Warzone Legacy || Pietro Maximoff

Capítulo 3: "Berzerker"

—Banner, mírame, no pierdas el control. Necesitamos el cerebro y no los músculos aquí —dijo en tono firme, mientras jalaba una palanca que liberaba un maletín bajo su asiento. Agradecía ser tan desconfiado y tener un traje al alcance en todo momento.

—Estoy bien Tony, tranquilo —Bruce blanqueó los ojos con algo de molestia por ser desestimado respecto a su autocontrol.

Apenas vio la chispa de racionalidad en los ojos de Bruce fue capaz de liberar el aire que estaba conteniendo.

—Niña, ¿todo bien allí atrás? —volteó para asegurarse, una vez que la situación más urgente se encontró bajo control, pero el asiento trasero estaba vacío.

Se movía endemoniadamente rápido para alguien que llevaba casi tres días en cautiverio.

Con urgencia escaneó el lugar por el parabrisas. Llevaba menos de doce horas al cuidado de esa chica y ya se le había perdido durante una alerta naranja. Otra prueba para Pepper de que no sería bueno criando niños.

Localizó a la causante del desastre antes de ver a Liv caminando hacia ella de forma decidida. Coincidía de forma perfecta con la descripción que la chica había dado y también con su suposición inicial: definitivamente no era terrestre.

Le hizo una seña a Bruce de que guardara silencio y que se quedara en el auto, mientras él escalaba por el asiento para poder salir del vehículo con su maletín en mano. Apenas estuvo afuera se apresuró a ponerse su traje y fue capaz de encontrarse mucho más aliviado a causa de su invulnerabilidad.

—Jarvis, hazme el favor de hacer un escaneo de radiación —suspiró cansado. Apenas ahora alcanzaba a comprender la magnitud del problema en el que se había metido. Si habían aliens involucrados solo podía significar malas noticias.

Al menos había sacado a la niña de Suecia a tiempo.

—Encuentro una fuente de radiación gamma justo frente a usted, señor —la visión del traje se volvió prácticamente un sensor térmico, cuya presencia más fuerte se marcaba en Liv.

La niña había llegado hasta donde la mujer de tez y cabello completamente blanco la esperaba. Al parecer junto con su casa, había explotado también su sentido común. Pero, en el momento en que Tony se acercaba para intervenir y evitar un golpe, observó como Liv descargaba su furia en un gancho derecho que resultó demasiado eficaz: la mujer salió despedida hasta impactar en la pared más cercana.

Algo le decía que la radiación gamma había afectado en algo más que las explosiones inesperadas. Se recordó a sí mismo que tenía que hacerle un escaneo de densidad molecular apenas pudiese. Desactivó con una orden el detector de energía y pudo verlo con más claridad: Liv emitía un leve brillo color púrpura, suave pero evidente. Estaba seguro de que ese brillo era algo nuevo, lo habría notado en el auto.

Parecía haber perdido el control sobre sí misma y haber entrado en un estado de furia violenta, tomó el parachoques del primer auto que había explotado y decidió utilizarlo en contra de su enemiga, como si la dureza de sus propias manos no fuese suficiente. Seguramente, al ver a la culpable de todos sus males, su estado de adormecimiento y angustia había sido reemplazado por una completa ira. Su adversaria fue capaz de detener el parachoques mediante un campo de fuerza, aunque a duras penas, lo que le indicó a Stark que la superioridad de fuerza de la niña no era algo entrenado. Había algo sobrehumano que regía sobre su biología.

Tony decidió no intervenir, la niña no estaba causando más daños de los que él mismo haría y parecía mantener la situación bajo control de una forma muy eficiente. Además, la parte científica de su cerebro decidió que podría evaluarla mejor al verla actuar. Pero el ocio no duró más de un par de minutos, ya que la desconocida, al notar su evidente desventaja en un mano a mano, oprimió un botón en su muñeca y la interrogante sobre cómo había llegado allí se resolvió. Una pequeña nave se hizo presente sobre el punto en el que la desconocida había agarrado férreamente a Liv por el brazo, comenzando a elevar vuelo. La muchacha le dirigió un golpe poco meditado con la intención de que la soltara, pero esta vez no funcionó. La invasora parecía decidida a llevarla.