𝗋𝗒 𝗌𝗍𝗒𝗅𝖾𝗌

28 • Valle del Napa y ¿Phoebe?

Narrador Omnisciente

Napa Valley, California.
12:43 p.m.

Una pequeña brisa chocó contra la cara de Charlotte al bajar del auto deportivo. Sus amigas corrieron hacia la puerta de la gran casa platicando y riendo sobre algunas anécdotas del largo viaje, mientras que ella, se quitaba sus gafas negras y caminaba acalorada hasta la puerta también.

—¡Bienvenidas al Valle del Napa, muchachas! —exclamó Amy luego de dar la última vuelta de la llave en la puerta, abrió sus brazos felizmente y se giró para ver a sus amigas—. Hogar, dulce hogar.

Todas se quedaron mirando la moderna mansión de la morocha, todo estaba perfectamente acomodado y un olor a miel y cacao había alrededor. La casa constaba con cuatro habitaciones, la de los padres de Amy, la de Amy y dos de invitados, una cocina muy amplia y un living muy novedoso, una piscina gigante y la casa se encontraba rodeada de enormes árboles y bellísimos viñedos.

—¡Señorita Amy! —una mujer mayor apareció tras el corredor y se fundió en un abrazo con Amy.

Llevaba el cabello recogido y tenía un delantal como si hubiese estado limpiando, Charlotte no tardó mucho en darse cuenta que era la empleada de los Archibald.

—¡Giselle! —sonrió la morocha sonriendo—. ¿Cómo estás? No tenía idea que estuvieses aquí.

—Sus padres me han pedido que regase las plantas y me encargue de alimentar a Ginger, ¡vaya que come ese can! —rió y seguidamente dirigió sus ojos a las otras tres chicas—. ¡Hola! Ustedes deben ser amigas de Amy, que gusto conocerlas.

—El gusto es nuestro —sonrió Sienna amablemente.

—Bueno cielo, ¡debo irme! Bob me espera para almorzar —besó la mejilla de Amy y dijo—. Mis vacaciones comienzan, la casa está en buenas manos.

—En muy buenas manos —corrigió Amy y saludó a la mujer para que luego desapareciera por la puerta de entrada.

Un ladrido provino detrás de Cassidy y un enorme golden retriever saltó moviendo su enorme cola sobre Sienna lamiendo su cara.

—¡Ginger! —exclamó Amy y su perra ladró de nuevo pero ahora saltaba sobre su dueña, Amy rió y comenzó a acariciarla—. Te eché de menos pequeña.

Todas estaban muy concentradas en la ternura de Ginger que no notaron que el timbre de la casa sonaba, Charlie se percató de aquello al parecer e inmediatamente fue hacia la puerta.

—Buenas nuevas preciosa —la inconfundible voz de Blair hizo que los ojos de Charlie se abrieran más de lo normal.

—¿No nos harás pasar? —Tiffany sonreía divertida y sin pensarlo dos veces chilló y abrazó a sus dos mejores amigas.

—¿Qué hacen aquí? ¿Cómo supieron? ¿Qué carajos? —sonrió Charlotte.

—Se lo debemos a ella —Blair apuntó con su dedo a Amy a medida que iba ingresando a la sala.

—Muy buen viaje por cierto, increíble limusina —bromeó Tiffany y Sienna sonrió.

—¿Ustedes hicieron esto? —preguntó atónita Charlie.

—Bueno, luego de ver por televisión la entrevista de esos incompetentes decidimos levantar tu ánimo, nos contactamos con Blair y pues... ¡Aquí están, sorpresa! —añadió Cassidy mientras abrazaba a Tiffany.

—Son increíbles —sonrió la rubia muy feliz de ver a sus mejores amigas aquí.

—Bueno, nosotras iremos a preparar el almuerzo —suspiró Sienna moviendo su maleta hacia un costado.