Capitulo 18

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Victoria.


Suspiro, lanzando mi celular a mi cama, he redactado ese mensaje al menos unas quince veces antes de decidir enviarlo. Lo que había descubierto de la firma de abogados hace no más de tres horas, me había desconcertado y preocupado, pero necesitaba tiempo para saber si estaba lo suficientemente preocupada y desconcertada como para decírselo a todos, especialmente después del fin de semana que todos hemos tenido. Resulta que sí. Miro hacía mi celular esperando el zumbido de que un mensaje ha llegado, pero nadie parece querer responder, aunque sé que ya vieron el mensaje de texto. Tomo mi chaqueta, las llaves del auto de mis hermanos y grito que voy a salir. No esperando la respuesta afirmativa que se que va a llegar. 
Me paso todo el camino a la cabaña, ensayando en voz alta lo que les voy a decir. Mi historia va a ser simple, me encontré con Michael en una cafetería, tomé la estúpida decisión de seguirlo, y me encontré a mi misma yendo a una firma de abogados que tiene reputación de proveer documentos falsos a quien sea que les ofrezca una buena suma de dinero. Luego tengo que hacer control de daños y esperar que no tomen una decisión poco inteligente, porque nuestro peculiar grupo solo puedo soportar una idiotez cada 48 horas. 
No hay nadie en la cabaña, y no sé si voy a poder soportar lo que está por venir. No, no puedo hacerlo ahora. Necesito dar un paseo.
Justo cuando llego a la puerta alguien se interpone en mi camino, alguien que no estaba ahí hace un segundo. 
-¿Viste a mi padre?
Dejo de respirar por unos segundos antes de responder afirmativamente con la cabeza. 
-¿Por qué no me dijiste?- Exige con voz temblorosa. 
-Necesitaba procesarlo.-Admito un poco avergonzada y confundida.- Además pensé que tu ya lo habías visto. 
-No lo he visto desde que volví a la normalidad.
-¿Qué estaba haciendo cuando lo viste?-Me pregunta curioso. 
-Comprando un café.- Digo en voz baja. 
-¿Y después?
Inhalo profundamente pensando lo que le voy a decir, decido advertirle primero:
-Eric, lo que les voy a decir es bastante delicado, y en realidad no tengo la certeza de que ese haya sido de verdad lo que paso, o el motivo de lo que estaba haciendo. Pero necesito que me apoyes y me ayudes a tranquilizar a Lu y Noah. Tenemos que ser cuidadosos con esto. 
-¿A qué te refieres? ¿Por qué estas tan preocupada? 
-Me da miedo como van a reaccionar con esto. Pero necesito que todos estén para decirlo. Y más importante necesito que alguien me ayude a mantenernos a todos tranquilos.
Me mira atentamente y no sé qué es lo que percibe en mí, pero decide no presionarme más a pesar de que puedo ver en sus ojos que la curiosidad lo está matando. Bueno cuanto se pueda matar a alguien que ya está muerto. 
-Te apoyaré.-Me promete, y me pregunto si estará tan seguro de eso cuando escuche lo que tengo que decir. 
Pasan unos minutos antes de que Noah llegue alterado y confuso. Justo con Luna detrás. Esto va a hacer divertido. 
Todos me miran expectantes y yo les hago un gesto para que se sienten mientras paseo por la habitación, recordando el horrible discurso que practique en el auto.
-Hoy en la mañana.-Empiezo escuchándome más segura y resuelta de lo que me siento.- Cuando estaba comprando café me encontré con Michael Stone.- Levanto mi mano hacía Luna impidiendo que lo que sea que iba a decir saliera de su boca, solo necesito terminar esto.-Así que contra toda lógica decidí seguirlo que el notara, lo que me llevo hasta una firma de abogados llamada “Barton & Jones.” Una firma que tiene fama de proveer documentación falsa a las personas que les ofrecen el dinero suficiente dinero. Ahora, pregunten. 
-¿Crees que tiene documentos falsos?- Pregunta Noah. 
-Obviamente los tiene.-Responde Lu.- La pregunta es si planea usarlos pronto. 
-No sabemos si de verdad los tiene, solo sabemos que es una posibilidad.- Apunto 
-Una posibilidad muy real y peligrosa.-Me responde Noah. 
Miro a Eric pidiéndole silenciosamente que me poco.
-Chicos.-Los llama.- No podemos apresurarnos a hacer algo si no tenemos la certeza absoluta de que podría pasar. Acordamos no ponernos en peligro si no es necesario. 
-Pero tenemos que hacer algo.- Exclama Luna levantando las manos, viéndose indignada y muy cansada por lo demás. 
-Podemos escabullirnos en la casa Michael y buscar si tiene documentos o algo extraño. - Ofrece Noah
-Eso es exactamente lo opuesto a no ponernos en peligro sin necesidad.- Opino duramente.
- Tú fuiste la que siguió a un asesino psicópata.-Me reclama Luna parándose del sillón. Sus manos hechas puños. 
-Eso no es lo mismo.- Me defiende Eric.- Al hacer eso estarían yendo directo a la boca del lobo. 
-Pero Michael Stone apenas pasa las noches en su casa.-Aporta Noah. 
-¿Tú como sabes?-Pregunto. 
-No eres la única que ha estado investigando. –Me responde levantando las cejas y sonriéndome cínicamente. 
-Listo.- Exclama Luna.- No hay ningún peligro si no está en casa. 
-Hay muchas variables, Lu.-Suspiro.- No podemos hacerlo.
-Tenemos que.- Me dice parándose a unos pocos centímetros de mi cara y mirándome hacía abajo. 
-Si de verdad quieren hacer esto.- Se entromete Eric.- Yo lo haré, yo puedo entrar sin que me pase nada. 
-Uno sería muy poco.- Opina Noah.- Hay que entrar y salir lo más rápido posible. 
-Tenemos que ir todos.- Dice Luna como si hubiera sido iluminada por una luz divina. Ojala esa luz le hubiera quemado los ojos. 
-Porque nadie notara a tres adolescente entrando ilegalmente a una casa.-Comento sarcásticamente. 
-Es una casa grande en las afueras, nadie suele pasar por ahí. 
-Entonces es el lugar perfecto para que los asesinen sin que nadie lo note y se unan a mí en el otro mundo.- Agrega Eric.
-Tenemos que hacerlo.- Dice Luna. 
-Tiene razón.-La apoya Noah. 
-No podemos hacerlo. –Les digo. Me niego a entrar en esta estupidez. 
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-Dime de nuevo por que estoy haciendo esto.- Le pido al fantasma a mi lado. 
-Porque hubo otra desaparición y tal vez encontremos algo al respecto aquí. –Me responde tan poco emocionado con esto como yo. 
-Ya revisé los alrededores.-Avisa Noah.- No se ve nadie. 
-No parece que haya nada en la casa tampoco. – Observa Luna.
-Ok.-Les digo abriendo mi mochila y pasándole a todos los vivos un par de cosas.- Aquí tienen guantes de cuero, porque no tengo de otro tipo, y la lana no sirve, bolsas de plástico para que se pongan en los pies y cámaras desechables para que tomen fotos a lo importante. 
Todos me miran sorprendidos. No puedo creer que no hayan pensado en las huellas digitales que podríamos dejar detrás. 
-Bueno.-Susurra Noah.- Entremos. 
Una vez adentro nos separamos, Luna y yo vamos al segundo y los chicos se quedan en el primero en caso de que alguien entre, para poder avisarnos y darnos la oportunidad de salir por alguna ventana. 
Luna y yo nos separamos y yo me encuentro en una habitación que parece un estudio. Entro con precaución y empiezo a buscar papales cuidando de dejar todo tal y como estaba. Lo que encuentro hace que se me revuelva el estomago, una carpeta llena de foto de chicas desde los doce hasta los 23 años, con especificaciones sobre su peso, altura y todo lo que uno pueda imaginarse, me da nauseas. También están los nombres de aquellos a los que les puede interesar cada chica. Les saco unas fotos a todo eso y me tomo un momento para examinar el estudio tranquilamente, por suerte no parece haber nada raro ni fuera de lugar acá. 

De la nada Eric se aparece frente a mí muy agitado. 
-Tenemos que irnos.-Me dice temblando y con los ojos muy abiertos. Hay cámaras. 
-¿Estás seguro?-Pregunto mientras mis manos empiezan a temblar. 
Mi respiración se queda atascada en mi garganta, y miro a mi alrededor rápidamente antes cubrir mi cara con la mayor cantidad de mi cabello oscuro posible, y salir corriendo. Todos me están esperando a las afueras de la casa y en menos de un segundo estamos en el auto intentado alejarnos lo más posible de ese maldito lugar. Esto va a salir muy mal. 

Tormentos Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora