Capitulo 7

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Victoria 

-No sé qué tengo que explicar.- me dice después de pasar unos segundos mirándome.

-Claro que sabes. Acabas de admitir que tu supuesto padre ni siquiera existe.

-Les mentí, y esa es la única explicación que te voy a dar.

-Bueno, cariño.-pongo la mayor cantidad de sarcasmo posible en esa palabra, pero no parece inmutarse.- para mí eso no es suficiente. 

-Te vas a tener que conformar con eso

-Yo no me conformo con nada

-¿Que quieres que te diga?-Grita haciendo que dé un salto hacia atrás.

-Quiero que me digas cómo demonios es que eres igual a un tipo que fue asesinado hace veinte años. Que me digas como es que no te he visto en ninguna parte antes, cuando en un pueblo tan pequeño como este conoces a todo el maldito mundo. Y no me digas que eres de los pueblos cercanos, porque los dos sabemos que no te lo voy a creer. Quiero que me digas que está pasando, maldita sea. 

Mantengo mi voz a un nivel normal, pero mi respiración es agitada y siento mis uñas clavándose en mis palmas. Necesito mantenerme tranquila, necesito poder pensar claramente en caso de que algo extraño pasé, pero no tengo idea de que esta pasando y no estoy acostumbrada eso. 

-¿Por qué decirte? Eres una chica inteligente, debes tener alguna idea. 

-Lamento decepcionarte.-murmuro enojada.- Pero no tengo ninguna teoría sobre esto. 

-¿Ninguna?- pregunta yo niego con la cabeza. Debo admitir que he pensado en unas cuantas opciones, y todas y cada una de ellas sólo serían plausibles si viviera en un serie de televisión o algo así.-Creo que sí.-dice acercándose a mi .- Creo que tienes muchas ideas, y creo alguna de esas es la acertada.

Me alejo con cada paso que da hacia mi ,caminando sutilmente en dirección a la puerta. haber venido sola no es la mejor idea que he tenido, pero tampoco es la peor. Aunque tal vez tenga que admitir que no sobreviviría a una película de terror. 

-¿Podemos hacer el intento de llegar a alguna parte con esta conversación?.-Demando con mi cabeza en alto y mirándolo a los ojos. 

Me devuelve la mirada y luego se desordena el cabello con las manos con bastante violencia, es un tic bastante molesto. 

-Tienes razón.-admite.- No estamos llegando a ninguna parte.

-Y yo no te voy a dejar tranquilo hasta que me expliques todo. 

Se deja caer en el sillón a unos pasos de él, como derrotado.

-Trae a tu amiga, ella merece saber también. Y ella puede ayudarme, tú no lo harías ni en un millón de años. 

No pregunto a que se refiere con ayudarlo, ni porque quiere que Lu esté acá. Solo salgo de la cabaña, dejando la carpeta. De manera sorprendente ha pasado muy poco tiempo y llego a mi casa antes de un cuarto para la siete, eso no impide que me encuentre con mi madre en las escaleras. Sus ojos pardos me miran preocupada. 

-¿De dónde vienes?- Me pregunta frunciendo el ceño y con voz amable.

-No podía dormir.-miento rápidamente.- Pensé que salir a dar un paseo me calmaría un poco ¿Está bien?

-Cariño ¿Has estado teniendo pesadillas de nuevo?

Niego con la cabeza, por suerte las pesadillas no han sido un problema por un largo tiempo.

-Solo no podía dormir, tenía muchas cosas en la cabeza.- Le explico.

Me acaricia el cabello con una sonrisa suave y me dice:

-Ve a arreglarte. Llegarás tarde al colegio. 

Pienso en decirlo que no voy a ir, se que lo entendería y no me metería en problemas, se que sería lo más responsable. Pero no lo hago, si me asesinan, mi cuerpo va a tener que mantenerse oculto. Quien pensaría que algún día mi vida llegaría a esto.

Me pongo unos jeans pitillos negros y una camiseta verde oscuro sin mangas con el diseño de un atrapa sueños. Me pongo una chaqueta de cuero negra, unas botas sin tacón y mi vestuario está listo. Es bonito y con estilo, así que nadie se va a dar cuenta de que algo está mal, pero también práctico. Para que pase más desapercibido pongo especial atención en mi maquillaje y en mi cabello, poniendo con mucho cuidado y dedicación mis extensiones de colores. Miro la hora, ya son las siete, y puedo escuchar los gritos de mis padres para sacar a los gemelos de la cama y a mi hermanito saltando en la suya. 

Respiro hondo y bajo a tomar desayuno

-.-.-.-.-

Luna se estaciona en el claro y estoy a punto de decirle que esto es una mala idea, que plantemos al tal Eric y que nos vayamos de aquí, pero no lo hago y cada parte racional en mi me esta gritando por esta decisión, pero quiero saber que esta pasando, necesito saber que esta pasando. 

Llegamos a la cabaña y Eric esta recostado en el sillón, mirando el techo, primero pienso que no nos oye llegar, el leve movimiento de sus ojos hacía nosotras me dice lo contrario. 

Luna carraspea, probablemente pensando que no nos vio, o no queriendo alargar más la extraña situación. El se para y mi amiga avanza hacía él pero yo la detengo, si vamos hacer esto nos vamos a quedar cerca de la puerta, para poder tener probabilidades de escapar. 

-¿Qué era lo que nos querías decir?

-Creo que tendrían que sentarse para escuchar esto.-nos dice

-Estamos bien así.-respondo.

-En realidad yo estoy algo cansada.-Murmura Luna soltándose de mi agarre, yo por mi parte decido quedarme apoyada en la pared del costado de la puerta. 

El se sienta en el otro extremo del sillón en el que se acaba de sentar mi amiga y nos mira alternadamente.

-Yo soy Eric Stone.

-Creo que ya cubrimos eso.-dice Luna. 

-Lo siento, no estoy siendo claro. Soy Eric Stone, el mismo Eric Stone que ha estado muerto por años.- Suelto una carcajada sarcástica y Luna arquea sus cejas tanto que se pierden en su cabello.- Estoy siendo serio, y créanme que nunca les diría si no estuviera en la situación en la que ustedes mismas me pusieron pero sí, soy él. 

Nací en el setenta y cinco, y siempre viví una buena vida, era un buen estudiante y tenía todo lo que quería porque mi padre tenía mucho dinero, nunca supe en que trabajaba, pero por mucho no me importo, mientras siguiera haciendo dinero no había porque inmiscuirme pero un día uno de sus compañeros de trabajo se pasó por la casa y los escuche hablar de que una chica les estaba dando problemas, y que tenían que deshacerse de ella, al principio no pensé que fuera nada raro, probablemente la iban a despedir o algo así, pero poco después, un día o dos, apareció una chica asesinada en el bosque. Pensé que era una coincidencia así que lo deje pasar, pero me empecé a dar cuenta de cosas, lo extraño que siempre actuaba mi papa, que cuando salía siempre parecía desaparecer alguien, o incluso aparecer muerto y que uno de sus amigos había estado en la cárcel por violación y asesinato. Lo empecé a cuestionar, más que nada sobre el tipo de personas con las que trabajaba, y solo me decía que le eran útiles.

Un día entré al auto que usaba para el trabajo, y me encontré con muchos, pero muchos, tipos de cuchillos, si me hubiera dicho que era carnicero le hubiera creído, por lo menos hasta que encontré una carpeta con fotos de chica, ninguna mayor que yo mucho, algunas mucho menores y todas tenían un precio. Mi padre entro al auto y creo que me golpeo, no recuerdo nada más. Luego me desperté y el venía a mí con un cuchillo. Sentí las primeras puñaladas, luego ya no sentí nada más y aún así podía verlo, podía ver cómo me tomaba en sus hombros y me llevaba a un lugar apartado en el bosque una cabaña, donde me saco los órganos, me rehusé a mirar pero en ese momento fue que me di cuenta que estaba muerto. Salí de mi cuerpo y eh estado así desde entonces.

Tormentos Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora