Volver a empezar.

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Sigo caminando furiosa, llorando colera.

-¡Escúchame! _Grita.

No, no tengo fuerza de voluntad. No puedo. Me detengo y me vuelvo  a él.

-Vete. _Suplico  con los ojos llenos de lágrimas.

-No me iré  sin ti. _Aclama. Su expresión de melancolía.
-¡Vete! ¡Vete! ¡Vete! _Me lanzo hacia él golpeando con mis manos débiles su pecho. Él  _Intenta abrazarme. Yo me resisto. Sus manos queman, sus manos arden h tiemblan.

-Tranquila. Tranquila. _Sus manos fuertes me sostienen y me abrazan.

-No quiero perder a mis hijos.

-Tranquila.

No puedo resistirme y lo abrazo. Me siento de nuevo en casa. Puedo escuchar las estrellas cantar acompañadas de campanas tirantes, y lloro en su hombro.

El me abraza fuerte, puedo escuchar sus quejidos de llanto.

-Entiende que la mujer que tú  amaste y la que te amó en aquel entonces, murió ese día en prisión._veo sus ojos.

-No es cierto. Tú  me sigues  amando. _Se convence.

-Te amé tanto. Te necesité cuando quise hacer bien las cosas. Y tú te corriste de mi. _Reclamo aquel entonces, aquel día que me rechazó.

-Estaba confundido. _Se escusa.

-No hagas las cosas difíciles.

-No es cierto. Puedo sentirte entre mis brazos y no haces nada por escapar.

-Es muy tarde para tus palabras. Y prueba de que ya te olvidé. _Me safo de sus brazos. _-Te dejaré ver a los niños. Supongo que Dean ya te dijo donde es.

Sigo mi camino, mi corazón está  hecho pedazos, y duele, duele de más. Doblo un par de calles, y no puedo sacar de mi mente sus ojos. Cómo decirle que lo sigo Amando hasta no poder. Pero es muy triste tener que olvidarlo. Alejarlo de mi. Ya es muy tarde, y no puedo negar que me muero. Pero jamás  este  amor que por el siento morirá.

Llego a casa. Sólo  súplico para que este dolor cese. Tirada en el suelo, lloro mi agonía  de estar con él. De sentirlo mío, de tenerlo entre mis brazos. Pero tampoco quiero perder a mis hijos, ni mi tranquilidad al presentarle al mundo mis hijos como hijos de un actor que enseguida desataría polémica.

Llega la amarga  mañana. La cual  debería  ser la más  genial. No sé  como les diré. Qué les diré?

Con el mismo entusiasmo llego a su habitación. Rubí los termina de alistar. Les sonrío y me siento  en la espera de que ella termina.

-Rubí nos dijo que hoy no  iremos a la escuela._Dice Evangeline, mientras Rubí la termina de peinar.

-No. _Respondo. _-Hoy haremos algo nuevo.

-Iremos con el tío  Dean?_Curiosea Wilhelm.

-Listo,  señora. _Termina Rubí.

-Bien. Déjame  un momento  a solas con ellos.

-Cómo  guste. _Se retira.

Los siento  en la orilla de la misma cama y me arrodillo frente a ellos, para así, poder hablar con la mirada fija?

-Wilhelm..._Tomo impulso. _-Recuerdas la vez que me preguntaste si algún  día ibas a tener un papá?,

-Ajaa!_Asienta con la cabeza.

-El tío  Dean dijo que teníamos uno. Pero estaba muy lejos. _Comenta  Evangeline.

Suspiro de desesperación.

CUANDO TE ALCANCE. (Chris Evans Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora