12. Otro mal sueño

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Steven regresa al templo. Entra. Cuando llega encuentra a Perla charlando tranquilamente con su padre y prefiere no molestarlos. Intento evitarles, pero demasiado tarde. Perla y Greg le ven.

GREG: Ey, hola, hijo

PERLA: Hola, Steven. ¿Te lo has pasado bien?

STEVEN: Hola, chicos. Bueno bien...Me voy al granero a ver a lápis y a peridoto. Hasta luego.

Y sale por la puerta.

GREG: (Extrañado) Vaya un saludo, ¿A este que le pasa?

PERLA: No lo sé. A mí también me parece raro.

Y siguen charlando como si nada hubiera pasado. Cuando terminaron decidieron bailar otro rato.

GREG: Bueno, Perla, ¿Que estilo de música prefieres bailar?

PERLA: Pues un estilo de música tranquilo. A decir verdad...es que no se bailar otra cosa...

GREG: Si quieres otro día cuando bailemos te enseño algunos otros pasos de baile.

PERLA: Vale guay

Empieza a sonar el equipo de música. El Danubio azul inunda la habitación.

GREG: Bueno, señorita Perla, ¿Me concedes este baile?

Perla ve que Greg la da la mano ofreciendo la a bailar con el a lo que acepta encantada.

PERLA: Por supuesto que sí.

Y empiezan a bailar. Ambos se dejan llevar por los sonidos melodiosos que salen del equipo de música. Una maniobra brusca hizo que Perla acabase encima de Greg mientras bailaban. El mundo parece detenerse de nuevo.

Perla le mira por primera vez como nunca lo había visto. “En el fondo no es tan malo”, piensa. “Que lastima que ninguna chica la quisiera siendo tan bueno...”

La canción que escuchan se termina y empieza a sonar The promise you made de Cook Robin. No saben que va a ser su canción.

Justo cuando empieza a sonar el estribillo, los dos empezaron a mirarse dispuestos a darse un beso. Pero, de repente, Perla se interrumpe. Se dirige hacia el equipo de música y lo apaga.

PERLA: Gracias, Greg. Ha sido una velada muy agradable.

GREG: Oh, no fue nada. Gracias a ti, Perla.

Se despiden. Perla ve como Greg se marcha en la furgoneta, y se dispone a fregar los platos que no pudo fregar durante la presencia de Greg. Cuando termina, los seca y los mete en el armario. Tras ello, Perla se tumba en el colchón riéndose tan feliz como nunca lo ha estado mientras evoca los momentos revividos con Greg.

A medida que pasa el tiempo se fue agotando, y termina durmiéndose en ese colchón.
De repente, Perla se sobresalta y despierta. Se encuentra en el templo completamente sola.

PERLA: ¿Steven? ¿Granate? ¿Amatista?

En ese momento, no puede creer lo que ve. Las gemas de amatista y de rubi y zafiro hechas añicos en el suelo. Y, de repente , todavía alucinada por lo que acababa de ver una voz suena a sus espaldas.

VOZ: Deberías estar contenta de no haber podido ayudar a tus amigos. Una lastima que ellos ya no vayan a estar en este mundo.

Perla se vuelve. Es jaspe. Tiene a Greg cogido de su melena, gimiendo y pidiendo que lo suelte.

PERLA: (Montando en colera) ¡Tú! ¿Dónde está Steven? ¡Sueltale el no tiene la culpa ! Esto es solo entre tú y yo.

GREG: (Asustado) No Perla. Es una trampa. Salvate tu.

JASPE: Uy, que conmovedor. ¡Que lastima que tengas que enfrentarte a mí porque esto a mí no me sirve!

Y tira a Greg con tal fuerza que se hace un golpe muy fuerte.

PERLA: (Gritando) ¡Nooooooooooo!

Perla se despierta. “Otra vez. Me está pasando otra vez. No puedo más. Tengo que acabar con esto”, piensa.

Del Odio Al Amor Solo Hay Un PasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora