10. Algo nuevo para Perla

412 31 4
                                    

Las nueve de la mañana.

Perla estaba despierta desde que tuvo ese sueño y no volvió a dormirse ya que estuvo pensando.
Creía que sus sentidos la estaban escuchando por lo que prefirió no hacer caso a lo sucedido en el sueño. Se tumba en el colchón de la cama y se duerme.

A la mañana siguiente, Steven despierta y ve a Perla que ha preparado su desayuno favorito.

STEVEN: (Alegre) Guau, Perla. ¡¡Has preparado mi plato favorito!! Muchas gracias Perla.

PERLA: Me alegra que te guste Steven.

Los dos comieron hasta que terminaron de comer y mientras Perla está fregando los platos llaman a la puerta. Era Greg.

GREG: (Alegremente) Buenos días, familia. ¿Qué tal habéis dormido?

Cuando oyó su voz, Perla que todavía estaba lavando los platos noto que algo le golpeaba el pecho pero de forma alegre. Pum, pum. Pum, pum. Ese algo late enloquecido. Le da un poco de corte darse la vuelta y saludar. Empieza a temblar ante la emoción. Greg había estado hablando con Steven, pero en cuanto ve a Perla, deja de escuchar lo que dice su hijo y la mira embobado. Steven se da cuenta y le da un toque de atención a su padre.

STEVEN: Papa, ¿Me oyes o no?

GREG: ¿Eh? Si sí Steven. Te oigo perfectamente. ¿Que decías?

STEVEN: Si, si. Vaya forma de contestar. Primero me dices si y ahora me preguntas que que estaba diciendo. A ti te pasa algo. Porque he quedado con Connie si no ya te tocaría desembuchar que es eso que ronda por tu cabecita.

En ese momento llaman a la puerta. Es Connie.

STEVEN: Hola Steven, hola Greg (Y se dirige hacia Perla ) Buenos días Perla.

PERLA: Buenos días Connie.

CONNIE: Bueno, Steven, nosotros nos vamos. ¿Te apetece ir a la gran rosquilla y luego compramos unas patatas?

STEVEN: Si, Connie , nos vamos papá luego hablamos.

GREG: Vale, adiós Steven pásalo bien.

Y ambos desaparecen por la puerta.

Greg no para de mirar a Perla. Perla, por su parte, nota su presencia y se pone muy nerviosa. Pero no tan nerviosa como se pone siempre sino un tipo de nerviosismo agradable y realmente especial. "Calma, Perla, nunca has estado así", piensa.

Greg no para de preguntarse si debía acercarse o marcharse como si nada hubiera pasado. Perla también duda. Se pregunta si debería acercarse a él o hacer como si nada y echarle del templo.

Ambos dudan. No saben si acercarse al otro o no. Perla termina lo que está haciendo y decide acercarse a Greg. Greg se atreve y decide acercarse a Perla.

GREG: Hola, Perla.

PERLA: Hola, Greg.

GREG: ¿Te apetece...que nos sentemos ?

PERLA: Claro.

Cuando ambos se sientan empiezan a hablar y a comentar de lo bien que se lo pasaron la otra vez.

GREG: ¿Sabes? Me lo he pasado muy bien contigo, Perla.

PERLA: Yo también contigo, Greg. Te he dicho en su momento que podríamos repetirlo aquí en el templo que nadie nos molesta.

GREG: Es verdad, Perla, tienes razón. Lo que pasa es que hoy me apetece quedarme aquí sentado un ratito contigo si no tienes ningún problema. 

PERLA: ¡Oh, no! Por supuesto que no tengo ningún problema. Justo ahora que he terminado de fregar el desayuno de Steven. Como come este chico, ¿Eh? 

GREG: Sí... oye, Perla, ¿A ti te gustaría tenerlo como hijo? 

Perla mira sorprendida a Greg. Greg cambia la expresión  de lo que querría decir. 

GREG: Como creo que lo consideras, no quiero que eso suene un poco directo. 

PERLA: Mira, Greg, lo trajo al mundo una de las personas a las que más aprecio. Y si te soy sincera me siento en deuda con ella. Pero si quieres saber si lo miro como a un hijo, la verdad es que le aprecio mucho, muchísimo. Tanto como sigo apreciando mucho a su madre. Bueno, me imagino que tú también, ¿No? 

GREG: Sí, Perla, yo también la aprecio. Aunque también os aprecio a vosotras, Gemas de Cristal, por haber cuidado de él. 

PERLA: (Un poco cortada). No hay de qué...Sólo hicimos lo que debíamos. 

GREG: Sobre todo tú, Perla. Y me siento muy....agradecido. Agradecido por todo lo que has hecho por él, eso. 

PERLA: (Riendo). Ya te he dicho que no es nada, Greg. 

Y siguen charlando hablando de sus misiones, las costumbres de los seres humanos y acerca de Steven. Perla no pudo estar más interesada en todo lo que le contaba Greg de Steven y de la cultura humana. "Perla, tú no eres así", piensa, "Por favor, reacciona. Y esta sensación es humana, yo no lo soy, pero, ¿Qué estoy haciendo?" Pero prefiere seguir escuchando. Y le sigue mirando embelesada. 

Perla no sabe lo que significa estar enamorada. 


Del Odio Al Amor Solo Hay Un PasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora