CAPITULO 12

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Se acerca la fiesta de fin de año de Zret Company. Como se acostumbra en todo tipo de empresas, en el mes de diciembre se realiza una fiesta o al menos un brindis para cerrar el año y desear lo mejor para el año nuevo que comenzará.

Las chicas de la oficina se ven motivadas por el evento, la verdad es que no entiendo el porqué. Las escucho cuchichear sobre qué se van a poner, cómo se peinarán, hasta sobre qué excusa inventarán para que sus novios no las molesten. 

Para Sam es el único tema de conversación aceptable. Por dos semanas la temática femenina será la misma, ¡un horror! Debería sugerirle a Recursos Humanos que para la próxima avisen con un día de anticipación, así evitamos tanta efusividad. 

¿Acaso creen que conquistarán a algún Gerente o Director que les facilite su vida económica? ¿O que Jeremías Zret caerá rendido a sus pies? Admito que esto último a mí me gustaría...

¡Vamos Emma! Ni siquiera pasó un mes de tu reconciliación y ya estás pensando en el maltratador, eres débil, ¡contrólate! Es cierto, discúlpame señora conciencia

Jeremías evita acercarse a mí, mirarme y hablarme. Puede ser que haya fantaseado con cosas que no son, pero su cambio de actitud para conmigo es notable, eso no puede ser producto de mi imaginación. O tal vez fue sólo un inocente juego de seducción de su parte y yo me lo tomé demasiado en serio...

Según Sam, el año pasado Gustavo Senta, Gerente de Finanzas, estuvo a los besos con una chica del área de Marketing. El sólo hecho de imaginarlos me causa repulsión. La chica mide por lo menos 1,70 y es voluptuosa, para no decir que está un poco pasada de kilos. En cambio, el idiota de Senta tiene ese cuerpito tan chiquito y poco masculino... Hago una mueca al imaginarlos juntos.

-¿En qué piensas Em? – pregunta Chloe que está sentada a mi lado.

-Me imaginaba a Gustavo Senta con la chica de Marketing. – Mi cara se frunce en señal de desagrado.

-¿Por qué lastimas tu conciencia con imágenes tan vomitivas? – se lleva dos dedos hacia la boca abierta como si fuera a vomitar.

-Es que no me entra en la cabeza como alguien puede querer estar con una persona tan asquerosa. ¡Hasta tiene cara de pervertido! Ni siquiera es agradable para tener una conversación amena...

-Supongo que fue cosa de una noche, aquí en la oficina solamente se saludan educadamente y no se vio nunca un movimiento que nos haga sospechar que están juntos.

-Ella no es fea como para caer tan bajo.

-Gustos son gustos, en eso nadie puede opinar.

-Es verdad...

-Lo creas o no las fiestas de fin de año son un descontrol – hace una pausa – Para los que quieren descontrolarse – aclara - Es como si lo que sucede en la fiesta queda en la fiesta. Una licencia que por consenso no debe influir en la relación laboral que tenemos diariamente – alzo mis cejas buscando más claridad e incentivándola a seguir hablando – La mayoría bebe de más sin que les importe hacer el ridículo, los jefes no existen por una noche, en realidad son los primeros en embriagarse – sonríe divertida – Las chicas, principalmente las de nuestra edad, se visten con tan poca ropa que no me sorprendería que este año se aparezcan solamente en un diminuto traje de baño o ropa interior, si es que confirman que habrá una piscina tal como escuché por ahí.

-¿Y tú también te descontrolas? ¿Pierdes la cabeza y bailas seductoramente frente a nuestros compañeros? – la observo entretenida, ya que no me la imagino haciendo el ridículo frente a nuestros jefes.

-¿Cómo se te puede cruzar por la cabeza que podría llegar a comportarme como una loca desesperada en el ámbito laboral? – Retruca un poco molesta – Yo no soy así Emma, me sorprende que lo preguntes - se muerde el labio inferior volviendo la vista a la pantalla de su computadora.

Muñeca del Destino [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora