~ Luego de unos minutos sentí que su respirar era un poco más calmado, ella ya estaba cesando y no sé cómo lo hacía, esa mujer es una constante caja de sorpresas. Sus manos se posaron en mi rostro como deseando querer besarme así que decidí ir subiendo poco a poco llenándola de besos por lo que ella paso sus manos por mi cuello haciéndome llegar más rápido a su boca, sus besos ahora eran más apasionantes y cargados de algo que no podría describir como muy casual.
Yo no sabía que proseguía pero sabía que la cosa iba a subir aún más de temperatura, con decir que se notaba muy activa tan de pronto, y me dice -Ahora me toca a mí, vas a sentir quizás la mejor sensación de tu vida- (no lo había dicho antes pero he estado nervioso, y ahora que me dijo esto; estoy aún más nervioso. No sé qué mamadas se trae en manos). Ella se pone de pie en la cama por lo que queda más alta que yo, pongo mi mano en una de sus nalgas y se la apreté (me sentí dueño del momento).
Ella se baja de la cama y me empuja para que me siente, me dice -ponte cómodo-... en ese instante mi cabeza se puso en alerta y mis neuronas empezaron a colapsar mientras mis hemisferios cerebrales trabajaban a todo lo que dan (así es, iba a ocurrir lo que ustedes se imaginan). Se pone de rodillas ante mí y me dice -toma las dos almohadas y recuéstate-, me puse cómodo para tratar de relajarme y que mis nervios bajaran pero...
Ella desabrocha mi cinturón y el botón de mi pantalón (trague saliva en ese momento, estaba poniéndome muy nervioso), saca mi pene de mi ropa interior y la primera expresión de su rostro fue de impresión pero con ansias y mucha perversión. Toma mi pene con una de sus manos y baja el prepucio... (a este punto ya nada me puede impresionar..., ¡Espeeeren un moMenTO!, ¡Ay!, ¡Olviden lo que dije!) -¡Oh!- deje escapar ligeramente de mi boca al darme de cuenta que ella tenía mi pene en su boca.
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Podía ver en tu rostro... como tus gotas de sudor brillaban como perlas
FantasyBasado en un hecho real alternativo con una chica que me gusto, pero que de la nada nació un deseo sobre los cuerpos de cada uno y nuestras almas desgarran nuestros pechos para conectarse mediante el sexo.