Capítulo 50 (Parte 2)

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Hablando de querer (Parte 2)9 de agosto 

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Hablando de querer (Parte 2)
9 de agosto 

4:00am

Si te voy a hablar de querer entonces más vale que te hable de ellos dos. Se querían, lo hacían de todo corazón, pero a veces sentían que la presión externa arruinaba todo ese amor que sentían entre ellos. Las opiniones de otros añadían tensión entre ese "querer" exhausto de crecer entre exigencias ¿Cómo sobrevivía el cariño en un ambiente tan complicado?

Esa pregunta no dejaba de rebotar en la mente de Donovan aquella madrugada. Luego de la cena en el hogar de Linda y Sanne, Dalia y Don volvieron a casa para encontrarse con una sorpresa. La señora Bacher se había tomado la molestia de ir hasta la casa de su sobrino para entregarle unos postres que, con esmero y cariño le preparó a él y a su novia. Pasó un tiempo con ellos y ninguno de los dos puso objeciones por una sencilla razón: Sabían que Amaia Bacher preparaba esos dulces y pasaba tiempo con ellos porque era algo que no podía hacer con su hijo. Gabe la alejaba, así que Dali y Donovan no consideraron echarla por miedo a herir los sentimientos de una mujer que ya tenía mucho razones para sufrir. Aguantaron largas horas de charla con ella, cosa que los dos disfrutaron. Claro que eso acabó en el instante en el que una pregunta importante salió de los labios de la madre del narciso, una vez más:

"¿Y todavía no saben cuando se van a casar?"

Ahí, todo se tornó incómodo. Dalia no pudo ver a Don y él no pudo verla a ella. Se quedaron callados, sintiendo la tensión apoderarse de cada rincón en la casa. Pasadas las 10:00pm Amaia se marchó y dejó a la pareja sola, pero la incomodidad continuó a pesar de la ausencia de la madre de Gabe.

Se fueron a dormir sin dirigirse ni una sola palabra y desde ese momento él había estado dando vueltas en la cama, preguntándose si aquel amor que Dali sentía hacía él podía estar extinguiéndose por la presión que ejercían otras personas en su relación ¿Y si ella se estaba cansando de toda esa tensión que cada vez se hacía más frecuente? ¿Y si decidía que no quería aguantar más?

Dalia fue muy dependiente en algún momento de su vida. Dependiente de sus padres, de su hermano, de sus amigas...Pero en la actualidad era una mujer muy distinta. Estaba enamorada de cada decisión que había tomado, de cada error que había cometido, de cada momento vivido. Después de todo eran suyos, y con eso era suficiente. Don amaba eso de ella, pero sabía que la independencia de Dalia no era suficiente como para competir con la presión que estaba ejerciendo Amaia ¿Por qué su tía estaba tan existente con respecto a ese tema? ¿Por qué tanto apuro? Él no lo sabía, no tenía idea, solo sabía que su relación se estaba viendo perjudicada por eso.

Dió otra vuelta en la cama, y otra...Y otra más. Al final, optó por sentarse y observar el reloj digital en la mesa de noche. 4 am y todavía le resultaba imposible dormir. Había notado que Dalia se había levantado de la cama veinte minutos atrás, ella tampoco conseguía dormir. Decidió estirar su mano para tomar el par de muletas que usaba cuando no se colocaba su prótesis y las utilizó para ponerse de pie. Sin vacilar, salió de la habitación en busca de la pelirroja. La encontró en la cocina, con un plato hondo en sus manos y una cuchara en su boca. Al notarlo, ella retiró el cubierto de su boca y le sonrió levemente.

Narciso || P.E #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora