La fuerza en Lilian y Derek
8 de agosto2:40 pm
Si algo amaba Lilian de su esposo era su sonrisa. Derek Osbone tenía la clase de sonrisa dulce y contagiosa que hacía del mundo algo más bonito; o al menos hacía del mundo de Lili algo hermoso. En fin, ese fue un detalle que ella adoró desde el primer instante en el que inició su relación y se sentía extraño no ver aquella curvatura tan linda en ese momento.
Los labios de él formaban una línea tensa al tiempo en el que tamborileaba con sus dedos la madera del escritorio. Miraba con nerviosismo la puerta del salón, esperando a que alguien en específico la atravesara. Todavía no había alumnos en el aula, solo ellos dos y un terrible silencio. Lilian no hizo mucho esfuerzo para adivinar la razón de la ausencia de ese gesto que tanto le gustaba y, para solucionarlo, se colocó entre la mirada de aquel hombre y la puerta para llamar su atención.
-¿Sabes, Osbone? El ver la puerta no hará que ella llegue más rápido -le dijo ella, con una sonrisa triste en sus labios. Él le devolvió el gesto de inmediato.
-Lo sé, bonita -le dijo él tras un suspiro -. Si soy sincero, no creo que venga. Capaz la espera es en vano...lamento haberte hecho venir por nada.
Lilian frunció el entrecejo y dirigió su mirada a Derek. Cruzó sus brazos sobre su pronunciado estómago y se acercó más al escritorio.
-¿Quién rayos eres y qué le hiciste a mi esposo? -cuestinó ella -. ¿Dónde está el Derek que no pierde las esperanzas? ¿Por qué no estoy viendo al hombre que amo en este momento?
-Supongo que estoy cansado -hizo una mueca tras ponerse de pie -. Demasiadas preocupaciones me agotaron hasta que me quedé con pocas esperanzas.
-Usa esas pocas esperanzas que te quedan para confiar en ella. Ya verás, Linda vendrá.
-Eso espero, bonita.
Ella frunció un poco sus labios, odiaba escuchar que se estaba dando por vencido por alguien en la que alguna vez depositó toda su fe. Verlo rendirse era extraño, hasta un poco triste, pero ella lo entendió. Después de todo, Derek había pasado por mucho los últimos meses. Por más doloroso que le resultara, ella sabía que era en parte responsable de esos ojos cansados y esas ganas de no querer confiar más. Fue un peso para los hombros de su esposo por mucho tiempo y ahora él estaba agotado.
Era entendible. Después de todo, el que seamos humanos nos limita a una fuerza que a menudo es insufuciente para aguantar con el peso de las preocupaciones que nos da la vida.
Lilian descruzó sus brazos, extendió sus manos y tomó las de él. Dejó un beso lleno de apoyo y cariño en su mejilla, para luego sonreírle con dulzura. Puede que nuestra fuerza sea limitada, pero si sumamos la fuerza de una persona con la otra, la vida se nos puede hacer más ligera.
Las preocupaciones se vuelven fáciles de cargar.
-Sé que estás agotado luego de tanto poner tu fe en personas que no son lo suficientemente fuertes. De hecho, lamento haber sido y seguir siendo una de las razones por las que estás así -ella suspiró -, pero no te desánimes, ¿sí? Confia en Linda. Le has enseñado mucho como para que ella no considere esta oportunidad.
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Narciso || P.E #2
Teen FictionA Linda no le gustan los espejos... Gabe no sabe vivir sin ver su propio reflejo... Linda ama a todos, menos a si misma... Gabe odia a todos, menos a si mismo... Linda es muchas cosas, pero no es linda... Gabe...Gabe es narcisista. Y Cloe Nicols es...