~ Desate sus manos y como de una fiera se tratase se aferró a la sabana de su cama apretándola con sus manos conteniéndose para no gemir, mis dedos ubicaron lo que estaban buscando. Se puso de rodillas a la vez que me atraía a la cama para que me acostara, se sentó en mi pecho haciendo movimientos pélvicos para subir y bajar y sentir el rose coloco sobre. Estaba caliente y húmeda, baja y subía constantemente hasta que se deslizo hasta mi pelvis, se giró y me dio la espalda, se puso de rodillas y se abrió para ir sentándose poco a poco sobre mi pene.
Subía y baja constantemente de manera suave y podía ver cómo le dolía, podía sentir como los músculos de su vagina se contraían y apretaban mi pene. Empecé a soltar ligeramente pero más constante gemidos; que hacían que ella aumentara su ritmo, se detuvo con todo mi pene dentro de ella y empezó a querer girar en cortos círculos que le hicieron apretar sus manos cuando agarraba mis muslos. Me coloque más como si me fuese a sentar y la tome por la cadera para llevarla más sobre la marcha, la hacía subir hasta casi salirse mi pene y bajar lentamente para que ella pudiese sentir cada segundo con mayor placer que el anterior...
-¡Oh...! ¡SI! Vamos Sa**, sigue por favor, esto me encanta, asiiiiiii-.
-Te mueves como una puta diosa, eras mi perra-.
-¡Aaah!, ¡Aaah!, ¡Aaah!-.
-Sigue mi amor, mueve como lo hacías en tus fantasías conmigo. Soy tuyo E**, domíname cada vez que mueves el culo-.
-¿Quién es mi perra?-
-¡Ayyyyy, que rico! Yo Sa**, YO-.
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Podía ver en tu rostro... como tus gotas de sudor brillaban como perlas
FantasyBasado en un hecho real alternativo con una chica que me gusto, pero que de la nada nació un deseo sobre los cuerpos de cada uno y nuestras almas desgarran nuestros pechos para conectarse mediante el sexo.