La constelación

28. Consecuencias II

Conmoción... eso era lo que estaba sucediendo en la Casa Black en estos momentos, con una coordinación ridículamente excesiva luego de que se escuchara el ruido de la aparición, absolutamente todos fueron a dicha zona para saber quiénes eran los recién llegados.

Pero al llegar allí, nadie los preparó para dicho panorama.

Bellatrix Lestrange se encontraba respirando agitadamente cargando un pequeño moisés y se aferraba a el como si su vida dependiera de ello, unos pequeños sollozos comenzaron a escucharse por la estancia y como si fuera un interruptor Augusta Longbottom se acercó a la joven bruja que cargaba a su nieto.

Un agudo y fuerte graznido despertó a todos del shock y rápidamente los demás se acercaron a los recién llegados, Augusta con delicadeza guio a Bellatrix al salón y se encargó de limpiar las heridas visibles mientras que arrullaba a Neville (quien ya se encontraba fuera del moisés) lo cual era un poco complicado ya que Bella no se separaba de él.

Rodolphus con ayuda de Sían y Tedd se dirigieron a la pequeña enfermería y recostaron al mago allí, mientras que Remus llevaba el cuerpo de Frank otra habitación, conteniendo sus lagrimas al ver a su amigo caído.

Sin ninguna delicadeza Narcissa y Andrómeda llevaron a Alice las mazmorras, usando los mismos hechizos que con Peter, la dejaron en la celda de al lado pero esta vez usaron cadenas para suprimir la magia de la bruja (que por cierto eran totalmente ilegales, al menos la versión que usaba la familia Black) con sonrisas idénticas que reflejaban maldad usaron dichos artefactos con Pettigrew, tomando la varita de la bruja, las hermanas Black (la varita de Peter fue guardada por Sían) se fueron de las mazmorras usando un poderoso hechizo para sellar esa parte de la casa.

Franco usando la adrenalina que corría por sus venas se dirigió a la enfermería que habilitó en la casa, al llegar enarco una ceja al ver a su esposo dormido... luego hablaría con él, con movimientos expertos comenzó a recitar hechizos sobre Rodolphus y una tanda de pociones fue suministrada al mago, luego comenzó a inspeccionar a su esposo y solo sonrió, destapó una poción revitalizante y fue en busca de Bella y el pequeño Neville.

En el salón todos estaban expectantes, observaron como Bellatrix se iba calmando con las susurrantes palabras de la matriarca Longbottom, además de que le pequeño Neville disminuía sus sollozos.

Cuando Franco llegó a la habitación se dirigió rápidamente a la bruja y al pequeño, con delicadeza hizo a un lado a Augusta quien cedió para que los revisaran. Un tenso silencio se formó en el salón y solo se escuchaban las palabras murmuradas de Franco como los quejidos de Bella y Nev.

-Te has salvado por poco de esa maldición- dijo Franco con ira contenida.

Un suspiro de Bella fue indicio de entendimiento por parte de ella.

-El pequeño Neville solo esta estresado y asustado, no tiene ningún daño físico, solo la impresión del momento- declaró el medimago.

- ¿Y los demás? - preguntó Walburga.

-Rodolphus esta inconsciente, fue el que mayor desgaste mágico tuvo... protegió a todos hasta el último momento, Bellatrix enfocó su magia en proteger a Neville, por mi parte tuve que desmantelar las protecciones que había en la casa... Albus Dumbledore, aunque me cueste admitirlo hizo un gran trabajo con ellas. Ambos (Bella y Franco) comparado con Rodolphus o Frank fue poco lo que luchamos- respondió Leblanc.

-Mi hijo... ¿Cómo está mi hijo? - pregunto tensa Augusta.

Bellatrix y Franco compartieron una mirada y no fueron capaces de responder, la matriarca Longbottom entendió el gesto y su significado, hizo acopio de toda su fuerza tanto mental como física para no derrumbarse, no ... no era el momento, aun le quedaba su nieto y debía de ser fuerte por él.