En busca de tu amor - Malec

No todavía

Me gusta cuando somos.
Así. En plural.

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Magnus leyó el mensaje en su celular por millonésima vez, su sonrisa aún tan grande como la primera y una risa encandesente. Era un simple "Buenos días" para cualquiera, pero para él era la gloria.

Se sentía en un sueño, un hermoso sueño del que no deseaba despertar, Alec había vivido en su mente desde el minuto uno, cada facción de él era recordada de forma perfecta, el como sonreía o reía, sus pestañas, ojos y labios, su ceño fruncido, su relamer de labios, la forma de su cabello, cada tramo de tez blanca sobre su ser.

Sin importar el pasar de los años no pudo olvidarlo ni siquiera un segundo, Alexander era el amor de su vida... con toda la expresión de la palabra, vivió con miedo todo este tiempo, miedo a no volverlo a ver. Al perderlo de forma definitiva.

Pero aquí estaba...

Justo frente a él, sonriendole de una hermosa manera, siempre le habían encantado sus ojos pero ahora aquella barba sobre su rostro le hacia una favorable competencia, se veía tan sexy, tan maduro... masculino.

Alec se acercó para apoderarse de sus labios, era un beso duro y pasional, él tomando el control por completo, mordiendo y atacando sin parar con una increíble necesidad acumulada, Magnus sonrió entre el beso alborotado el cabello de su pareja y disfrutando del momento.

Aún tenían que hablar, cerrar viejas heridas, pero solo, por un segundo, por un poco más deseaba gozarlo.

"Te amo" deseaba decirlo, Magnus deseaba dejárselo en claro por completo al igual que Alec

Pero no era el momento, no todavía.

- Alec - murmura - debes seguir trabajando -

- Lo se - ninguno se separo ni abrió los ojos.

Cuando el moreno le dio una oportunidad hace una semana había comenzado a buscar cocineros para el negocio, si quería iniciar las cosas tenía que hacerlo bien.

Estaba planeando una pequeña cena al las orillas de rio, Isabelle se ofreció a ayudarle cuando se lo menciono y el Lightwood sabía que la mejor para el trabajo era ella. Debía ser perfecto.

Igual que Magnus, no podía existir alguien más inefables que él.

Alec eligió bien, si de algo estaba seguro era de Magnus.