¿Destino?

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Tengo que aceptar que Jessica a veces tiene la capacidad de manipularme en cualquier situación. Qué ha logrado dominar un poco sobre mi cabeza, "Tengo que bajar del cielo a esa perra".

Me veo en el espejo, él traje de chofer que me consiguió estaba cómo para prenderle fuego, pero solo si ella lo tenía puesto. Un traje formal, con corbata, saco, gorra.

—Nec! _Escucho la voz de esa estúpida hermanastra que tengo. _—Ya estamos listos, ya es hora de irnos.

—Ushhh! Ni crea que la voy a llevar en mi moto. _Alego susurrando, frente al espejo.

De pronto, veo que se habre la puerta, a través del espejo puedo ver quien es, es la reputa de Alexa.

—Ay! Ya me pudrí. _Exclamo ante su irritante presencia.

—Quiero hablar con usted unos momentos. _Pide.

—Lo siento, princesa. Tengo que conducir a un idiota famoso a un evento, uno que no puede conducir._Le digo, aun con vista al espejo.

—Por qué siempre me ataca. Por qué le gusta estar en desacuerdo conmigo? ¿Por qué me odia tanto. -Me interroga, va directo al punto, sin querer fastidiarme.

—Yo odio a todo el mundo, trato mal a todo el mundo. _Respondo a su curiosa pregunta. Me vuelvo a ella para finalizar. _—No te sientas tan especial.

Su presencia es tan sofocante, que con tan solo verla, se me remueve el estómago. Nunca he odiado tanto a nadie como la odio a ella.

Salgo a la sala.

—Bueno. Ya estoy lista para trasladar a esos monos de circo. _Digo.

Jessica va también vestida de chofer, y hasta John va.

—Wooow! _Me sorprendo al ver a John vestido como chofer. _—Qué bien te ves.

—Tú también lo estas. _Me elogia. _—Aunque no huelas igual, te hace falta un baño.

—Él irá conmigo. _Me dice Jessica.

—Pero yo quiero ir con Nec. _Se vuele a ella.

Ella me ve, y yo encojo los hombros en señal de que no sabía lo que decía John

—Está bien. _Responde un poco triste ella.

Jessica tomó un taxi, John y yo nos fuimos a el estacionamiento de la compañía, donde estaban las limocinas que habían contratado. Jessica me había dicho que la que yo conduciría, sería la azul. No era grande, pero ocupaba un gran lugar.  Estaciono mi motocicleta en ese mismo lugar, pues cuando halla terminado el evento, la regresaré.

Abro la puerta y busco la llave, con facilidad, la encuentro en la guantera.

—Bien, John. Subete. _Le ordeno mientras enciendo el auto.

John se sienta junto a mí, en el lugar del copiloto.

—A donde iremos? _Pregunta Junto, mientras se abrocha el cinturón.

—Jessica dijo que nuestro mono cirquero se hospedaba en el Brooklyn Eadge. _Respondo.

Conduzco hasta el hotel, que está a un costado del puente, y espero en la salida. Minutos después se acerca el policía de la puerta.
Yo bajo el vidrio de la ventada y le lanzobuna gran sonrisa finguida.

—Buenas señora. _Me dice. Observando a John.

—Qué quiere oficial? _Le pregunto un poco amable. _—Tengo los papeles en orden.

CUANDO TE ALCANCE. (Chris Evans Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora