Hora de irme.

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Seguía pasando mi vida, los días pasan, pasan a cada segundo. Mi vida se escurre entre mis dedos, sin dirección alguno, sin saber que hacer con ellos, mi vida pasa, mi se acaba, ¿Y qué hecho de ella?

Me la he pasado odiando a todo el mundo, maldiciendo a cada persona que se cruza en mi camino, quitando la vida a los demás para hacerme sentir placer. Parece que no tengo sentimientos, que no tengo razón de existencia en este mundo, pero eso no me quita las ganas de seguir cagandoles la existencia a los demás.

Pasan los días, el apartamento que elegimos Jessica y yo para vivir unos días ya se había convertido en un condominio. ¿Qué hace la puta de Alexa aún aquí?

No puedo aguantar la furia de que Chris la venga a buscar siempre aquí, mi identidad está en riego, y mi dignidad ante él está en peligro.
Alexa aceptó guardar la confidencialidad de mi personalidad a cambio de no molestarla más, ya me estoy fastidiando.

Encuentro a John, en nuestra habitación, leyendo, la mayor parte de su vida, de su existencia, se la pasa leyendo. Me siento junto a él, en la orilla de la cama donde él está. Lo miro y suspiro.

-Quiero hablar contigo. _Le digo.

-Dime. _Responde sin quitar la mirada de la lectura. _-¿De qué quieres hablar.

-Sobre ti, sobre tu vida.

-Te refieres a lo que me voy a dedicar?

-Sí, exacto, campeón.

-Ya lo tengo decidido. _Me sorprende. Cierra el libro y me da su atención. _-Seré chef.

-¡¿Qué?! _Pinto expresión de disgusto. _-¿Quieres ser qué?

John, se levantó del lugar donde estaba sentado.

-Yo sé que tal vez la idea no te guste mucho, pero yo quiero. A mi me gusta eso. _Me explica.

-John... Yo quiero que estudies.

-Dejame estudiar cocina. _Me convence.

-John no...

-Por favor! _-Suplica.

Suspiro con decepción, pensando en que a él no le podía arruinar lo único que sueña.

-Está bien. _Suspiro.

-Siiiiiiii! _Empieza a saltar de alegría por todo el lugar.

-Investiga dónde quieres eso... Estudiar para ser un ama de casa. _Le ordeno.

Salgo de la habitación, a recostarme al sofá, mientras leo una revista. Pasado de algunos minutos, toca alguien a la puerta.
Con fastidio le levanto perezosa de sofá, rascandome las nalgas.

Abro la puerta, y mi corazón hace ¡Stop! ¡Mi Evans!

-Hola, Nicol! _Saluda sonriente. Observo que lleva un ramo de rosas en la mano. _-Se encuentra Alexa?

Lo observo, está tan guapo y monumental que me deja sin aliento.

-Nicol! _Llama mi atención.

-¿Nicol? _Pregunto confusa.

-Tú, tu eres Nicol. Ese es tú nombre.

Mierda! Cierto, recuerdo que me cambié el nombre con él.

-Ah! Sí, sí. _Afirmo. _-Yo soy Nicol, por supuesto.

Observo nuevamente las rosas rojas, ¿Recuerdan que les dije que odio las rosas rojas? Pues ahora las detesto aun más! ¡Malditas rosas rojas!

CUANDO TE ALCANCE. (Chris Evans Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora