𝗠𝗜𝗦𝗦 𝗡𝗘𝗪 𝗬𝗢𝗥𝗞, 𝗁𝖺𝗋𝗋𝗒 𝗌𝗍𝗒𝗅𝖾𝗌

3 • ¡Hola UK!

Charlotte POV'S

El reloj comenzó a sonar muy fuerte y no pude evitar soltar un quejido. Estiré mi brazo hasta la mesita de luz y lo arrojé contra mi armario.

—¡¡Charlotte ya vas tarde!! Despierta cariño —exclamó mamá desde el otro lado de la puerta.

Me levanté del edredón bufando molesta y miré mi móvil, marcaba las 8 am, mamá exagera todo, no estaba llegando tarde, aún me quedaba media hora para llegar al Instituto.
Susan entró a la habitación luego de decir "buenos dias", dejó la bandeja con mi desayuno y le sonreí agradecida mientras corría las cortinas dejando entrar la luz.

Susan asintió como corroborando que todo esté bien y salió de la habitación. Me vestí con un jean roto en las rodillas y una blusa negra que papá me obsequió la semana pasada, unos tacones negros de Gucci y me maquillé lo suficiente como para tapar mis horribles ojeras y mi cara de sueño. Bajé las escaleras después de deborar el pastel de chocolate y el jugo de maracuyá que Susan me había preparado.

Encontré a papá mirando el periódico entretenido y a mamá a su lado mirando el móvil.

—Buenos días —besé sus mejillas y me senté frente a ellos en el sofá blanco alargado. Papá me miró por debajo de sus anteojos y sonrió en forma de saludo, mamá no contestó.

—¿Lista señorita? —preguntó Dave, mi chofer.

—Aguarda unos minutos fuera Dave —le dijo mi padre—, Charlie te alcanza en un momento.

El hombre asintió y salió del living, Susan pasó por detrás y se metió a la cocina dejándome a solas con ellos. Papá carraspeó.

—Charlie —dijo mi padre—, hay un par de cosas que debemos decirte.

—¿Qué sucede? —pregunté confundida mirando a papá.

—Anoche. Luego de la increíble cena de año nuevo, Steve McGuinley y Theresa Stuart, el decano de la UDL y su esposa, se acercaron a mi y a tu madre para decirnos que habían oído sobre tus extraordinarias calificaciones —sonrió mamá.

—Luego de un par de minutos accedieron a darte un lugar en la Universidad de Londres en el Reino Unido. Sin dudas es una gran oportunidad y creemos que Harvard podría evitarse —explicó—, ésta cuenta con instalaciones asombrosas y es la mejor de toda Europa, ¿no crees que sería una gran oportunidad para salir de Nueva York? —dijo.

—No quiero irme de Nueva York papá —negué—, tengo a mis amigos aquí, a Nate, a Blair, a Tiff —bufé rodando los ojos.

—Lo sabemos cielo, pero, piénsalo... sería muy bueno para tu futuro y muy pocos tienen una chance como esta —dijo mamá haciendo un ademán. Negué nuevamente y dije.

—¡No quiero! ¡No lo haré! No me interesa Londres, voy a quedarm aquí e iré a Boston en unos meses con Blair y Tiffany —negué y me levanté del sofá muy bruscamente. Tomé mi bolso y salí del edificio, al ver a Dave le anuncié que hoy no tomaría la limo, iba a caminar.

El me miró extrañado y asintió. Comencé a caminar en dirección a Stuyvesant pensando en todo lo que papá y mamá habían dicho.

¿Por qué diablos querían enviarme al otro lado del globo? Inglaterra era muy lejos, muy distinto y muy lejano a lo que yo deseaba como comenzar un futuro mejor, no dudo de que seguramente sea una gran oportunidad porque es una Universidad muy resaltada internacionalmente pero... ¿Dejar a Nate, Blair, Tiff, Green? Jamás, no quiero, no lo soportaría.

—Hola preciosa —Nate corrió hacia mi y me besó cortamente los labios al verme subir las escalinatas del colegio.

—Hola cariño, ¿cómo estás? —le sonreí y me tomó de la mano.