Capitulo 24

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   ~ Mi pulso estaba acelerado, mi mente divagaba mientras luchaba por mantener el flujo que sentía estar listo para salir, ahí me detuve poco a poco mientras la empecé a besar para mantenerla ocupada un poco. Empezó a bajarse de mí poco a poco y a recoger su cabello con una coleta, se colocó de rodillas mirándome de una manera poco describible (era la mirada de un ángel que mientras dios duerme toma su tridente y se coloca un plug con una cola de demonia). Por su pecho descendían ligeras gotas de sudor, de su vagina fluían densas gotas de lo que sea que fuera aquel liquido de los dioses.

Tomo el preservativo y lo enrollo al contrario cuidadosamente y lo retiro de mi pene, lo coloco sobre la cama con mucho cuidado, y mientras me miraba empezó a pasar su lengua por mi glande haciendo estremecerme a tal punto que sentía como mis piernas perdían la fuerza y me hacían desvanecerme a sus pies. Lo introdujo poco a poco hasta el final, podía sentir su garganta y como ella no se inmutaba al tenerlo todo dentro, sentía como mi pene empezaba a gotear una mezcla entre líquido pre seminal y semen.

Succionaba de manera constante usando sus dos manos a la vez, movía su lengua rozando la parte baja de mi glande (justo en el punto de mi debilidad) para mayor estimulación. Empecé a gemir con más constancia, estaba sintiendo como la piel se me erizaba y mi cuerpo temblaba, ella lo sacaba y dejaba caer saliva en él para que sus manos se deslizaran mejor. La tome por la coleta y empecé a llevarlo hasta el fondo, ella hacia ruidos de estarlo disfrutando, empecé a sentir como ya iba a acabar así que lo saque de su boca y empecé a estimularme yo mismo mientras ella habría su boca y sacaba su lengua. De pronto empezó a salir el semen, callo entre su lengua y su mentón empezando a caer en sus pechos...

Podía ver en tu rostro... como tus gotas de sudor brillaban como perlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora