Capitulo 27

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   ~ Empezó a gemir, más intenso que antes, había roto esa ligera negación por expresarse a todo pulmón y que la pudieran oír, ahora ella solo quería sentir.

-¡AAAAAAAH!-.
-¡Si-sigue po-r fa-vor! (Su voz temblaba).

Podía sentir como mi pene libraba sus jugos internos, de no ser por el condón su piso sería un lago viscoso en el que ella quisiera sumergirse. De pronto de su vagina empezó a salir un líquido más ligero y en mayor cantidad, mi cuello y pecho recibieron de ese líquido pero su cama recibía todo (alguien va a tener que cambiar sus sabanas sin razón y no va a tener ninguna explicación).

Deje su clítoris y me acomode para sentir por última vez su vagina, sentía ligeras ganas de venirme pero necesitaba que ella lo hiciera primero porque era mi primera vez y ella era mi reto. Empecé una vez más suavemente a darle, sus manos apretaban a cómo podía su sabana húmeda, aumente mi paso como potro salvaje.

-OH SI SI SI, SIGUE MALDITA SEA-.

Se retorcía del placer y los orgasmos, era una acumulación de emociones en su mayor esplendor, su vagina empezó a expulsar con mayor fuerza ese líquido y mojo su sabana aún más llegando a mojarme a mí y cayendo al piso. Sus ojos desorientados su pelvis subiendo a cómo podía junto con su pecho en los impulsos de su esfuerzo por sus manos y brazos.

-¿Me amas?
- ¡Dime que me amas!

No recibía respuesta de ella porque casi no podía hablar del placer. Mi cuerpo se inundó de ello y empecé a sentir un éxtasis que me dominaba y solo me aferre con las dos más a lo que más mi mente me dirigía que era su cintura. Mi mente divagaba de la idea de acabar pero mi pene era el cerebro intelectual del momento.

Ella corriéndose y yo en mis últimos delirios conteniéndome de no acabar una vez más escucho por lo más bajo en medio de jadeos, gritos, gemidos, respiración agitada, el choque de nuestros cuerpos, el palpitar agitado... escucho como dice.

-Te-te amo.-

Mi cuerpo no resistió y se derrumbó por la fuerza del placer, mis manos y brazos soportaban mi pecho, mi pene expulsaba con presión el poco semen que recupero en poco tiempo, solo jadeaba tratando de recuperar el aliento cuando siento sus manos tomando mi cuello y acercándose a mi boca, besándome con las pocas fuerzas que tenía para contener su cuerpo desde mi cuello pega su frente sobre la mía y pronuncia las palabras que hicieron mi propio big bang mental...

-Te amo Samy...,(respira para poder decirlo una vez más) TE AMO... Yos-.






¿The end?.

Podía ver en tu rostro... como tus gotas de sudor brillaban como perlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora